Páginas

viernes, 29 de abril de 2022

Medusa Pelagia noctiluca.

 

Medusas Pelagia noctiluca.

Medusa Pelagia noctiluca.


La medusa luminiscente (Pelagia noctiluca) es una de las medusas más urticantes del Mediterráneo, si exceptuamos a la fragata o carabela portuguesa (Physalia physalis), que no es propiamente una medusa, que es muy rara en las costas mediterráneas y su contacto puede ser mortal.

Para una persona adulta y sin problemas alérgicos, el contacto con Pelagia es molesto y quizás doloroso.

 A diferencia de las demás medusas, el desarrollo de Pelagia no pasa por la alternancia de pólipo-medusa, sino que pasa directamente a medusa.

Pelagia, es muy común en el Mediterráneo, aunque es una especie de alta mar.

A veces forma grandes enjambres. Puede llegar algún ejemplar suelto a la costa, empujado por el viento. Pero Pelagia aparece en los meses fríos, fuera de las temporadas de baño.

Si quieres ver escenas de esta medusa que te he subido a youtube, pulsa aquí.


jueves, 28 de abril de 2022

Cripsis; el don de la invisibilidad.

 

Palomas torcaces sobre robinia.

Los tonos grises de la librea de estas palomas torcaces que te costará ver en la imagen  (Columba palumbus), las hacen invisibles entre los claroscuros de las hojas de la Robinia pseudoacacia, sobre la que se posan.

Entre las ramas comen alimentándose de las semillas, socializan y descansan sin ninguna prevención.

La cripsis es un fenómeno muy común en la Naturaleza.

Si quieres saber más sobre cripsis, pulsa aquí

... o aquí.

Si deseas ver un video sobre el tema que te he subido a YouTube, pulsa aquí.


Postdata (2022.05.13).

No quiero dejar esta entrada sin dar unos datos y traer imágenes sobre este árbol, muy extendido en algunas ciudades europeas.

Robinia pseudoacacia o falsa acacia, es oriunda de los Estados Unidos, aunque se ha extendido por medio mundo.

Carece de espinas y se utiliza como planta ornamental y como árbol de sombra.

Su madera, aunque no sea noble, es de buena calidad.

Flores arracimadas, hojas con folíolos y frutos (legumbre) de robinia o falsa acacia.

Como verás escribo robinia con mayúscula y en negrita y con minúscula sin resaltar.

El motivo de esto es que uno de los nombres comunes del árbol es robinia, que coincide con su género Robinia.

Según la normativa internacional, el género debe ir en mayúscula y resaltado (en negrita o cursiva).

De esta forma, cuando escribo robinia me refiero al nombre común, salvo que empiece un párrafo, en cuyo caso lo escribiría con mayúscula, pero sin resaltar. En caso contrario, me estoy refiriendo al género científico.

Esto, que parecen tonterías, son criterios elementales y fundamentales a la hora de nombrar especies.

No tenerlos en cuenta significa ser un indocumentado.

Corteza del tronco de la robinia (Robinia pseudoacacia).

Y para finalizar, un toque romántico, con el siguiente video, dónde se aprecia el valor de esta planta como árbol de sombra:

Viento que pasa sin dejar huella.

 

A veces envidio la monotonía del viento.

En un paseo por los pantalanes de un puerto, puerta de la Costa Brava catalana, me senté un buen rato a ver como el insistente viento acariciaba, sin dejar huella, la lona de un barco amarrado.

Me pareció mucho trabajo, el del viento, para tan poco consuelo.

Pasé demasiado tiempo contemplando esta imagen, mientras pensaba que este viento de verano, como el agua del rio, mudaba constantemente el paisaje sin mudarlo.

Mucho trabajo para tan poca apariencia.

Nos pasa a menudo a los humanos, que nos empeñamos en laboriosos y largos proyectos, que aparentemente no dejan huella.

Pero no es así.

En el río, el paso del agua redondea los cantos del fondo.

Y la lona no será la misma después de haber sido agitada, durante días, por el viento del Sur.

Como la educación de un hijo.

O como el mantenimiento de este blog y los canales de YouTube relacionados.

laboriosos y largos proyectos, que aparentemente no dejan huella


Si quieres ver unas imágenes, para relax de los sentidos, que te he subido a YouTube, relacionadas con este viento de verano, pulsa aquí.


