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martes, 31 de diciembre de 2019

Qué es un naturalista.

En las dos fotos, Asensi practicando escalada en la "Germana Gran"  (Sot del Bac, Figaró) (fotografías: Javier Aguilar). Es el año 1960, creo.


Arriba, de izquierda a derecha, Asensi, Aguilar e Infiesta en el refugio "Costabona" en los Pirineos. (Fotografía: muy probablemente de Bartolomé Puiggrós).

Foto: Internet.
Arriba, Leiva y Asensi en una cavidad en Calpe (Alicante), de un fotograma de "Fuentes bajo el mar". (Foto: Carmen Galante).

Arriba, Asensi buceando en un pecio en Calpe (de un fotograma de "Fuentes bajo el mar". (Foto: Buque escuela CRIS1).


Este blog no se subtitula “Cuaderno de un naturalista”, porque esos cuadernos son algo que muchos naturalistas llevan a mano para anotar e ilustrar sus observaciones. He visto al natural “cuadernos” muy bonitos y he visto en la bibliografía, “cuadernos” históricos.

Titulé esto con;“ Notas de un naturalista”, porque así me distancio del “cuaderno” tradicional con observaciones concretas e ilustraciones “ad hoc”. El concepto de “notas“me deja horizontes más amplios e ilustraciones a mi criterio.

Ahora bien, sí, soy un naturalista, o eso creo.

Un naturalista es un observador de la naturaleza. Como derivada, quien pasa su tiempo observando, es porque lo que observa le gusta. Gustar es un sentimiento muy difuso y elemental, pero, si le añadimos el conocimiento adquirido a través de la observación inteligente y documentada, nos lleva inexorablemente a amar. Amar es un sentimiento que no necesita correspondencia y que lleva a cuidar.

Creo que podemos decir que el naturalista es un amante de la naturaleza. Eso le distingue de otros que observan y conocen pero no cuidan, como por ejemplo un prospector de yacimientos petrolíferos, por poner un ejemplo. O de quienes gustan y conocen, pero lo utilizan para soportar  ideas de otro género, como los ecologistas. O de quienes gustan, conocen y además aprovechan, como los cazadores o los  recolectores de setas. Un naturalista en la dimensión que presento no obtiene rendimiento material ni alguno de su amor a la naturaleza, que no sea la mera satisfacción afectiva o intelectual.

Tampoco es un científico. El científico hace ciencia. Si no la hace no es científico. Un naturalista no tiene porque hacer ciencia, aunque a veces lo parezca porque al divulgar lo parezca.

Muy puntualmente he hecho ciencia y no es lo mío; me resulta aburrido, laborioso y se necesita un carácter que no tengo, porque no soy científico, sino naturalista. Por eso veo nítidamente la diferencia. El científico es como un mercenario de la naturaleza. Puede tener resultados buenos pero los motivos son egoístas, por ejemplo una beca de investigación, que es su modo de vida, su salario.

Por eso no mato a un animal o a una planta para identificar la especie, ni pongo publicidad en el blog, ni dejo de escribir porque no venda. El amor a la naturaleza del naturalista debe estar por encima del rendimiento material de ese amor.

Si analizas el rebaño de individuos que dicen luchar por la naturaleza, que hablan desde la política o los medios verás, lector, cuanto charlatán, vividor y oportunista hay. Así le va al mundo natural en el momento de la Historia en el que más se habla de “proteger al medio ambiente”.

Un naturalista ha de estar preparado para acceder a todos los lugares de la naturaleza, en función de sus posibilidades. Por lo menos para echar un vistazo a casa ambiente.

Por eso me inicié en su día en la escalada en la escuela de escalada “Sot del Bac” en “Figaró”, o en la alta montaña en el Pirineo, o en el buceo con escafandra autónoma en el C.R.I.S., o en la espeleología en el “Espeleo Club de Gràcia”. No He destacado en nada, pero he vivido hasta mis menguados límites los ambientes donde se desarrolla la vida. Hay que infundirse del espíritu de la naturaleza para saber al sentir, el vivir.


domingo, 29 de diciembre de 2019

La bandera del C.R.I.S. y Alfredo, su abanderado.


