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domingo, 22 de septiembre de 2019

Minerales: aragonito, calcita y yeso.

Hoy es domingo. En mi juventud, los domingos después de que la familia asistiera a Misa, los padres compraban un dulce para celebrar la fiesta a la hora de comer. Era una costumbre catalana, no sé si del resto de España.

Como no podemos compartir el dulce, lo sustituiremos por unos minerales simpáticos y próximos. 

Aragonito. (Minglanilla. España).

Aragonito coraloide. Macael. (Almería. España).

Calcita (México).


Yeso, rosa del desierto (Zaragoza. España).

Yeso xx (Almería. España).

Ten en cuenta, querido lector, que aunque por una efusión estética he colocado juntos a estos minerales, en realidad pertenecen a familias distintas; la calcita y el aragonito son carbonatos, mientras que los yesos son sulfatos.

Puedes consultar más sobre aragonitos y calcitas, pulsando aquí.


sábado, 21 de septiembre de 2019

El patín catalán... y un mercante despistado.

No me voy a comprometer de nuevo en una fecha, pero, “a lo hecho, pecho”. Aquí está la entrada sobre el patín.

Si me apuras te diré que el patín tradicional es oriundo de Badalona, aunque su raíz más profunda puede ser esté en el Caribe.

He hablado con profesionales del sector y no me han sabido decir que no.

El patín a vela, es una embarcación elemental  con vela marconi sin botavara.

Tiene dos cascos afilados por debajo y con superficie plana por arriba, donde reposan unas tablas que forman la cubierta.

No dispone de timón: El navegante, desplazando su cuerpo, hunde más o menos la parte que le interesa de los cascos, para que éstos hagan de timón, al ofrecer esa parte del barco mayor rozamiento con el agua.

Los primeros patines eran de madera, aunque hoy está entrando en su fabricación la fibra de vidrio (en el Maresme hay astilleros tradicionales).

Badalona y la costa adyacente,  sigue siendo el corazón de la práctica y de la construcción de estos barcos, para los que se lucha sean una categoría olímpica.

Así de simple es ese barco, que ofrece una dimensión de la navegación que no puede apreciarse desde otra embarcación.

Aunque puedan parecerse de aspecto, los modernos y sofisticados catamaranes tipo “hobie cat”, en poco se pueden comparar.



Patín a vela navegando frente a Badalona, agosto de 2020.

Patines catalanes varados en la arena de la playa de Palamós (Costa Brava). Al fondo, barco mercante varado en la misma playa (1979.02).

Al parecer el mercante salió del puerto de Palamós con los motores fríos, despreciando el tiempo y la marejada de levante lo dejó en seco. No hay enemigo pequeño

viernes, 20 de septiembre de 2019

Mi primer "barco"... y paso a narrar en primera persona.


Para que te resulte más coherente la lectura y más directo el trato, amable lector, a partir de esta entrada voy a relatar el blog en primera persona, que es lo que debería haber hecho desde el principio, pero necesitaba un precalentamiento, que en estos años ya he realizado.

Eso sí, seguiré igual con el caos de fechas de los relatos, pero fío en tu capacidad compositiva para que organices lo que yo no alcanzo. De cualquier forma las entradas tienen vida independiente y si bien adquieren toda su dimensión con la cronología, ésta no es imperativa para trasladar el mensaje.

Como buen nativo de Badalona, me crié en la playa, entre el mar y la arena y bajo paños empapados en vinagre, que mi abuelastra me ponía diariamente sobre espalda y hombros cada inicio de vacaciones, para intentar combatir las quemaduras que me producía el exceso de insolación sobre mi piel.


Entonces no se comercializaban cremas protectoras, porque la sociedad no era consciente de los efectos a largo plazo de las quemaduras producidas por los rayos ultravioletas.

Era doloroso, pero, París bien vale una Misa.

Mi primer barco fue la cámara de una rueda trasera de tractor sobre la que me sentaba utilizando los brazos de remos. ¡Sin chalecos, bengalas, extintores, rabizas, ni tanta tontería homologada, que pide hoy la Administración para hacerse a la mar, incluso con un bote de remos! ¡Eso era aventura, y lo demás son tonterías! 

