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sábado, 28 de marzo de 2020

Estepa o jara blanca (Cistus albidus).


Cistus albidus (Maresme).

Cistus albidus (Maresme). Detalle.

Cistus albidus. (Maresme). Detalle de las hojas sentadas y de los frutos. Puedes apreciar el tono entre blanquecino y gris de sus hojas.

A menudo me tropiezo, al pasear por tierras del Maresme (comarca de la provincia de Barcelona. España), con una planta muy modesta de la que quiero hablarte hoy.

Al preparar la postdata de la entrada del pasado 23 de febrero, sobre un Paseo dominical por el Maresme, recordé que había visto y fotografiado una planta que por su porte - no por sus flores - pasaba inadvertida entre la vegetación del entorno.

Al repasar las fotografías del día la descarté sin querer.

Hoy quiero encartar a esa planta tan injustamente descartada. Se trata de la estepa o jara blanca  (Cistus albidus).

Leo en “etnobotanica.net” que el nombre de jara le viene del árabe “xara”, que significa matorral. Sin embargo el diccionario español-árabe de “google.com”, traduce matorral como ghaba en el árabe moderno.

Sin duda, con sus matices, la etimología es buena pero, ¿por qué jara blanca, si la flor es morada? Porque se refiere al aspecto blanquecino de sus hojas. Las flores de Cistus son efímeras, generalmente de un solo día.

No me voy a referir a las numerosas propiedades medicinales y prácticas de la jara, pues como he comentado muchas veces en el blog, procuro aportar detalles que no se encuentran fácilmente en Internet, o simplemente que no se encuentran, pero Cistus es de sobras nombrada en la red.

Si quieres leer sobre el paseo por el Maresme del que te hablo, pulsa aquí.




domingo, 22 de marzo de 2020

Cocina para vagos y cocina de supervivencia. Arroz, garbanzos, cus-cus...


En esta entrada iré colocando recetas y recursos en consonancia con el título de la entrada. Son el resultado de pasar desde los diez y seis años muchos días en la montaña y en el mar. En la montaña fines de semana, en el mar más días. Luego, solo en casa muchos años. Y siempre debía comer por lo menos una vez al día... ¡Qué agobio!

Como previa debo advertirte que soy un hombre adulto, por lo que debo comer para mantenerme, no para crecer. Sí soy muy activo. No tengo por ahora alergias conocidas a alimentos y sólo estoy afectado por secuelas que no creo deban condicionar mi alimentación. mi naturaleza frugal y soy abstemio. Como por necesidad, no por placer; si hubiera pastillas que suplieran las comidas recurriría a ellas. Con tantas miserias entenderás que cocinar sea para mí una tortura. Si ese es tu caso, ve pasándote por esta entrada. En caso contrario sal corriendo.


ARROZ A LA CUBANA “sui géneris”.

Arroz a la cubana "sui géneris" (decoración gentileza de Angélica Regidor).

Antes lo hacía con olla exprés, pero esa olla me ocupaba mucho espacio en el barco y la tiré. Ahora utilizo una olla con un difusor debajo para hacer más difícil que se pegue el arroz si me despisto, que es siempre.

Una medida de arroz por dos iguales de agua. Un chorro de aceite y al fuego. Lo tapo. Cuando hierve bajo el fuego y tengo ojo hasta alcanzar el punto. Es como el juego del siete y medio; si no llegas es malo, si te pasas es peor. Con el tiempo, el olor te orientará.

Lo más importante es que cuando creas que está en su punto, sin tocarlo,  lo dejes reposar como mínimo cinco minutos. No te pases no vaya a enfriarse. No le pongo sal, porque como sin sal.

Si eres muy sofisticado antes de echar el agua al arroz pasa éste por la sartén (yo lo hago en la misma olla para fregar menos) con un ajo, sal y un chorrito de aceite y le das vueltas hasta que coja un poco de color, o no, hasta que creas que ha tomado el gusto. Si no lo ha tomado a mí me da lo mismo, tengo un paladar de Uralita.