Arriba, de izquierda a derecha; Alfredo (aguantando la bandera), tras ella, asoman dos señores o señoras muy guapos, con gafas de sol y a la derecha dos testigos del acto. El escudo sobre la pared es el de la Federación Catalana de Actividades Subacuáticas, entidad anfitriona.


La semana pasada cerré el círculo de mi aventura con el Centro de Recuperación e Investigaciones Submarinas (CRIS), que se inició en mil novecientos setenta y pocos, cuando fui nombrado Director de su Departamento de Biología  y miembro del Consejo de Redacción de la revista "Buceo".

En el mismo año creé la revista Cuadernos de Biología Marina, publicación en color con contenidos divulgativos sobre biología marina, oceanografía y medio ambiente.

También fui miembro de la Junta directiva del Centro, siendo un verdadero incordio para el entonces presidente Alfons Ferrer, un empresario bueno y justo.

Poco antes había realizado mi curso de buceador con escafandra autónoma. A partir de aquí colaboré intensamente con ese Centro hasta poco antes de dejar la sociedad yéndome de pastor de cabras al desierto de Almería, en 1990.


En pleno auge de esta relación que fue simbiótica, el Centro me dejó una antigua bandera bordada con su escudo para que ondeara en el buque escuela CRIS 1.

Ondeó en el barco en contadas ocasiones porque ni la tela ni el bordado eran adecuados para darle semejante uso, pero la he tenido cuarenta años guardada a buen recaudo, hasta que circunstancias concretas me han hecho ver que ya era hora de que volviera a quien me la dejó en custodia y nunca me la reclamó.

No me ha sido fácil que sus legítimos progenitores la acogieran en su seno, pero no se me podía pedir más como casa de acogida.

Y por fin, tras varios intentos frustrados ya está en su lugar.

No ha significado nada especial guardar esa tela durante tantos años pero me reconocerás, lector, que cuanto menos ha sido un nexo físico sutil que ha reforzado la relación emotiva que pudiera existir.

El acto de entrega lo realicé en el actual local social del CRIS.

Fue absolutamente informal y lo único que me permite mencionar la metáfora de “cerrar el círculo” es que se la entregué a la persona que estaba al pie del cañón del CR.IS en el momento en que se me dejó en custodia esa tela bordada, y que lo sigue estando ahora.

Me refiero a Alfredo, reliquia en excelente forma física y mental, y aún hoy alma de este Centro.

Ha habido muchas más personas importantes en el CRIS, pero “la persona” que simboliza el trabajo discreto, constante, fiel, eficiente y tenaz es sin duda alguna, Alfredo.

Alfredo, aquí tienes ese trapo remendado pero limpio, que a pesar de mil vicisitudes, he podido mantener hasta traerlo de nuevo a casa.

Probablemente esa tela y este acto no signifiquen  nada para la mayoría, pero es que tú y yo somos antiguos y nos van los símbolos.

Eso sí, cuídala porque no está para muchos trotes, como nosotros.

Postdata, a día de hoy (2022.11.13):

De esa bandera no he vuelto a tener noticia.

Hice la fotografía para que quedara constancia del acto, pero conociendo al CRIS, sabía que a esa donación seguiría un si te he visto no me acuerdo. Como así ha sido.

Tras cuarenta años de conservarla a recaudo, cometí el error de devolverla a su decadente propietario.

Pero pudo más en mí, hacer lo que debía, que hacer lo que convenía.


La bandera del CRIS ondeando en el buque escuela CRIS 1, que está amarrado en el puerto de Barcelona. También ondea la bandera scout, pues estábamos realizando una actividad de ese grupo. 



sábado, 21 de diciembre de 2019

”Pequeñas guías de la naturaleza asensi: Trilobites”.

Pequeñas guías de la naturaleza asensi: Trilobites.


Título: Pequeñas guías de la naturaleza asensi: Trilobites.

1ª edición: 2018. Revisión: 2023.

24 páginas.

80 fotografías color.

 24 pp.  Formato: A5 .pdf

2,9€

Información para pedidos, pulsar aquí.