Postdata a 10/01/2024.

Esta mañana temprano, me ha despertado una de mis compañeras de piso y aburrido, he dado en pensar en el blog, viniéndome a la mente el video; Para relajar los sentidos, viento. que pasa sin dejar huella.

He pensado, ¿porqué gravé semejante tontería?

Creo que hoy, en el duermevela, lo he entendido.

A menudo me enfrasco en el trabajo y pierdo la noción del tiempo.

No computo el tiempo, pero mi cerebro está activo, trabajando en el aprendizaje.

Es algo muy común, a veces rayando en lo cómico; Javier A., uno de mis compañeros de escalada, se quedaba dormido o ensimismado en los puntos de reunión y me daba cuenta de ello cuando la cuerda de seguro hacía demasiada barriga; ¡Javier recupera!, le gritaba a cuanto daban mis pulmones.

A veces me ocurren ausencias, que vienen a ser lo mismo, pero distinto; oigo, veo y entiendo, pero no siento… Nada me induce a interesarme por lo que veo u oigo. Ni me interesa ni me importa. No soy consciente de que pase el tiempo.

Creo que esto, siendo menos frecuente, también es común.

Ese día del barco, me enfrasqué en un objeto que me inspiraba el paso del tiempo, sin moverse ni cambiar en lo esencial.

El viento era el testimonio invisible del paso del tiempo invisible.

Me pareció muy didáctico.

No sé cuánto tiempo estuve allí.

Por fin he quedado tranquilo, encontrando una respuesta razonable, de porqué rodé una escena tan insulsa.



lunes, 25 de abril de 2022

Espinas protectoras.

 

Rastro de caracol sobre el cactus Mammillaria spinosissima.

Un caracol ha deambulado sobre las agudas espinas del cactus Mammillaria spinosissima. Su baboso rastro lo pone en evidencia. 

Pero no ha podido acceder a la sabrosa carne del vegetal.

La trasformación de las hojas en espinas, es un recurso para evitar la excesiva evaporación en la planta adaptada a climas secos.

Y es a la vez una eficaz protección frente a la depredación.

Pulsa aquí para saber más sobre este cactus.

viernes, 22 de abril de 2022

Sobre la familia. Pacto para la vida y la dignidad. Barcelona. 2008.

Foto: Libre en Internet.

Hace tiempo que vengo enredando sin éxito en mis canales de YouTube, que abrí in illo témpore, con una intención que los acontecimientos frustraron.

Vuelvo a la carga, algo así como un fénix. Con calma y parsimonia, no sea que me dé un alifafe.

Trasteando, me he encontrado en el baúl de los recuerdos con un reportaje que edité en tres partes, sobre un acto muy sonado en su momento.

Se celebró en Barcelona y resultó un gran éxito para la Organización del evento.

Fue un trabajo de prueba que debía tener un futuro, que desarrollé luego con otros trabajos, creo que interesantes. Algunos aún inéditos.

No puse demasiado interés en difundir el reportaje, hasta el punto de que se ha pasado diez años durmiendo el sueño de los justos.

En su momento lo subí a YouTube, pero lo tenía bloqueados para su visualización.

Lo conservo grabado en alta calidad, aunque lo subí a YouTube con la calidad que la red me ofreció y supe interpretar.

Tengo guardados otra media docena de estos trabajos de temas varios, que los paso a las visitas incómodas para que no vuelvan a casa.

No, es broma. La verdad es que algunos me gustan más y otros menos.

No sé si acabaré subiendo esas reliquias a YouTube.

Pero lo que sí sé, es que hacer un vídeo largo cansa mucho y el receptor se aburre.

Estamos en un momento cultural en que incluso un gobernante o una persona de destacada relevancia pública, hablan en eso que llaman tuits, que es expresar lo que se piensa y sabe sobre un tema, en quince palabras o así. Es más fácil y menos comprometido, pero también pone en evidencia la capacidad del cerebro de esa persona.

Eso mola, pero mola más General Mola. (chiste de niños de mi infancia, que hoy es ininteligible incluso para un adulto).

Esa parquedad en la expresión es aberrante, pero tiene su lado positivo.