No le pongo plátano (el arroz a la cubana lo lleva), por que me da asco el plátano frito, aunque sea una variedad especial de plátano, que no conozco ni sé donde encontrar.

Una vez listo al bol (lo prefiero al plato) y añades tomate frito de lata, el que te guste. Yo no caliento el tomate para no perder el tiempo ni ensuciar cacharros. además el tomate al calentarse salpica mucho y lo marranea todo; aprovecho que el arroz está caliente para que se temple el tomate.

Si tienes visita de mucho compromiso o celebras tu santo, fríes un huevo y lo pones encima. Prefiero el arroz pasado al crudo, pues es más digestivo.

Utiliza arroz de procedencia conocida, por ejemplo de Valencia o Cataluña, pues esa planta tiende a acumular arsénico y un arroz de un país del tercer mundo sin garantías de control de la contaminación, es más barato, pero mata más.

Hidrátate bien en las próximas horas, el arroz es astringente.


GARBANZOS VIUDOS.

Postdata a 2020.03.31.
Garbanzos viudos.

Utilizo un frasco de garbanzos cocidos para evitarme la noche de remojo y la cocción. No tengo tiempo ni ganas.

Recordando a un viejo catedrático de microbiología al que por cortesía le aguanté una clase entera, lo primero que hago es abrir el tarro. Luego pongo los garbanzos en un escurridor y bajo el grifo los lavo con agua fría y sin presión, sin trastearlos demasiado  para que no pierdan sus fundas. Los dejo en el escurridor para que escurran bien toda el agua.

Mientras se escurren, quito las capas incomestibles de una cebolla grande y la corto lo más fino que sé. Luego en una sartén pongo aceite suficiente para que la cebolla cortada se empape de él. Enciendo el fuego y pongo el difusor. Fuego medio y la cebolla al aceite. El difusor (un trozo de hierro agujereado), hace gastar más energía porque retarda el calentamiento del cacharro en el que cocinamos, pero es una garantía para no quemar la comida.

A partir de aquí ya queda el proceso a la paciencia y apetito del que va a comer. El objetivo es que la cebolla se haga, lo que ocurrirá cuando vire su color de blanco a amarillo. Como me gusta mucho la cebolla no me importa que quede “al dente” forma cursi de decir algo cruda.

Durante el proceso voy moviendo la cebolla con una cuchara de palo para que no se queme y se haga toda por igual. Son críticos los primeros momentos, luego podemos remover eventualmente e incluso subir un poco el fuego; la cocina rupestre, sin aparatos y sin conocimientos, como es mi caso, exige presencia; el seguimiento de cerca subsana muchas deficiencias.

Cuando el color de la cebolla ha virado de blanco a amarillo sábana vieja, ya está pochada. Apagamos  el fuego. Es el momento de se echar los garbanzos y remover todo con cuidado para que confraternicen con la cebolla sin abandonar sus vainas por estética, pues luego todo va al buche. Si te pasaste con el aceite queda aquí disimulado. Y ya está. En esta ocasión espolvoreé una esquinita de “dado” que separé con índice y pulgar del dado grande, para dar un poco de sabor (de ordinario no lo haría, pero en esta ocasión había terceros).

El plato que quedó es el que te muestro arriba. No tenía presencia, pero estaba para comérselo de rodillas. Y es que yo como con la boca, no con los ojos.


Esto es un difusor, tecnología medieval que puedes comprar en "los chinos" por cuatro chavos. Siempre está oxidado; es por el efecto oxidante del fuego, no pierdas el tiempo dándole estropajo.

Es muy bueno comer legumbres al menos un par de veces a la semana, si no tienes indisposición hacia ellas. También es bueno conocer el propio organismo para orientar la alimentación. Entiendo por conocer a prestar atención al efecto que nos producen los distintos alimentos y luego documentarse sobre ellos. Hay que huir de los regímenes totalitarios en la política y de los regímenes obcecados en la nutrición; de todo, y poco.


MOZARELLA CON TOMATE Y PAN.


Postdata a 2020.04.16.


Mozzarella con tomate y pan.


