Hace
unos días te contaba sobre una excursión que hice recientemente por el monte.
Tras el paseo me quedó una duda en relación a una guarida que encontré; ¿quién
ha hecho esta guarida? y en su defecto, ¿qué animal vive en ella ahora, si vive
alguno?
Para
intentar responder a esas preguntas, días después volví al lugar y las contesté
parcialmente. Ya te comenté que un requisito imprescindible del naturalista es
la paciencia y la constancia.
Todavía
no he subido al blog esa respuesta parcial. Pero al resolver la duda se
me planteó otra; me encontré con una peculiar tela de araña que te ilustro
aquí. Le hice fotos y en una de ellas se ven las patas del animal, insuficiente
para saber de quién se trata, pero tenemos pistas por la forma de la telaraña.
Podría haberla incordiado para hacerla salir o, simplemente sacarla, pero como
ya sabrás, querido lector, eso va en contra de mi concepto de ser un
naturalista y preferí volver otro día a hacer guardia hasta que saliera.
Pero
no puedo volver porque estoy confinado en casa por la cuarentena del corona
virus. Sé que una salida clandestina al monte pasaría inadvertida para
todos, pero no para mí. Somos animales racionales sociales y la sociabilidad
pasa por la coherencia en el comportamiento y en la solidaridad. Sin eso no
seríamos nada más que un grumo de gente sin futuro.
Por
eso, me voy a echar a la piscina e intentar conocer de qué araña hablamos por
el aspecto de la tela. Esto es muy arriesgado, pero estoy hecho a las
conclusiones temerarias con la clasificación de serpúlidos sésiles marinos que
me encuentro en restos de arribazón, basándome en la estructura de sus tubos
calcáreos, lo que no es atinado para un científico, pero muy propio para un
naturalista.
A lo
que iba. El nido es probablemente de una araña de la familia de los Filistátidos,
que fabrican esos nidos característicos. Probablemente sea una araña del género
Filistata género representado en España por varias especies, una
muy común que es la Filistata insidiatrix. Pero a esta especie le
gustan los lugares umbríos y el nido está en un corte orientado a levante, es
decir, muy iluminado casi todo el día. Probablemente no sea ella. Por eso
debemos quedarnos por ahora en que la araña que me enseñó las patas en la foto
es Filistata sp., es
decir una especie por determinar del género Filistata.
Si
acabada la cuarentena, sobrevivo, me desplazaré de nuevo al lugar, plantaré mi
silla delante y esperaré a que salga de su nido para ver si la puedo retratar y
traértela aquí.
Mientras dura la cuarentena y si la quiere sobrevivir, te recomiendo que cada día, si hace bueno, abras todas las ventanas de la casa y pasees por ella con objeto de no entumecerte, pensando con ilusión en el momento en que esto acabe. Si no guardas esta disciplina con rigor, cuando acabe la cuarentena no habrás cogido el incierto coronavirus, pero tendrás una depresión de caballo y tu sistema inmunológico estará por los suelos.
Mientras dura la cuarentena y si la quiere sobrevivir, te recomiendo que cada día, si hace bueno, abras todas las ventanas de la casa y pasees por ella con objeto de no entumecerte, pensando con ilusión en el momento en que esto acabe. Si no guardas esta disciplina con rigor, cuando acabe la cuarentena no habrás cogido el incierto coronavirus, pero tendrás una depresión de caballo y tu sistema inmunológico estará por los suelos.
Si quieres recordar la entrada en la que te hablé de la paciencia en el naturalista, puedes pulsar aquí.
Si quieres recordar la entrada en la que te hable de la diferencia entre el científico y el naturalista, puedes pulsar aquí.
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