Algo ha roto la cúpula del nido, o la avispa lo dejó a medias. Por la apariencia parece más lo primero. No ha sido un humano, porque lo habría machacado del todo.
El nido está construido a refugio de las inclemencias (el bloque inclinado de encima es un techo de lujo), lo que es habitual. Me llama la atención que tiene al lado unos orificios aparentemente muy sugestivos para aprovecharlos y no lo ha hecho.
Las avispas alfareras son muy concienzudas en ese aspecto y aprovechan cavidades como las de los topes de las persianas para poner sus nidos de arcilla anasada con saliva. Aquí no ha sido así y empezó su nido ignorando las ventajas del terreno.
Es posible que no encontrara idóneos los orificios o que estos ya estuvieran ocupados.
Lo cierto es que la zona es un verdadero microcosmo en la Serralada Litoral.
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