A estas alturas habrás visto, querido lector o lectora, que el título de esta entrada no es metafórico; los platos que te presento son cutres, muy cutres, pero de eso se trataba. Ya te lo advertí.

Hoy te traigo un plato realmente elemental, miserablemente elemental, pero delicioso; queso con tomate y pan. El tomate que utilizo es “cherri”, porque así me ahorro trabajo pues basta con un corte.

La base es una bolsa de Mozzarella, mejor si es de búfala pues da el mismo trabajo pero para algunos está mejor. La Mozzarella se conserva en frío y en líquido. Abres la bolsa y escurres el queso, que pones cortado en un plato con el tomate cortado en dos, un chorrito de aceite y, si estas hiperactivo, una pizca de orégano.


Debes acompañarlo con pan blanco del día, abundante y crujiente.

Es una comida o cena fría, con lo que tonificará mucho así, de repente, pero es muy rica en componentes nutritivos. Como postre tomo medio kilogramo de yogur (Mercadona tiene envases de ese peso con sabor a frutas que son muy cómodos para tomar viendo la tele.) Luego a dormir o a pasar la tarde. Me da vergüenza pero lo digo; ¡lo riego todo con Trinaranjus de naranja bien frío, que aporta azúcar a mi malogrado cerebro! Al ser de naranja (sólo un discreto 10% de fruta), ayuda a evacuar (el limón es astringente, aunque acidifica la orina y previene o cura infecciones muy leves de orina).

CUSCUS CON SARDINAS.

Postdata a 2020.05.29.


Preparo un buen plato de cuscus y me lo sirvo con dos o tres sardinas en lata. En Almería lo acompañaba también con habas que había criado yo. Pero las habas que encuentro en el mercado son duras y sin aroma. El cuscus es sano y digestivo si no se tienen intolerancias.

Lo como en cantidad, porque esté pensado para eso, como la pasta. Si en un plato de pasta o de cuscus se ve el plato, es que la ración es escasa.

El cuscus no tiene problemas de preparación. Son cinco minutos desde que se coge la olla hasta que se empieza a comer. 

La primera vez da un poco de miedo por si te pasas o no llegas al punto, pero enseguida te percatas que has de ser muy bruto para errar. Con las sardinas has de cuidar de no cortarte al abrir la lata.

Como siempre, una docena de aceitunas aportan sabor y complementos que no se encuentran en otros alimentos. Un vaso de vino tinto para los no abstemios dará el toque de hierro necesario.

De postre yogur o una o dos piezas de fruta del tiempo, o un zumo de naranja.

Es éste un plato elemental y completísimo.


ALBÓNDIGAS, DE LATA, NATURALMENTE.


Albóndigas.

Porque si no son de lata, no son para vagos. Compras una lata de albóndigas en su salsa, sabiendo que estarán sobre condimentadas y duras, pero se trata de echar carne al buche, si eres carnívoro.

Haces un sofrito de cebollas como ya hemos visto y lo tienes separado. Abres la lata de albóndigas y tiras la mitad del condimento por el desagüe (mejor tirarlo todo pues es puro veneno para tus vísceras, pero a elegir). Pones las albóndigas y la mitad o lo que hayas decidido de su condimento, con tu sofrito de cebollas y lo tapas a fuego muy lento, con el difusor para que no se queme la cebolla. Así de diez a quince minutos, (a ver si ablandas un poco las albóndigas), vigilando que no se queme la cebolla,

Luego, a comer con mucho pan de trigo para mojar, el pan milenario del Mediterráneo, el que nos ha hecho lo imbéciles como somos, pero a la vez tan entrañables.

De postre yogur o fruta. Yo lo riego con Trinaranjus, ya lo sabes; ni gas ni más estimulante que el azúcar que es bueno, con moderación, para el cerebro. Siempre, todo, con moderación. Si los griegos y los romanos hubieran tenido neveras y Trina habrían sido abstemios. Los pueblos más civilizados, como los alicantinos, inventaron la horchata de chufa, a la que se dieron. Bueno. Quizás la inventaron los moros, pero no supieron  promocionarla, como con las Matemáticas.

viernes, 20 de marzo de 2020

¡Hola primavera! Etología humana.