Por eso, me quiero pasar al lado minimalista, lo que supone para el espectador un sobre esfuerzo de interpretación.

Pero creo que quien sigue este blog, es de un perfil inteligente y no le importará.

Tengo dos dudas. No sé si alguien sigue este blog ( creo quede mis conocidos, nadie) y de si seré capaz de alcanzar el soñado minimalismo, habiéndome educado con la lectura de autores clásicos griegos y del Siglo de Oro español.

¡Triste bagaje para adaptarme a wasap!

 

Aquí acabo la entrada, no si antes remitirte al reportaje en tres partes del que te he hablado.

Es un testimonio de mi ya pasada vida maximalista, que doy por extinta.

Es un documento de consulta, un documento histórico de resultados sociales inciertos, para no decir inapreciables, salvo que marcó un hito para tres vidas concretas, que sepa.

Hay partes en catalán, a las que no he tenido ocasión de subtitular. Por favor, no lo tomes como una descortesía.


Si te lo tragas enteros, te puedes indigestar.

Pacto para la vida y la dignidad 2008 Parte 1 de 3

Pacto para la vida y la dignidad 2008 Parte 2 de 3

Pacto para la vida y la dignidad 2008 Parte 3 de 3

miércoles, 13 de abril de 2022

Cactus con flor de "papel". Mammillaria spinosissima y YouTube.

 

Mammillaria spinosissima.

Atractivas flores que parecen de papel, protegidas por agudas hojas transformadas en espinas.

 Estas espinas son adaptaciones a la sequía, del cactus Mammillaria spinosissima, endémico de México.

El género Mamillaria es el más grande entre los cactus, con más de 350 especies, que aquí me he atrevido a determinar.

Su nombre genérico se refiere al aspecto del órgano de las hembras de los mamíferos.

Los especialistas recurren a esta inspiración cuando se refieren a estructuras protuberantes, como por ejemplo los Cumulus mammatus, en referencia a nubes que aparecen con protuberancias colgantes como ubres, en la parte inferior.

La denominación de la especie spinosissima, hace referencia a la cantidad de espinas, que son hojas transformadas. Éstas dan una defensa cierta a una planta tan suculenta en las zonas áridas. De no estar bajo esa protección, acabarían rápidamente en boca de herbívoros y demás.

Gracias a que esta protección es tan efectiva, como he comentado, es el género más amplio de entre ese grupo de plantas.

Las flores son solitarias y completas, con simetría radial como en todas las cactales y de colores muy llamativos.

Naturalmente no son de papel; es esa una denominación romántica que he dado por la apariencia a golpe de vista.

El cactus las exhibe a los polinizadores protegidas por el denso cercado de espinas. 

Los cactus son oriundos del Nuevo Mundo, aunque están adaptados por doquier, a veces con demasiado éxito. 

Te he preparado y subido un discreto video a youtube, para que te hagas mayor idea de este cactus con flores tan bonitas.

Con la inestimable ayuda de mi hijo Antonio, reanudo en esta entrada una nueva etapa del blog, dinamizando los contenidos con videos que iré subiendo, D. m. a YouTube.

Ya había subido algún video, pero era algo aleatorio, sin un plan de trabajo.

Ahora, como los buenos de las películas americanas, tengo un plan.

Y cuando Flanagan, un bueno de Hollywood tiene un plan, entonces es letal, irreductible, imparable, triunfador. No importan los impedimentos.

Pues ahora, como Flanagan, tengo un plan. ¡Que se aparten los malos!

La pena es que no soy americano, ni me llamo Flanagan.

Soy español y me llamo Pepe.

¿No será un flan, lo que tengo?


Pulsa aquí, para conocer más sobre este cactus 


Pulsa aquí para ver unas escenas del cactus y sus flores, que he subido a YouTube,




domingo, 10 de abril de 2022

Mucho ruido y pocas nueces.

 

Nuez con inquilino.

Hoy es Domingo de Ramos. No te catequizo, te culturizo.

Dispersos por el blog narro numerosos detalles de mi vida, actividades profesionales y otras.

Ya he escrito por algún rincón, que uno de los objetos del blog es autobiográfico.

Por eso hablo de mí y de mis circunstancias.

No me cabe duda de que el blog me sobrevivirá.

