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jueves, 5 de septiembre de 2019

Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería).

Guía del Museo, editada por el Instituto de Estudios Almerienses. Diputación Provincial de Almería.

En la fotografía de prensa, de izquierda a derecha. el entonces alcalde de Níjar, el Gobernador Civil de Almería y José María Asensi.

Inauguración del Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería).

Accidentado acceso al Museo.
Sala general, con proyector de vídeo en el techo (recurso muy escaso y caro entonces). Al fondo, acuarios.
Sala general; al fondo  acuario y una valiosa y nutrida colección de corales australianos, irreemplazables, hoy desaparecida.


Cuando dije, en otro lugar de este blog, que lo dejé todo, y marché a la zona predesértica de Níjar (Almería) para ejercer de pastor y de agricultor en el desierto, debí realizar una matización.

Entonces era técnico superior en economía del Ayuntamiento de Barcelona, técnico, de medio ambiente y promotor de las más variadas y pioneras iniciativas sociales y culturales, en una zona ya de por sí cultural y socialmente avanzada como Cataluña, lo que significa que aún dejándolo todo me llevaba un bagaje intelectual  importante y una inquietud social nada despreciable.

Podría pensarse que en Almería se encontré sólo, pero no es así. Sí que es cierto que la sociedad almeriense no alcanzaba los niveles de otras sociedades españolas. Pero eso es probablemente porque el entorno político no le favorecía, porque me encontré con individualidades de una personalidad impresionante, que han dejado profunda huella en mi vida.

Pateando las hermosas tierras de Almería, observé su enorme riqueza natural y pensé en mostrar a la propia población y a los forasteros ese valioso patrimonio, para lo que decidí crear el Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería).

Lo conseguí gracias a la ayuda de un buen número de almerienses que desde un principio me ayudaron desinteresadamente en los trabajos de reunir materiales. En la instancia institucional destaca la ayuda de Mª Isabel Salinas, entonces concejala socialista de cultura del ayuntamiento de Níjar. El alcalde también socialista de ese ayuntamiento nunca me fue presentado, pues al parecer sentía una natural aversión hacia cualquier muestra de cultura o conocimiento.

El Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar fue el primer Museo de Historia Natural que se abría a la ciudadanía en la Comunidad Andaluza, y el único museo abierto al público en la Provincia de Almería, pues uno de arqueología,  llevaba cerrado por reformas desde hacía años.

El Museo tuvo una gran relevancia cultural en España y otros países europeos, pues muchos de sus visitantes acudían a Níjar atraídos por él, que aparecía en folletos de propaganda institucional. Durante el curso escolar recibía unas tres mil visitas, lo que es una cifra astronómica considerando las circunstancias geográficas y sociales.
Vitrina de estrellas de mar. El ejemplar espinoso es una Acanthaster planci, la única especie de estrella de mar venenosa y verdadera plaga de la Gran Barrera de Coral australiana.
Vitrina de fósiles, con un un ejemplar de Campanile giganteum de 40 cm., especie considerada como una de la más grandes que jamás ha existido. En pocos museos podía verse un ejemplar de esta especie tan bien conservado.


Una cuestión queda en el aire; ¿cómo pude acceder y disfrutar de un local en Níjar para instalar mi Museo? ¿Era un mecenas el alcalde de Níjar?

No, en absoluto. Cuando me llamaron del Ayuntamiento ya tenía instalado el Museo en una nave diáfana de 125 metros cuadrados que construí con mis manos junto al cortijo, al vergel, al gallinero y a la cuadra, todo ello que también construí con mis manos y la ayuda de mi familia. Para la construcción de la nave del Museo me ayudó sustancialmente José Aguilera, un comunista ex trabajador de la SEAT, que cada año criaba un cerdo al que mantenía como mascota hasta el día de la matanza y al que siempre  llamaba Felipe, en recuerdo a un nombrado político contemporáneo.

Volviendo al alcalde. Esa persona pasaba de la cultura. Como comenté arriba, la que se fijó en mi obra fue su concejala de cultura, María Isabel Salinas, también socialista, que vio en el Museo algo de su competencia. Si consiguió el apoyo del alcalde fue probablemente porque el local que me cedieron para el Museo, no podía dedicarse a otra cosa por cuestiones urbanísticas y me dejaron cinco años hasta que prescribiera la irregularidad que fuera. Pasados los cinco años el alcalde me desahució con prisas y malos modos, sin darme tiempo ni a hacer las maletas.

José era un vecino que me ayudó mucho en diversos aspectos, al que correspondí y sigo teniendo en aprecio, aún sin saber de cierto que mal papel tuvo en la liquidación de mi Museo de Níjar. Estoy seguro que ese papel lo hizo de buena fe. Él y su familia eran lo que hoy se llama “buena gente”, a la que hay que cuidar, perdonar y querer.


Geoda de amatista de 50 Kg. (ref.1409, Mina Gerais-Brasil), expuesta al lado de unos grandes cristales de yeso de Sorbas-Almería (a su derecha) y de unas costillas fósiles de ballena Incertae sedis de (Viator- Almería) a la derecha en primer plano. Los cristales de yeso y las costillas de ballena, pueden visitarse en la Sala Cardenal Carles, del Museo Geológico del Seminario de Barcelona.

Si quieres saber sobre la Sala Cardenal Carles del Museo Geológico del Seminario de Barcelona, pulsa aquí.



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