Nueva cabecera de primavera.
Con la llegada de la primavera veo que se han ido de la cabecera el oso polar y la nieve.

Creo que ahora ya anda buscando miel y bayas por el bosque.

En su lugar ha aparecido este bodegón que tenía preparado mi hermana Carmen un día de 2003 en que la visité.

¿Qué cosas bonitas me trae la primavera?

Pues las flores, la luz, el calor, la vida,… y el recuerdo de Carmen, en la imagen de los frutos frescos de su bodegón.

Creo que deberías echar de menos alguna sensación de presencia en tu vida, querido lector.

Eso es bueno.

La verdad es que me choca esa ausencia, pero no me duele, en la acepción amplia de esa palabra. Me da fragancia.

Cito en ocasiones una observación que me hizo hace muchos años uno de mis mentores: El hombre no desciende del mono, tiende al mono. La sociabilidad y la creencia en lo trascendente son dos rasgos de humanidad, y en los dos vamos dejándonos jirones por el camino.

Espero que esta pandemia nos acerque más unos a otros (dejando siempre el metro y medio) no sólo saliendo a los balcones, sino también no acumulando víveres y cumpliendo con rigurosidad los consejos autorizados de lo que es mejor para todos nosotros. Y sintiendo de corazón el sufrimiento de los que están peor.

Postdata a 2020.11.17.

Al releer hoy esta entrada, veo que hago referencia a unas cabeceras a las que no tienes acceso. son estas:

Cabecera de primavera.

Cabecera de invierno.



martes, 17 de marzo de 2020

Gasterópodo fósil "Xenophora infundibulum " (Niebla-Murcia).



Xenophora infundibulum (Mioceno S. (hace cerca de seis millones de años, lo que lo hace un fósil muy joven) Niebla-Huelva), 9 x 7cm. en la parte inferior del fósil aparece pegada una Ostrea ( tercera fotografía). Este ejemplar de Xenophora ya fosilizó con ese añadido. Si consultas el género, que vive en la actualidad, verás que adhiere a la concha las de otros moluscos u otros objetos que encuentra, probablemente para aumentar su diámetro y con ello evitar en cierto grado que el agua la revuelque.  En este caso ha añadido peso a su base, desplazando el centro de gravedad hacia abajo, consiguiendo el mismo resultado.



lunes, 16 de marzo de 2020

Nido de araña " Filistata sp." , y algunos consejos para ir pasando la cuarentena del corona virus.


Hace unos días te contaba sobre una excursión que hice recientemente por el monte. Tras el paseo me quedó una duda en relación a una guarida que encontré; ¿quién ha hecho esta guarida? y en su defecto, ¿qué animal vive en ella ahora, si vive alguno?

Para intentar responder a esas preguntas, días después volví al lugar y las contesté parcialmente. Ya te comenté que un requisito imprescindible del naturalista es la paciencia y la constancia.

Todavía no he subido al blog esa respuesta parcial. Pero al resolver la duda se me planteó otra; me encontré con una peculiar tela de araña que te ilustro aquí. Le hice fotos y en una de ellas se ven las patas del animal, insuficiente para saber de quién se trata, pero tenemos pistas por la forma de la telaraña. Podría haberla incordiado para hacerla salir o, simplemente sacarla, pero como ya sabrás, querido lector, eso va en contra de mi concepto de ser un naturalista y preferí volver otro día a hacer guardia hasta que saliera.

Pero no puedo volver porque estoy confinado en casa por la cuarentena del corona virus. Sé que una salida clandestina al monte pasaría inadvertida para todos, pero no para mí. Somos animales racionales sociales y la sociabilidad pasa por la coherencia en el comportamiento y en la solidaridad. Sin eso no seríamos nada más que un grumo de gente sin futuro.

Por eso, me voy a echar a la piscina e intentar conocer de qué araña hablamos por el aspecto de la tela. Esto es muy arriesgado, pero estoy hecho a las conclusiones temerarias con la clasificación de serpúlidos sésiles marinos que me encuentro en restos de arribazón, basándome en la estructura de sus tubos calcáreos, lo que no es atinado para un científico, pero muy propio para un naturalista.