Y cuando falte, quizás alguno de mis deudos se preguntará cosas que me me hubiera querido preguntar, pero ya no estaré para responderlas. Tendrá la opción de recurrir al blog.

Me pasa con mi padre y con mi abuelo, que no escribieron nada y no supe preguntarles, cuando convivíamos, cosas que hoy desearía saber.

Y eso me fastidia mucho.

Todos deberíamos escribir pensando en los que nos sobrevivan, porque todos tenemos algo que decir que puede ayudar a otros.

En mi época todavía existía la tradición oral y eso me ha ayudado mucho.

Pero hoy la incomunicación es el cáncer de la sociedad, que mina también a la familia, que es dónde se transmite la historia doméstica.

Todos tenemos un gran hombre escondido en nuestra alma y escribir es una forma de buscarlo.

Por eso hablo de mí, aunque todavía no haya sabido encontrar ese gran hombre.

Hablo de cosas en general buenas, pues las malas ya las improvisan y agrandan los que me rodean, que así es la naturaleza humana.

No pretendo parecerme a un taxidermista que conocí, que hablaba de él con un énfasis que daba vergüenza ajena, a pesar de que todo lo que decía era verdad.

Intento escribir sobre mi vida buscando el equilibrio entre la modestia (ciñéndome a los hechos sin valorarlos) y la verdad (con el mayor rigor que me permite mi memoria).

No me cuesta hacerlo, pues soy patológicamente modesto y quizás incluso incurro en un complejo de inferioridad, lo que sumado a un Asperger no diagnosticado, le quita mérito.

Hablar de mi como si fuera de otro, me resulta también sencillo, pues creo que disocio demasiado perfectamente mi personalidad.

En unas pocas líneas creo que me he definido como un buen prototipo de loco. No de loco de atar, pero sí de alguien algo rarito.

Recuerdo a un muy prestigioso psiquiatra barcelonés, que conocí con motivo de un evento muy concreto. Después de charlar un rato, me dijo: es usted un caso interesante para estudiar.

Le pregunté, ¿pagando usted o pagando yo?  Pagando usted, naturalmente, me contestó. Pues entonces no va a tener ocasión de estudiar el caso, le dije. Y ahí acabó mi relación con la psiquiatría.

Con esto quiero resumirte mi voluntad de explicarte cosas de mi vida.

Falta explicarte la intención de hacerlo.

Con el alejamiento de los hechos, soy consciente de que algunas cosas de las que te cuento, suenan a mucho.

Por eso lo acompaño con parte de la documentación que guardo al respecto.

Toda sería locura aportarla. Además de muy aburrido. Visto todo junto, desfigura mi verdadera personalidad, que tan mal he resumido en las primeras líneas.

Efectivamente he hecho lo que digo y mucho más que no digo. Casi todo para bien.

Es mucho para mi limitada persona.

Pero a pesar de ello, sólo soy un producto mediocre de la sociedad en la que vivo.

Además, lo he hecho todo sin ganas, como mercenario de mi cerebro.

Sin ilusión y sin ambición.

Por eso, una vez he triunfado en cada proyecto, lo he abandonado en pleno éxito, porque me aburre la monotonía y la falta de tensión que supone la meta lograda.

Luego, estos proyectos abandonados los han intentado continuar las hienas del sistema, personas politizadas, con muchos recursos pero sin ideas, con lo que los han malogrado.

Soy esencialmente un espíritu creativo.

Un artista fuera de corriente.

Un bohemio de la cultura, un eremita condenado a convivir.

Un luchador demasiado empático con el enemigo.

Un entrañable amigo del descartado, hasta que habla y descubre que no está donde quiere, sino donde puede.

Esa mi personalidad, es buena para los carroñeros, pero mala para mí.

Con todo lo que puedas leer en este blog, te harás, inevitablemente, una idea equivocada de mí.

No soy nadie, ni quiero ser nadie.

Porque ser alguien me aburre. Ya lo he sido y no me ha llenado.

Mi padre, con amor de padre, me lo dijo. No eres nadie.

Mi hijo José María, con desprecio de hijo, me lo dijo, No eres nadie.

Sólo mi amigo me conoce: José María, eres un superviviente, me dijo un día cuando lo vi después de salir de mi enésimo paseo por el filo de la vida.