La cámara de una rueda trasera de tractor fue mi primer barco.

Me bañaba en la playa todos los días porque no había banderas rojas, ni amarillas ni verdes que te dictaban lo que debías hacer; en ocasiones, con mar fuerte de levante, cuando las olas eran enormes, me tiraba bajo ellas al romper, y me revolcaban como un trapo rozándome con la arena. Al salir me veía todo el costado ensangrentado por gotas de sangre que fluían por los poros abierto, a las que el agua les daba un aspecto que no respondía a la realidad; en cuanto me secaba ni rastro de herida ni de dolor.

Hoy no se utilizan cámaras de ruedas de tractor porque ya no hay tractores. 

A la cámara de tractor siguió el alquiler ocasional de un patín a remo... y luego ya vino la locura de la navegación y sus secuelas, que ya has ido intuyendo con las historias que hasta ahora te vengo contando.

Hoy ya estoy cansado y debo reposar.


Patín a remo: Foto internet.

Patín a vela frente a Montgat.

lunes, 9 de septiembre de 2019

José Carlos León Tapia, Naturalista.

El título de esta entrada es el nombre de una persona y si tras su lectura tienes en cuenta, lector, lo que dijimos en la presentación de este blog. Puede parecerte que entramos en un contrasentido, pero luego te justificaremos que no es así.



José Carlos León era (hablaremos en pasado por referirnos al suceso, no a la persona, que esperamos siga operativa y feliz) un granadino cordial y un naturalista amante de la malacología, que es esa disciplina que se ocupa de las conchas de los caracoles, y en general de los moluscos.

No era un mero coleccionista de conchas, sino que se adentró en el terreno de la ciencia coleccionando rádulas (la rádula es el aparato "masticador" de los caracoles), que preparaba para estudiarlos y fotografiarlos, a partir de ejemplares que capturaba vivos (para este trabajo se necesita la ayuda del microscopio y una técnica depurada).

En ese punto disentían José Carlos y José María, pues el segundo no capturaba nada vivo para su colección de Historia Natural, lo que hacía que en el caso de las conchas fueran de menor calidad coleccionista, lo que no importaba a Asensi pues el objetivo de su colección era meramente docente. 


Cuando José Mª Asensi abrió el Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería), José Carlos León le ofreció a Asensi su magnífica colección de conchas para exponerla en el Museo, junto con la de éste, lo que así hicieron.

Haz"clic" aquí para conocer más sobre el Museo de Historia Natural de Níjar.


El resultado fue que un modesto museo en una pequeña población andaluza, exponía al público una colección de moluscos que en cantidad y calidad era una de las mejores expuestas al público en Europa, con cerca de tres mil ejemplares entre los que se contaban dos  ejemplares de Conus gloriamaris (José Mª), una Cypraea aurantia (José Mª), (estas dos últimas conchas se contaban entonces entre las cinco conchas de caracol más caras del mundo), un Syrinx aruanus adulto de más de 60 cm. de envergadura (la mayor concha marina del mundo), junto a un ejemplar juvenil de unos pocos mm.  (ambos de José Mª); rarísimas perlas completamente formadas de Pinna nobilis), (José Carlos), una bellísima colección de Spondylus (la mayoría de José Carlos… y así hasta configurar una completa, valiosa y espectacular colección de conchas.

Todo ello centrándonos en los moluscos y sin mencionar la excelente colección de minerales y rocas de Almería, en la que colaboraron de manera definitiva coleccionistas almerienses, así como la colección de corales, y los peces que ocupaban media docena de acuarios de mantenimiento prohibitivo para la economía de Asensi.


Durante su corta vida el museo recibió visitas de personas de numerosas procedencias, que venían a Níjar para conocer el Museo, del que sabían por el "boca a boca"



Vitrina del Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería), mostrando  Spondylus, moluscos bivalvos de aguas  tropicales y templadas.

El caso es que el Museo no tuvo una muerte agónica, como ocurre con las cosas sin alma, sino repentina y José Mª no estuvo por causa mayor en la clausura.