A lo que iba. El nido es probablemente de una araña de la familia de los Filistátidos, que fabrican esos nidos característicos. Probablemente sea una araña del género Filistata género representado en España por varias especies, una muy común que es la Filistata insidiatrix. Pero a esta especie le gustan los lugares umbríos y el nido está en un corte orientado a levante, es decir, muy iluminado casi todo el día. Probablemente no sea ella. Por eso debemos quedarnos por ahora en que la araña que me enseñó las patas en la foto es Filistata sp., es decir una especie por determinar del género Filistata.

Si acabada la cuarentena, sobrevivo, me desplazaré de nuevo al lugar, plantaré mi silla delante y esperaré a que salga de su nido para ver si la puedo retratar y traértela aquí.

Mientras dura la cuarentena y si la quiere sobrevivir, te recomiendo que cada día, si hace bueno, abras todas las ventanas de la casa y pasees por ella con objeto de no entumecerte, pensando con ilusión en el momento en que esto acabe. Si no guardas esta disciplina con rigor, cuando acabe la cuarentena no habrás cogido el incierto coronavirus, pero tendrás una depresión de caballo y tu sistema inmunológico estará por los suelos.


Si quieres recordar la entrada en la que te hablé de la paciencia en el naturalista, puedes pulsar aquí.

Si quieres recordar la entrada en la que te hable de la diferencia entre el científico y el naturalista, puedes pulsar aquí.

viernes, 13 de marzo de 2020

Tener un hijo, escribir un libro, plantar un árbol… y subir en globo.

Creo que en algún lugar de este blog ya he comentado este dicho popular que se refiere a lo que un hombre debe hacer antes de morir. Nunca encontraremos un hombre completo si "tener un hijo" es literal. En este caso, sólo puede haber mujeres completas. En mi búsqueda de la perfección, aún sabiendo que en el estado actual de la ciencia me va a costar tener el hijo, monté en globo.


Se puede montar en globo en muchos lugares y siempre por poco dinero. Lo que puede costar más dinero es el desplazamiento hasta el globo si el lugar está lejos. Elegí Capadocia (Turquía) por la región y porque aprovechaba otro viaje, con lo que pagaba dos por uno. Al principio lo del globo me parecía una tontería, pero estaba equivocado. Debo señalar que Capadocia y Turquía en general, son lugares emblemáticos para los cristianos. También puedes montar en globo en la Cerdaña y aprovechar para visitar el románico catalán. Puedes decirme con razón "¡no es lo mismo!". Pero te diré, "efectivamente no es lo mismo, pero no desmerece".




"…2007 Sobrevolamos Capadocia en globo... Vemos amanecer y un incidente nos hizo alargar el vuelo media hora. Luego escuchamos Misa en una iglesia que no ha interrumpido el culto desde el s. III…"

Postdata, a sábado 14 de marzo de 2020.  Acabo de releer esta entrada pues quiero aprovechar esta cuarentena por la peculiar gripe de un coronavirus, para intentar hacer algo de provecho para los que estéis aburridos como yo.

He visto que la entrada es demasiado escueta. Creo que ha sido por prudencia, pues tenía mucho que decir pero no quería abusar. Quiero añadir que es un viaje muy interesante, aunque en la situación política de esa zona, hoy demasiado arriesgado, hasta el punto de que quizás no se pueda realizar.  Lo emprendí a través de una comunidad misionera que lo planteó como una peregrinación, lo que me permitió conocer escenarios del s. I d.C. e inmediatamente  posteriores, a la vez de hacerme una idea de la idiosincrasia del mulsumán, el oriental,  y compararla con la del cristiano, el occidental. Pura genética.

Viajar debería ser una disciplina obligada en la educación básica, pues por tendencioso que sea cicerone, la realidad siempre salta a la vista. Y ver la evidencia no debe suponer crear antagonismos, sino asumir esa realidad y crecer sabiendo que existe una diferencia entre personas distintas en la forma, pero iguales en la naturaleza.