Mi amigo no sabía, que mi último comentario había sido referido a él.

Creo que acertó, no soy nada, pero sí soy algo. Un superviviente.

sábado, 9 de abril de 2022

Lección básica de etología humana: La imprudencia de creer en Dios.

 

Foto: Libre en Internet.

Creer en Dios es una opción básica del hombre racional y libre.

Por regla general las personas con las que nos tropezamos suelen ser racionales y quizás, libres.

Creo que dentro de la racionalidad está la creencia en un principio creador. Lo he comentado en otros lugares de este blog.

Pero, así como veo racional la creencia en un ser inteligente superior que ha creado el mundo, creo que entra en otro nivel de discusión, determinar el nombre de ese ser superior.

Por descontado que, siguiendo el mismo criterio de racionalidad, quedan descartadas las creencias politeístas y aquellas que puedan relegar la naturaleza de ese ser superior, a algo práctico o material. Eso y nada es lo mismo.

Creo que hasta aquí todos estaremos de acuerdo, pues son muy pocos y elementales los pilares de este planteamiento.

Pero en cuanto ponemos nombre a ese ser superior, todo adquiere una complejidad enorme.

Porque al nombre le sigue la doctrina y a la doctrina los adoctrinados.

Cada vez que damos un nuevo paso en el conocimiento de ese ser superior, vamos comprometiendo más de nuestra mente libre, de nuestra libertad.

A medida que vamos avanzando en la búsqueda de la verdad, nos vamos alejando de aquel principio elemental, indiscutible y al parecer inofensivo, de si existe o no existe un ser creador, para irnos adentrando en el territorio de las religiones consolidadas.

Estas suelen ser una intrincada maraña de creencias y preceptos, que superan con mucho la capacidad intelectual de una persona normal, hasta el punto de que debe de aparecer la profesión de teólogo, que es quien explica lo incomprensible para una mente media, que ha optado por creer en la existencia de un ser creador.

En el camino de la búsqueda de un ser superior infinito por seres finitos, se van colgando de la idea esencial razonamientos, a veces extraordinariamente complejos, alejados de cualquier mente mediana.

Por eso las sociedades humanas, impacientes por conocer, se van alejando de esas complejas marañas de ideas y se van volviendo agnósticas, pues las parafernalias de lo que ven, ofuscan la esencia de lo que buscan.

Y el agnosticismo es el inicio del fácil camino a la irracionalidad.

Creo que al hombre le sigue interesando lo trascendente, pero lo que ocurre es que le abruma lo que sus semejantes especializados en el tema, han construido.

Por eso ha sobrevivido el cristianismo, porque al margen de las complejas estructuras que han edificado las partes más ociosas y bien pensante del sistema, alguien se ha ocupado en mantener y de dejar clara la norma esencial.

Ésta es muy simple y está al alcance de cualquiera que rumie un mínimo sus pensamientos.

¿Cuál es esa norma esencial del cristianismo?

Está resumida en los Diez Mandamientos, según dice la Historia y la Tradición, entregados por ese ser superior a Moisés.

Suena a colegio y efectivamente tienen el encanto de la supina sencillez.

Son la espina dorsal de la doctrina cristiana y están basados en la Ley Natural, que todos los racionales llevamos grabada y por lo tanto podemos entender aún sin estudiarla.

Estoy hablando de etología humana, no de teología ni de nada aparecido. Lo digo para los que ya estén preparando las cerillas para la hoguera.

Es decir, si alguien quiere estudiar sobre el futuro de las religiones debe profundizar antes en el conocimiento de la naturaleza humana. Y concretamente en el conocimiento del hombre de hoy que, desgraciadamente, o no, no es el mismo que el hombre griego o romano de la antigüedad.

Las religiones monoteístas son buenas y en el mejor de los casos alguna de ellas será la única cierta, pero quizás no dejen de ser una utopía.

Y como tal algo inalcanzable, algo por lo que tenemos que luchar, pero por lo que no debemos desesperar si no lo alcanzamos.

… Me he alejado del título y vuelvo a él.

La búsqueda de la verdad tiene su precio y cuánto más nos acercamos a ella, más nos complicamos la vida y más comprometemos nuestra libertad cierta, por una verdad especulativa. ... Si es cierto que nuestra libertad es cierta, sin el compromiso de buscar la verdad.