Siguiendo sus instrucciones, se le devolvió a José Carlos su colección, empaquetada adecuadamente. Pero en un exceso de celo y esperamos que de incompetencia, lo que se devolvió a José Carlos fue ambas colecciones, la suya y la de José Mª.

A todo esto, Asensi había compensado generosamente a José Carlos León, por los inconvenientes morales que hubiera podido sufrir en el tiempo que estuvo separado de su colección.

Luego surgieron cuestiones importantes, que tuvieron alejado de la vida ordinaria a Asensi. Cuando este intentó contactar con José Carlos para acordar la devolución de los materiales, no tuvo éxito y en este blog aparece la primera historia íntima del Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería), aunque habrá más, historias, pues si bien la cultura no despierta el interés de los españoles, no quiere decir que no tenga interés. 

El último intento de contacto con José Carlos, fue a través de la Sociedad Española de Malacología, de la que creemos era miembro,  Sociedad que no dio ni acuse de recibo a nuestro atento correo electrónico. ¡Más se perdió en Cuba!

 ¡Ah!, queda dar pistas, de cómo acabó el entonces único Museo de Historia Natural abierto al público en la Comunidad de Andalucía y el único Museo de cualquier tipo abierto al Público en la Provincia de Almería.


Pues acabó con una carta del entonces alcalde de Níjar a Asensi, requiriéndole a que abandonara el local del museo de forma inmediata. Esto trataba de ocultar un trasfondo indecoroso del que hablaremos el día que volvamos a este ocaso y presentemos la referida carta de "desahucio", con detalles de lo que supuso el Museo para la economía y el prestigio de Níjar, ya de sobras conocido por su cerámica, sus jarapas y por los "spaghetti western".


¿Porqué cito a José Carlos León en un blog que quiere mantener el recuerdo de naturalistas que han sido buenas personas, pero que están olvidados?

Porque el José Carlos León que conocí era un buen naturalista y una buena persona, más que buena, excelente persona y ahora, cuando lo he buscado, nadie lo conoce: Todos los requisitos para aparecer en este blog.

Doné la mayor parte de su colección de Historia Natural, al Museo Geológico del Seminario de Barcelona, que la integró en los materiales expuestos en la Sala Cardenal Carles, preparada para visitas escolares.

Haz "ckic" aquí para conocer sobre el Museo Geológico del Seminario de Barcelona.

Haz "clic" aquí, para conocer sobre la Sala Cardenal Carles.


En la imagen, a la derecha el buen José Carlos León, y a la izquierda, hablando con él, un personaje al que habría que dar de comer aparte; la persona más activa, eficaz, vital y ejecutiva que he conocido. Si recordara su nombre lo pondría con gusto. Era la mano derecha del alcalde de Atarfe, un político éste del que se podrían decir muchas cosas, como de todo el mundo, pero, no que no fuera fiel a su pueblo, ni que no supiera rodearse de personas eficaces como el referido. La conversación tiene lugar en el cerro de la ermita de los tres Juanes, dónde Asensi creó un Museo de Historia Natural.

José Carlos, fue el artífice en la sombra, que hizo posible la existencia del Museo de historia Natural en la Ermita de los tres Juanes, proyecto que a todas las partes satisfizo.
Para conocer sobre Atarfe y su Museo de Historia Natural.



domingo, 8 de septiembre de 2019

Un tornado y dos gemelos. Historia con palmeras.

Un tornado sobre el mar. (Foto: Libre en Internet.)


La tripulación de el  “buque fantasma”, atracado en uno de los pantalanes de “Puerto amable” (puerto deportivo de Vilanova i la Geltrú), tomó la mala costumbre de avituallar sus estómagos en el restaurante “els Bessons”, que traducido del catalán es “los gemelos”, propiedad de dos hombres que en poco se parecen en el físico, pero muy próximos en la afabilidad de carácter.



Una tarde la tripulación se fue al restaurante, cenó en la terraza que disponía en el paseo, a dos pasos del amarre y, bien cenada, volvió al barco a dormir.

 Pasó la noche.

Al amanecer la avezada tripulación se dirigió de nuevo al restaurante para desayunar y recuperarse de una noche agitada por un tornado que, literalmente, les había pasado por encima.