Capitel de dos mil años tratado como si fuera un trozo de pared vieja. La sensibilidad hacia la historia del mundo árabe actual, es como la de la cristiandad hace doscientos años. Es un problema de tiempo.
Este andamiaje tenían instalado los turcos desde hacía lustros, en  la antigua Catedral cristiana de Santa Sofía cuando la visité. Justificaban los turcos semejante mamotreto, por unas goteras en la cúpula. Nada justificaba ese andamiaje indefinido, salvo que se quisiera quitar la perspectiva del mayor templo que resistió el paso del tiempo de pie, construido por católicos, cuando las mezquitas musulmanas, mucho más pequeñas, fueron víctimas de terremotos e inclemencias, salvo la Mezquita Azul, más pequeña que Santa Sofía. Con el andamio se evita ver la mayor grandiosisad de Santa Sofía.
Arriba, la preciosa Mezquita Azul, que no necesita del mezquino truco de afear la Catedral de Santa Sofía, para resaltar su valor arquitectónico y místico.


Por cierto, empezaba esta entrada diciendo "Creo que en algún lugar de este blog ya he comentado este dicho popular que se refiere a lo que un hombre debe hacer antes de morir." Pues bien, acabo de encontrar dónde. 


 Si quieres ver otro lugar de este blog donde aparece lo del hijo, el árbol, el libro y el globo, haz “clic” aquí.

jueves, 12 de marzo de 2020

Ave marina petroleada, arao común (“Uria aalge”) (Costa Brava. Gerona).



Las plumas en las aves les son imprescindibles para vivir, pues les ayudan a mantener temperatura del cuerpo entre otras cosas, y en el caso de las aves marinas además les aíslan del agua y favorecen su flotabilidad. El petróleo y cualquier elemento que las ensucie o impida retener aire, las hace inoperantes para su función y eso lleva, a corto plazo, a la muerte del ave. En estas fotos vemos un arao común (Uria aalge) con buena parte de sus plumas manchadas de petróleo que flotaría en el agua o estaría acumulado en la playa. Las fotos son del ornitólogo y compañero José Torrent.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Lagarto ocelado, “Timon lepidus” (=“Lacerta lepida”).


El paciente y valeroso Antonio, con un lagarto ocelado en las manos (Sentmenat. Vallés Occidental. Barcelona).
Lagarto ocelado, Timon lepidus (=Lacerta lepida).

Es el lagarto mayor de Europa, pudiendo alcanzar los 80 cm., aunque su talla normal es de unos 20 cm.  En mi cortijo de Níjar (Almería), estuvo “viviendo” un tiempo dentro de casa, un lagarto ocelado que alcanzaba con holgura los 80 cm. (no me acerqué a medirlo, estimé su envergadura por la longitud del mueble bajo el que se escondía).

Geoda de amatista (Minas Gerais. Brasil).

Vista frontal de la geoda.
El peso de esta geoda es de 50 Kg, y su color excelente. Estaba expuesta con la referencia 1409, en el Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar.  
Vista dorsal de la geoda.


martes, 10 de marzo de 2020

Libros para disfrutar la naturaleza.


Restos de arribazón, señales y pistas de las playas del Mediterráneo.

Hay muchos libros para entretenerse y conocer la Naturaleza.

Aquí te atraigo unos pocos que a mí me sirvieron en su momento. La mayoría de los que me sedujeron para entrar de cabeza en en este mundo, se perdieron en el expolio que sufrió en Almería mi biblioteca de más de tres mil ejemplares sobre el tema.

Algunos de ellos eran verdaderamente raros, lo que en este caso no tiene demasiada importancia, porque no te los podría aconsejar ya que no los podrías encontrar.

Tenía una buena sección sobre libros de naturaleza dirigido a niños, que cultivé pensando en mis hijos, entonces presentes y futuros.

Vamos al lío.



 La editorial ya no existe. El propietario era un señor catalán, del que me comentó un conocido común, algunas peculiaridades de su carácter, entre ellas que era un gran amante de los libros.

Editó éste en español, traducido del original alemán.