Es un agradable recorrido visual y técnico, por algunas de las formas características de las más de veinte mil especies que existen.

Ilustra especies de España, EE.UU., Marruecos...

Presento  especies raras descubiertas recientemente y otras más comunes, que pueden encontrarse en las tiendas especializadas.

En España, como el resto de los fósiles, están protegidos por la Ley.

En Marruecos hay yacimientos de trilobites muy importantes.

Los ejemplares se venden in situ o se exportan para coleccionistas de todo el mundo, aunque un elevadísimo porcentaje de ejemplares son falsificaciones más o menos sofisticadas.

Pequeñas guías de la Naturaleza asensi: Trilobites.  Página 13.



Pequeñas guías de la Naturaleza asensi: Trilobites.  Página 19.


La calidad de estas imágenes es inferior a las del original, pues como he comentado en otros lugares del blog, aquí eduzco la resolución para hacer el blog menos pesado y en consecuencia, más ágil.






"Pequeñas guías de la naturaleza Asensi: Amonites”.

Pequeñas guías de de la Naturaleza Asensi: Amonites.


Año: 2018. Revisión 2023.
24 páginas.
Están reproducidas más de 50 especies.
80 fotografías y 1 gráfico a color.
 Formato: A5 .pdf
2.9 €

En esta Guía te presento más de cincuenta especies de amonites nacionales y extranjeras, y también te hablo de algunas generalidades de estos fósiles.

Creo que la variedad de ejemplares te ayudará a hacerte una idea clara de un grupo que abarca más de 15.000 especies.

Ha sido un esfuerzo que creo recompensado por el resultado.




10 preguntas para antes de decidirse a bucear.

10 preguntas para antes de decidirse a bucear.


Título: 10 preguntas para antes de decidirse a bucear.
Año: 2004. Revisión, 2023.
46 pp. Fomato .pdf 
2,5 €


Cuarenta años en el mundo del buceo, un conocimiento del mar y de sus habitantes, Han inspirado este libro.
Hoy las ciencias adelantan, que es una barbaridad, pero yo con un Certina, no me puedo adelantar, decía un anuncio de relojes, que hizo época.
Lo mismo ocurre con el buceo.
Ha avanzado la técnica, pero la esencia del buceo es como el andar.
Conocer el mar y aplicar el sentido común, sin duda alargan la vida del buceador.
Esa es la intención de este librito, transmitir experiencia y sentido común.

Molusco Gasteropòdo fósil. (Nudivagus asensii).

Nudivagus asensii.

Nudivagus asensii. Gasterópodo fósil del Bedouliense inferior (Aptiense, hace aprox. 125 millones de años), de Cervera del Maestre (Castellón).

Un estudiante mediocre, tradujo el histórico saludo; Ave Caesar, morituri te salutant como; las aves del César murieron por falta de salud.

Si debiera traducir Nudivagus asensii, sin duda lo haría como; asensi es un vago desnudo.

Pero no, en los dos casos herraría.

En el primero, huelgan aclaraciones.

El segundo es la denominación, en este caso, de un nuevo fósil.

Como marca en síntesis la normativa internacional, el nombre de un ejemplar debe estar formado por dos palabras en latín o latinizadas, que nombra su descubridor.

La primera de las palabras es el género, que se escribe en mayúscula y la segunda la especie. En minúscula.

Esto desde que el insigne científico cristiano Linneo, lo estableció en el siglo dieciocho.

En este caso el género Nudivagus alude a la ausencia de ornato, nudos o costillas en la concha. La especie asensii, es nombrada por el Dr. Calzada, su descubridor, en inmerecido honor al autor de este blog.

Para ver más de lo mismo, pulsa aquí.


"Algunas preguntas sobre la Naturaleza".


Año: 2017.
Formato A5 (148x210) cm. 60 páginas color y b. y n. 

Es el libro que todo maestro desearía escribir; explicar de manera sencilla las cosas más complejas de la Naturaleza.

No proliferan estos textos, porque ya no hay maestros; hay profesores, catedráticos, educadores, tutores,... pero los maestros se agotaron con la despoblación. Son una exquisita fauna en extinción.