En el corto camino hacia el desayuno, ya vieron que algo no funcionaba; el tornado de la noche había causado algunos estragos.

Al llegar a la apacible terraza de la noche anterior, el lugar de la mesa en la que habían cenado, lo ocupaba una palmera echada a descansar sobre el suelo.

Los 170 Km./h. del tornado no fueron capaces de desarraigarla, es casi imposible desarraigar a una palmera, pero sí de romperla.

Y allí estaba la elegante y veterana palmera, ocupando la mesa de  nuestra tripulación. ¡Mecachis!

Palmera partida por el tornado, caída sobre un restaurante.


La tripulación, abatida por el espectáculo, se fue a tomar unas tostadas de mantequilla y mermelada a un bar cercano, pues Vilanova i la Geltrú,  está lo suficientemente nutrida de esos locales como para no pasar ni un día, sin el condumio correspondiente a cada hora establecida por la costumbre.

Lo verdaderamente asombroso fue que por la noche ¡la tripulación ya pudo cenar en "su" mesa! El emprendimiento de los “bessons” fue tal que se repusieron contra reloj del daño causado por los elementos.

Les deseamos lo mejor.
Els Bessons, el pirata, el tesoro y la palmera.

El la fotografía, uno de los gemelos junto a un pirata cruel: En medio, el cofre del tesoro sobre un pilar formado por uno de los trozos del tronco de la palmera caída. Quien tiene voluntad de trabajo, tiene un tesoro.

sábado, 7 de septiembre de 2019

Carta abierta a Jorge.




Recordado Jorge. Buscando entre archivos he encontrado tu carta fechada el 14 de febrero de 1986, que acabo de releer y paso a contestar, cumpliendo tu petición de que te escriba y te dé mi opinión.

No estoy fastidiado ni enfadado. Si me hubieras contado tus circunstancias, quizás no hubiéramos llevado adelante el proyecto Scout, del que aunque no tengamos constancia detallada de sus resultados, al ser una actividad buena, bien intencionada y formativa, sin duda habrá hecho algún bien a quienes participaron en ella; aunque fuera a uno sólo, compensaría el esfuerzo.

Valoro a las personas consecuentes, desgraciadamente escasean, y estoy convencido de que tú lo fuiste.  Desconozco los detalles, pero como en el caso de la libertad individual, que no debe llevarnos a pisar la ajena, el ser consecuentes debe tener el límite en no pisar el ámbito del prójimo: Cuando me alisté como escudo humano en la guerra de Irak, lo hice para estar al lado de una población civil inocente e indefensa, y ser consecuente con mi principio cristiano de amar al prójimo; nunca tuve el más mínimo sentimiento de rencor hacia los americanos, ni de odio al dictador irakí, porque también en eso debía ser consecuente; era una cuestión entre mi conciencia y yo, en la que no debía implicar a terceros.

Guardo un grato recuerdo de ti y de José Luis. En ningún momento se me ha ocurrido juzgaros pues no quiero ser juzgado.

Tienes muy buena letra.  Cualquier grafólogo vería en ella equilibrio emocional en el momento de escribirla, idealismo y extroversión. Espero que sigas igual.

Lo que queda de la familia bien (Mamen murió de un cáncer diagnosticado tarde y mal, aunque sigue viva en mi recuerdo).

No veo manera de hacerte llegar esta carta, por lo que la incluyo aquí con la esperanza de que en algún momento la leas o alguien próximo a ti, te dé noticia de ella, y poder así cumplir con el último favor que me pedías, sin que ello suponga que cierro la puerta.

Deseo lo mejor para ti y tu familia y rezo para que así sea.

Un abrazo.

José Mª.




Taller escuela flotante.



Con la colaboración de los desaparecidos Talleres Pons de Barcelona, Asensi elaboró un proyecto de taller Escuela, a bordo de un barco mercante dado de baja.

Se trataba de que el barco fuera una base amarrada a puerto.

El barco, un transporte de aceites, tenía unas bodegas diáfanas muy espaciosas y todas las cubiertas de madera de teca, lo que le daba un aspecto no comercial, sino más bien de ocio, con un toque exótico.