Los autores eran oceanógrafos de prestigio y el libro es una verdadera joya.

Lo compré cuando se editó, encargándolo a una bibliotecaria que regentaba una librería en la calle Diputación de Barcelona, entre las calles Bruch y Lauria.

Le costó varias semanas encontrarlo, pero al fin me consiguió un ejemplar, que es éste, que conservo como oro en paño.

La bibliotecaria será nonagenaria o el mundo de los libros habrá perdido una amiga entrañable. Su biblioteca, hace tiempo que desapareció. 

No perdí el libro en el expolio, porque lo llevaba en el barco como libro de consulta. Tenía anexa una lámina plastificada con algunas especies representadas.

Salvo algunos detalles de nomenclatura, está muy al día.

Si lo encuentras en Internet a precio razonable, no dudes en comprarlo si te interesa el tema.



  
Como casi todas las guías de campo de la editorial Omega, es cara pero muy buena.

 


Esta colección original alemana es excelente.

La encontré, en el mercado del libro de ocasión del Mercado de San Antonio de Barcelona.

Esta colección estaba presente regularmente en ese mercado.

Creo que ya no existe ni el mercado. No lo sé. Verifícalo.

Al principio a precios excelentes, pero tras varios meses de  búsqueda insistente y comprar las que iban apareciendo, me subieron los precios... y es que en este mundillo nos conocíamos todos, porque éramos cuatro gatos.

Hay que vigilar la edición, pues algunos ejemplares están sin usar pero mal encuadernados, lo que los lleva al mercadillo.

Aún así, valen la pena. Tengo alguno en ese estado.


 Esta joya la encontré en una tienda de objetos de regalo y de playa en una tienda de Palamós, en la Costa Brava catalana. Pocas páginas, poco precio pero exquisito.

Si lo encuentras, aunque sea en un chino o algo caro, no dejes de comprarlo. 


 ¡Otra vez un libro de origen alemán!

El título alemán es Fauna del Mar Adriático, pero con ese título, en España no lo compra ni el Quico, por lo que el editor lo hizo revisar y lo amplió al Mediterráneo.

Desde mi humilde punto de vista es la mejor guía de campo de fauna mediterránea que ha caído en mis manos.


La compré nada más editarse, al tener ocasión de verla en el Museo Geológico del Seminario de Barcelona.

Es la mejor guía de fósiles españoles que conozco. Su alternativa es perderse en una biblioteca especializada.

La encuadernación es deplorable.

Tengo acceso a la Biblioteca del Museo Geológico o a molestar a sus amables especialistas, pero antes consulto esta Guía, intento luego concretar en Internet, y si todo esto fracasa, me desplazo al Museo.

Si quieres saber sobre el Museo Geológico del Seminario de Barcelona, pulsa aquí.

(Continuará...)

Postdata, a 2022.12.03.

 Revisando hoy esta entrada, ¡me percato del "continuará"!

¡Menudo patinazo! Siento no haber continuado en su momento, pero voy a intentar hacerlo ahora.

Como soy así de cándido, me acabo de dar cuenta de que estaba haciendo publicidad gratuita de libros en el blog.

Para los libros de editoriales que ya no existen o de difícil comercialización, no me importa, pues es darles un empujón.

Pero para libros de editoriales solventes, con mucho prestigio y sólidas finanzas, estoy haciendo el canelo.

En el futuro seguiré actuando igual para los insolventes, pero si alguna editorial pudiente quiere que le comente un libro, deberá ofrecerme un ejemplar como compensación. Es un trato habitual.

Debo advertir que mi criterio suele ser sólido pues llevo una vida tratando con libros y naturaleza.

A la vez es un criterio muy independiente, pues llevo la misma vida, siendo un hombre libre.

No tengo pelos en la lengua, pero soy un ciudadano muy educado.

Dicho esto, voy a hablar de mis libros, algunos de los que ves en la columna de la derecha de la portada del blog.

La mayor parte de ellos verás que no tienen precio.

Y es que soy escritor, no vendedor.

No sé vender.