Quizás haya que pensar, en volver a los orígenes de los que tanto nos hemos alejado, guardando lo esencial, pero despojándonos del bagaje inútil que hemos ido atesorando en esta larga aventura de la vida.

¿Bagaje inútil?

El hombre ha evolucionado físicamente en su forma material.

De eso tenemos conciencia y algunos datos que nos ofrece la controvertida y creo que aún inacabada teoría de la evolución.

Pero nada nos ha interesado de lo que nos dice sobre la evolución de la conciencia.

¿No será todo ese bagaje inútil, restos arqueológicos de la evolución de la conciencia, que están esperando a ser interpretados?


viernes, 8 de abril de 2022

Etología y Teología; epilepsia y ateísmo.

 

Dibujo: Libre CD.

Atrevida combinación, que sólo podría salir de un sesudo teólogo o de un experimentado etólogo.

O bien de un insensato profesor de historia y economía, interesado por la Naturaleza.

Ya te he aburrido en otras ocasiones hablando del hombre y de su comportamiento trascendente, intentando compaginar nuestra naturaleza animal con la de ese adjetivo de racional, que inexorablemente nos acompaña.

Siempre he sido prudente al tratar el tema y no voy a dejar de serlo. Pues, aunque llevo años meditando sobre esa perspectiva del ser humano, avanzo despacio y a trancas y barrancas.

No porque nade contra corriente, sino también, porque hay tan poca agua en la que nadar, que a veces se me viene a la cabeza la imagen del pez, cuando pasa a pescado.

Parece qué algunos autores ateos achacan la creencia en la existencia de Dios, a una secuela de enfermedades como, especialmente, la epilepsia.

Es decir, Dios no existe, pero un epiléptico, por ejemplo, puede hacer crecer en su mente la imagen inexistente de Dios.

No sé cómo extrapolan esa condición y sensación personal a una teoría general.

Pero haciendo vista gorda, se podría llegar a la conclusión de que personas influyentes y con la suficiente capacidad intelectual, podrían hacer creer que una secuela enfermiza de un cerebro alterado, podría crear opinión en un determinado ámbito y de ahí extenderse a otro más general.

De entre las escasísimas razones que pretenden justificar la no existencia de Dios, quizá ésta se encuentre entre las menos disparatadas y absurdas. Pero creo que está también infundada.

La elección de la epilepsia, no es baladí.

De hecho, en la antigüedad se conocía la epilepsia como el gran mal o el mal de los dioses. El rey Saúl, Alejandro Magno, Julio César, Santa Juana de Arco, Isaac Newton y Dostoievski, fueron epilépticos célebres, entre otros muchos.

Se les atribuye la enfermedad, a Santa Teresa de Jesús y a San Pablo, también entre a otros muchos.

La epilepsia es una enfermedad sugestiva para levantar mitos.

Y probablemente no sólo por lo aparatoso y espectacular de las crisis epilépticas, sino también porque hilando fino, observadores cultos y meticulosos, pueden ver que además de esa expresión aparatosa, en la epilepsia, hay algo más sutil, que es una percepción especial y diferente del mundo.

El epiléptico puede llegar a ver y en consecuencia razonar las cosas con una óptica distinta.

No digo si mejor o peor, pero desde luego sí distinta y más concretamente, creo que con otro umbral de sensibilidad.

Pero eso no quiere decir que el epiléptico pueda elucubrar sobre una realidad falsa y ver un dios donde no hay nada.

En absoluto, creo que el epiléptico ve más allá, en lo que conoce, que otras personas que conocen lo mismo.

Voy a intentar explicarme.

En el ámbito de la religión, qué es en el que estoy discurriendo, un epiléptico que haya estudiado y profundizado en el cristianismo, por ejemplo, trabaja en una doctrina que puede ser conocida por todos, pues todos los que lo deseen tienen acceso a la Biblia.

Es decir, el conocimiento bibliográfico del Dios cristiano, puede ser el mismo que el de otro que haya estudiado con el mismo interés.

Pero no es la misma la sensación de integración con ese Dios cristiano al que ambos acceden.

La enfermedad en general y la epilepsia en particular, la hacen mucho más profunda.