No era un barco mercante convencional. Por eso enamoró a Asensi, que se vió apoyado por Manuel Pons, de los referidos talleres, una persona amante del mar y amigo de esas aventuras culturales algo locas.

El precio del barco era muy asequible, ya que nos encontrábamos en plena crisis de la marina mercante, por lo que su armador tenía un peso muerto que quitarse de encima.

Y su explotación resultaba asequible porque se trataba de un espectáculo inédito y muy atractivo, abierto a un abanico de población muy amplio. Las autoridades estaban entonces proclives y dispuestas a colaborar en la tramitación de permisos y demás.

¿Qué falló? No lo sabemos, quizás le dio un vértigo de última hora a Asensi... o quizás un afloramiento de sentido común.

Esto no impidió que durante años  siguiera buscando una sede estable para  esa actividad.



O puedes escribir en el buscador Atarfe, o Níjar, cuidando los acentos.

Taller Escuela en el Puerto Almería

La resistencia de Asensi ante el fracaso es espartana.

Aquí presentamos uno de los bocetos manuscritos iniciales para la instalación de un taller escuela en el Puerto de Almería, cuando en los años ochenta regentaba la institución portuaria un cargo político del Partido Popular

Para poder iniciar la actividad, Asensi donaba las vitrinas, los materiales de exposición, el programa docente y un período de instrucción para los monitores designados por el Puerto.

Se trataba de reproducir los exitosos modelos de “Barcelona i la mar” y “Tarragona i la mar”, en el puerto de Almería.

Pero  la política insistió en seguir haciendo dos mundos y, por fin, con el silencio por respuesta después de un absurdo revoloteo, Almería se quedó sin “Almería y la mar”.

El político estuvo mariposeando con el asunto, sin conseguir aburrir a su tenaz interlocutor, pero al fin desapareció sin despedirse.

Por entonces, te recordamos que la actividad principal de Asensi era la de pastor en el desierto de Almería, un trabajo demasiado modesto para la élite política.

Parece que ahora el PP vuelve a estar al frente de esa autoridad portuaria.

Le ofrecemos de nuevo la idea,  eso sí, sin Asensi, por si quiere redimirse.

Para saber más de "Barcelona i la mar", haz "clic" aquí

jueves, 5 de septiembre de 2019

Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería).

Guía del Museo, editada por el Instituto de Estudios Almerienses. Diputación Provincial de Almería.

En la fotografía de prensa, de izquierda a derecha. el entonces alcalde de Níjar, el Gobernador Civil de Almería y José María Asensi.

Inauguración del Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería).

Accidentado acceso al Museo.
Sala general, con proyector de vídeo en el techo (recurso muy escaso y caro entonces). Al fondo, acuarios.
Sala general; al fondo  acuario y una valiosa y nutrida colección de corales australianos, irreemplazables, hoy desaparecida.


Cuando dije, en otro lugar de este blog, que lo dejé todo, y marché a la zona predesértica de Níjar (Almería) para ejercer de pastor y de agricultor en el desierto, debí realizar una matización.

Entonces era técnico superior en economía del Ayuntamiento de Barcelona, técnico, de medio ambiente y promotor de las más variadas y pioneras iniciativas sociales y culturales, en una zona ya de por sí cultural y socialmente avanzada como Cataluña, lo que significa que aún dejándolo todo me llevaba un bagaje intelectual  importante y una inquietud social nada despreciable.

Podría pensarse que en Almería se encontré sólo, pero no es así. Sí que es cierto que la sociedad almeriense no alcanzaba los niveles de otras sociedades españolas. Pero eso es probablemente porque el entorno político no le favorecía, porque me encontré con individualidades de una personalidad impresionante, que han dejado profunda huella en mi vida.

Pateando las hermosas tierras de Almería, observé su enorme riqueza natural y pensé en mostrar a la propia población y a los forasteros ese valioso patrimonio, para lo que decidí crear el Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería).