Quizá en algún momento me decida a ofrecerlos a cambio de un donativo. Ya veremos.

Inicié esa colección de guías de campo de la naturaleza, inspirado en unos libritos que compré hace muchos años en el museo oceanográfico de Mónaco.

Quería editar unas guías sencillas y cortas (un máximo de 50 páginas), para que resultaran muy baratas. Lo cuento en otro lugar del blog.

Pero ya no hay nada barato.

Algunas las he autoeditado pero ahora, aun así, resultan muy caras (cerca de los 20 € de media de coste, para las tiradas que puedo hacer).

Auto editaré alguna más.

Como vía alternativa, intentaré donarlas en formato digital.

Te recomiendo estas guías, pues tienen el gran valor, que son lo que digo de ellas.

De cada una defino su contenido y lo que entiendo que es su interés, obviando sus valores que sé que tienen pero que no publicito pues soy el autor y por pudor, creo que no debo entrar en cuestiones subjetivas.

Con esto doy por cumplido el "continuará".



jueves, 5 de marzo de 2020

Calçotada.

Si el que corre es un corredor, el que bebe un bebedor y el que nada es un nadador, ¿por qué el que come no es un comedor, sino un comensal, y es el comedor dónde se come? Pero me estoy perdiendo… Lo que quería decir es que el otro domingo fui a una calçotada a can Comalada, Argentona (Maresme). ¿Qué es una calçotada? Esencialmente una reunión gastronómica en la que se comen calçots, que son cebollas jóvenes que se hacen al fuego . En Internet encontrarás profusión de detalles sobre esta comida, excusa de encuentro (trobada en catalán). Pero no voy a ser redundante con Internet. Una de las peculiaridades de este blog es la originalidad, y te voy a contar mi calçotada.
"La calma antes de la tempestad".

Nos reunimos sobre unas ochenta personas (según la guardia urbana, o unas dos mil, según los organizadores), en un terreno abierto flanqueado de cipreses, árbol tradicional de la hospitalidad, y una encina probablemente centenaria. No podía ser mejor escenario físico. El fuego se hizo en lugar resguardado a tal efecto, para evitar sustos con las llamas, especialmente en días ventosos como fue el de autos. ¡Excelente!

Presidiendo es espacio había una caseta de obra con puerta de cristal que dejaba ver en su interior una imagen de la Moreneta, advocación de la Virgen María, Patrona de Cataluña, que se venera en la Montaña de Montserrat. Con semejante presidencia, no podía ser aquel terreno mejor escenario espiritual. Como este blog es de naturaleza, me veo obligado a matizar que, en realidad la Montaña de Montserrat no es una montaña, sino un relieve, pero otro día hablaré de Montserrat.

Ya tenemos los comensales, que no comedores y el comedor, que no comedero. Con esa primera parte contratante dispuesta, nos queda disponer de la segunda parte contratante, los calçots.



Se contaban por docenas, atados en hatillos, para ser extendidos ordenadamente sobre unas parrillas,  como sardinas en lata, por voluntarios. Para mí ya sería suficiente, y más en  cuaresma, pero la tradición exige que esta deliciosa comida vegetariana se complete con butifarra, un embutido del cerdo. ¡Pues también la butifarra a la parrilla!
Complementos indispensables de los calçots, la butifarra y la salsa romesco.

En el entretanto otros voluntarios han encendido las brasas. ¡Nada de alcohol de quemar! ¡Encendido tradicional! … ¿Qué no prende?... bueno, un poquito de alcohol, ¡pero un chorrito nada más!

Ya se están haciendo las carnes y los vegetales. Las llamas calientan las primeras capas de la cebolla, pero el interior ha de quedar hecho y tierno. ¿cómo se le da el punto? Con experiencia y con miedo, experiencia para no incurrir en el miedo de ser vapuleado por chapuza por una tropa de comensales frustrados.

Cuando todo está listo, ¡a comer!, al modo cómo se comen los calçots! El día acabó como empezó, muy bien tirando a excelente.


Así o peor acaban las manos. Incluso los más ortodoxos y pulcros utilizan baberos para no mancharse la pechera.