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domingo, 28 de marzo de 2021

Domingo de Ramos y "Rucs de la Serralada" (Burros de la Cordillera).


2019. Domingo de Ramos en la Parroquia de San José de Badalona. Todavía ni sospechábamos la Covid. El mundo era como siempre.


2021. la Covid ha cambiado el escenario urbano por la vida en el campo. En la imagem, riera de Tiana. A la izquierda entrada a Rucs de la Serralada.

Burrito.

El otro día sugerí una excursión dominical a Badalona (ver enlace al final).

Hoy, como apremia la pandemia, voy a sugerir una excursión a un lugar más salubre, también a tiro de piedra de Barcelona. Se trata de ¡un día de granja y paseo en burro, en el Parque Natural de la Serralada Litoral! (Cordillera Litoral).

Pensarás, ¡eso estará por lo menos en el quinto pino! En absoluto.

Si eres andarín puedes incluso ir en metro a Pompeu Fabra, la misma estación que en el otro itinerario, y luego en una caminata de un par de horas, ponerte en el lugar.

Pero no voy a pedirte que camines dos horas y más si vas con niños, pues es ésta una excursión ideal para la canalla (la chiquillería). En mi juventud las excursiones eran así, tren y botas. Pero hoy es pedir mucho.

Por eso puedes coger el coche y poner en el Google Maps de tu teléfono móvil: rucs de la Serralada, y te aparecerá el destino. Te dirigirá a una zona de Tiana próxima a la autopista.

Todo estupendo, en un instante te parecerá que estás en el fin del mundo. Pues no, es un trozo de vida silvestre que ha conseguido permanecer sin urbanizar junto a la gran ciudad.

El camino es todo asfalto, salvo los últimos veinte metros antes del recinto final, que es un trocito de pista súper prensada por el tráfico. Esto lo digo porque cuando veas que todo acaba y empieza la selva amazónica no te asustes; es la riera de Tiana sin urbanizar y ya has llegado. Los burros están en el aparcamiento de la izquierda… bueno, en el aparcamiento hay caballos escondidos en los motores de los coches.

Y ya estamos. Podréis tú y los niños caminar libres y respirar aire puro. Ahora empieza la primavera y con ella las mariposas, que verás de todos los colores al igual que las flores silvestres. No esperes el paraíso, ¡es Barcelona!, pero está bien.

Cuida el entorno. Es decir, no tires papeles ni ningún desperdicio.

Entrada en coche al recinto. Al fondo, entrada peatonal.

Podrás pasear en burro, grande o chico según tu estatura. Podrás cepillar a una oveja con crisis de personalidad y alimentar gallinas… y podrás explicar a los críos que de esos bichos llenos de plumas ¡salen los huevos!, ¡sí, esos que crecen en los estantes de Mercadona!

Y que con los pelos de ese carnero hacen jerséis caros, porque los baratos están hechos con derivados del petróleo.

¡Y podrás montar en burro (Equus africanus asinus).

Se llama burro porque algún idiota le dijo algo al animal y el burro no le hizo caso. Entonces el idiota en lugar de decirse, qué mal me explico, se dijo, que burro es ese.

Pero los burros no son burros.

Se empezaron a domesticar hace más de dos mil quinientos años en África y desde entonces ayudan al hombre en las tareas difíciles, o fáciles; nunca he dado a mi burra una tarea más difícil que la de cargarme, siempre a su aire.

En tiempos del rey David (aproximadamente mil años antes de Cristo) los burros eran signo de realeza, pero en tiempos de Jesús eran propios de las clases humildes pues la nobleza ya utilizaba caballos. Por eso, tal día como hoy, (Domingo de Ramos) de hace más de dos mil años, Jesús entró en Jerusalén entre los vítores y las palmas de los peregrinos a lomos de un pollino; lo más alto en lo más humilde, prólogo de la Semana Santa.

He tenido caballos y burros y, si tuviera que elegir una compañía para que me ayudara siempre, elegiría un burro. El burro es más listo, más duro y más longevo que el caballo… aunque más lento. Ir y volver de mi cortijo al ayuntamiento del pueblo me llevaba ocho horas en burro y veinte minutos en coche. Nunca fui a caballo.

Montar en burro es una experiencia en extinción, porque los burros se acaban, están fuera de tiempo.

Y cuando lo montes piensa, a ritmo de burro, que estás viajando como lo han hecho tus antepasados desde hace más de dos milenios. Relájate, abstráete, no pienses, en esos momentos, el burro piensa por ti, mejor de lo que puedas hacerlo tú.

Salía a pasear durante horas, entre cárcavas y cañadas, por los Campos de Acá de Níjar, montado en mi burra. Abstraído por el paisaje, llegaba un momento en el que no sabía dónde estaba. Sin horizonte, sin senderos, en medio de la nada. Algunas veces, especialmente cuando el sol empezaba a esconderse, llegué a asustarme.

Entonces, me ponía cómodo en la montura de esparto, soltaba las riendas, apretaba las rodillas y la dejaba hacer. Miraba el paisaje mientras ella andaba.

Sólo la primera vez dudé. Siempre, siempre, por lejos que la hubiera llevado buscando mis fósiles y minerales, siempre me volvía a casa.

Al principio andaba sorteando los obstáculos de piedras y zanjas. Pero a medida que iba reconociendo el paraje se aceleraba hasta que, ya a la vista del cortijo, iniciaba un trote que se volvía imparable cuando se apreciaban las líneas de la casa y del establo, pues la querencia de establo era superior a toda orden o convenio, jinete con cabalgadura. Al enfilar el establo iniciaba la carrera final en la que me aferraba a su cuello para que no me rompiera la crisma con el dintel de la puerta del establo construido por mí, expresamente para ella. Tras entrar como un tiro en el establo, sólo el pesebre la detenía. Y Ya estábamos a seguro. Mi burra era una glotona. Creo que sólo quería a la comida más que a mí.

No olvides pedir reserva con antelación, pues el horario es discreto y los burros pocos.

Entrada peatonal a Rucs de la Serralada.


Y ya que estamos en Tiana, ¿por qué no te acercas a la parroquia, buscas la pastelería y compras unas tianas para el postre dominguero?

Tianas. Pintan bien...y saben mejor.




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