Lo conseguí gracias a la ayuda de un buen número de almerienses que desde un principio me ayudaron desinteresadamente en los trabajos de reunir materiales. En la instancia institucional destaca la ayuda de Mª Isabel Salinas, entonces concejala socialista de cultura del ayuntamiento de Níjar. El alcalde también socialista de ese ayuntamiento nunca me fue presentado, pues al parecer sentía una natural aversión hacia cualquier muestra de cultura o conocimiento.

El Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar fue el primer Museo de Historia Natural que se abría a la ciudadanía en la Comunidad Andaluza, y el único museo abierto al público en la Provincia de Almería, pues uno de arqueología,  llevaba cerrado por reformas desde hacía años.

El Museo tuvo una gran relevancia cultural en España y otros países europeos, pues muchos de sus visitantes acudían a Níjar atraídos por él, que aparecía en folletos de propaganda institucional. Durante el curso escolar recibía unas tres mil visitas, lo que es una cifra astronómica considerando las circunstancias geográficas y sociales.
Vitrina de estrellas de mar. El ejemplar espinoso es una Acanthaster planci, la única especie de estrella de mar venenosa y verdadera plaga de la Gran Barrera de Coral australiana.
Vitrina de fósiles, con un un ejemplar de Campanile giganteum de 40 cm., especie considerada como una de la más grandes que jamás ha existido. En pocos museos podía verse un ejemplar de esta especie tan bien conservado.


Una cuestión queda en el aire; ¿cómo pude acceder y disfrutar de un local en Níjar para instalar mi Museo? ¿Era un mecenas el alcalde de Níjar?

No, en absoluto. Cuando me llamaron del Ayuntamiento ya tenía instalado el Museo en una nave diáfana de 125 metros cuadrados que construí con mis manos junto al cortijo, al vergel, al gallinero y a la cuadra, todo ello que también construí con mis manos y la ayuda de mi familia. Para la construcción de la nave del Museo me ayudó sustancialmente José Aguilera, un comunista ex trabajador de la SEAT, que cada año criaba un cerdo al que mantenía como mascota hasta el día de la matanza y al que siempre  llamaba Felipe, en recuerdo a un nombrado político contemporáneo.

Volviendo al alcalde. Esa persona pasaba de la cultura. Como comenté arriba, la que se fijó en mi obra fue su concejala de cultura, María Isabel Salinas, también socialista, que vio en el Museo algo de su competencia. Si consiguió el apoyo del alcalde fue probablemente porque el local que me cedieron para el Museo, no podía dedicarse a otra cosa por cuestiones urbanísticas y me dejaron cinco años hasta que prescribiera la irregularidad que fuera. Pasados los cinco años el alcalde me desahució con prisas y malos modos, sin darme tiempo ni a hacer las maletas.

José era un vecino que me ayudó mucho en diversos aspectos, al que correspondí y sigo teniendo en aprecio, aún sin saber de cierto que mal papel tuvo en la liquidación de mi Museo de Níjar. Estoy seguro que ese papel lo hizo de buena fe. Él y su familia eran lo que hoy se llama “buena gente”, a la que hay que cuidar, perdonar y querer.


Geoda de amatista de 50 Kg. (ref.1409, Mina Gerais-Brasil), expuesta al lado de unos grandes cristales de yeso de Sorbas-Almería (a su derecha) y de unas costillas fósiles de ballena Incertae sedis de (Viator- Almería) a la derecha en primer plano. Los cristales de yeso y las costillas de ballena, pueden visitarse en la Sala Cardenal Carles, del Museo Geológico del Seminario de Barcelona.

Si quieres saber sobre la Sala Cardenal Carles del Museo Geológico del Seminario de Barcelona, pulsa aquí.



Pisito con vistas en Badalona.


En los puertos los barcos atracan según su tamaño. Es un criterio de mínimo y elemental orden.

Así, cuando un barco llega a un puerto va con los de su tamaño, por orden y por sentido común.

Lo que vemos en las fotos de arriba, es lo que pasa cuando el que se encarga del orden tiene una pájara: ¿Es razonable que te levanten un muro delante del balcón del comedor? No lo es. Pues entonces, ¿qué ha pasado aquí?

En una estancia en Salou me colocaron con mi Kipling entre dos megayates, daba entre miedo y risa sólo verlo. ¿Será que aquel empleado, está rotando por los puertos?