Si
el que corre es un corredor, el que bebe un bebedor y el que nada es un
nadador, ¿por qué el que come no es un comedor, sino un comensal, y es el
comedor dónde se come? Pero me estoy perdiendo… Lo que quería decir es que el
otro domingo fui a una calçotada a can Comalada, Argentona (Maresme).
¿Qué es una calçotada? Esencialmente una reunión gastronómica en la que se
comen calçots, que son cebollas jóvenes que se hacen al fuego . En Internet encontrarás
profusión de detalles sobre esta comida, excusa de encuentro (trobada en
catalán). Pero no voy a ser redundante con Internet. Una de las
peculiaridades de este blog es la originalidad, y te voy a
contar mi calçotada.
"La calma antes de la tempestad".
Nos reunimos sobre unas ochenta personas (según la guardia
urbana, o unas dos mil, según los organizadores), en un terreno abierto
flanqueado de cipreses, árbol tradicional de la hospitalidad, y una encina
probablemente centenaria. No podía ser mejor escenario físico. El fuego se hizo
en lugar resguardado a tal efecto, para evitar sustos con las llamas,
especialmente en días ventosos como fue el de autos. ¡Excelente!
Presidiendo es espacio había una caseta de obra con puerta de cristal que dejaba ver en su interior una imagen de la Moreneta, advocación de la Virgen María, Patrona de Cataluña, que se venera en la Montaña de Montserrat. Con semejante presidencia, no podía ser aquel terreno mejor escenario espiritual. Como este blog es de naturaleza, me veo obligado a matizar que, en realidad la Montaña de Montserrat no es una montaña, sino un relieve, pero otro día hablaré de Montserrat.
Ya tenemos los comensales, que no comedores y el comedor, que no comedero. Con esa primera parte contratante dispuesta, nos queda disponer de la segunda parte contratante, los calçots.
Se contaban por docenas, atados en hatillos, para ser extendidos ordenadamente sobre unas parrillas, como sardinas en lata, por voluntarios. Para mí ya sería suficiente, y más
en cuaresma, pero la tradición exige que
esta deliciosa comida vegetariana se complete con butifarra, un embutido del
cerdo. ¡Pues también la butifarra a la parrilla!
Complementos indispensables de los calçots, la butifarra y la salsa romesco.
Complementos indispensables de los calçots, la butifarra y la salsa romesco.
En
el entretanto otros voluntarios han encendido las brasas. ¡Nada de alcohol de
quemar! ¡Encendido tradicional! … ¿Qué no prende?... bueno, un poquito de
alcohol, ¡pero un chorrito nada más!
Ya
se están haciendo las carnes y los vegetales. Las llamas calientan las primeras capas de la cebolla, pero el interior ha de
quedar hecho y tierno. ¿cómo se le da el punto? Con experiencia y con miedo,
experiencia para no incurrir en el miedo de ser vapuleado por chapuza por una
tropa de comensales frustrados.
Cuando todo está listo, ¡a comer!, al modo cómo se comen los calçots! El día acabó como empezó, muy bien tirando a excelente.
Cuando todo está listo, ¡a comer!, al modo cómo se comen los calçots! El día acabó como empezó, muy bien tirando a excelente.
Así o peor acaban las manos. Incluso los más ortodoxos y pulcros utilizan baberos para no mancharse la pechera.
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