Entra más en la intimidad la persona enferma, epiléptica en concreto por lo específico de esa dolencia, confundiéndola con su propia identidad.

Es decir, el epiléptico no se inventa un Dios, sino que conoce al mismo Dios que conocen quienes lo han querido conocer, pero de una forma más apasionada e íntima, quizás podríamos decir de una forma más mística.

Creo que se podría decir, en términos coloquiales actuales, de una forma más empática.

Para intentar acabar de explicarlo, la enfermedad no aporta ciencia o conocimiento que no aporte el estudio, sino que aporta otra sensibilidad para interpretarlo.

Por ahí fallan los argumentos de los ateos que intentan reducir la religión al producto de una situación enfermiza.

El cerebro del epiléptico no crea ni destruye, sólo interpreta.

De una manera más delicada. sutil y empática.

No conocía este argumento ateo y me sorprendió cuando se lo escuché en una conferencia a un teólogo católico.

Al momento me planteé si eso podía llevar a alguna parte.

Tras documentarme con lo que tenía a mano, llegué a la conclusión que te acabo de explicar.

jueves, 7 de abril de 2022

Kumato. Tomate.

 

Kumatos (variedad de tomate).

Esto que te represento arriba son kumatos, una variedad del tomate.

La veo a menudo en las tiendas y la he probado.

De hecho, los que ves arriba acabaron en mi panza, con aceite y pan.

Son buenos, aunque quizás encontré la piel un poco dura. Pero el sabor era bueno.

Está bueno el kumato.

Pero no es como el tomate que criaba en Almería, en mi secarral de Fernán Pérez. Eso sí eran tomates. No los he comido igual.

En aquel desierto pedregoso, criaba también unos guisantes como no los he probado igual.

Y habas.

Cuando era un niño, mi madrastra me decía a menudo; eres más tonto que una mata de habas.

Quizás esas plantas rengan una apariencia tonta, pero sus frutos, los de mis plantas eran deliciosos. Comida de reyes.

Cuidaba mucho mi tierra. En el pueblo me llamaban el catalán y creían que estaba loco porque labraba mi tierra en plena solana.

Una tierra de secano blanca, caliza, pedregosa, sobre la que tenía que pasar varias veces por el mismo lugar el motocultor, para que empezara a hacer mella en la corteza de la tierra.

Luego, cuando miraba atrás y la veía removida, me daba una entrañable sensación de triunfo.

Creían que estaba loco. Y quizás lo estaba, pero me querían, como yo los quería a ellos. Mucho.

Mis tomates sí estaban buenos. Se olían y su presencia y alegraba la vista.

Su carne era compacta, con textura de gelatina, no arenosa.

La piel, ni se notaba y cuando los mordías su olor se mezclaba con su sabor, de forma que los comías con todos los sentidos.

El kumato está bien, pero no es lo mismo.

Algunos lo consideran un transgénico, por lo que debe de estar prohibida su venta en algunos países europeos como Francia o Alemania.

El Kumato está bueno. Y aunque quepa la posibilidad de que mate a largo plazo, a mí me da lo mismo, porque el largo plazo ya está fuera de mi vocabulario.

Lo único que realmente me ha molestado del kumato, es que me ha traído a la memoria mis tomates de Fernán Pérez.

Y esos, como las golondrinas, no volverán.


viernes, 1 de abril de 2022

Taraxacum sp., (probablemente T. officinale), diente de león o achicoria amarga.

Taraxacum sp., (probablemente T. officinale), diente de león o achicoria amarga. Foto: Angélica Regidor.

Se le considera una
mala yerba, a pesar de sus numerosos usos medicinales y ser consumida en sus hojas como ensalada.

Ya he hablado de lo relativo y tendencioso de esa denominación de mala yerba.

Hay otros géneros similares, como Leontodon, Sonchus y Crepis, y dentro de ellos un gran número de especies y mucha confusión.

Esta es la imagen de un diente de león de libro, en este caso de película,  Uhmm, ¡el último diente de león de la temporada!, en un encuadre perfecto, que delata una circunstancia de hábitat, muy característica (creciendo entre las baldosas de la calle de un pueblo rural).

Me sorprendió lo expresivo y docente de la fotografía.

 Taraxacum se caracteriza por un tallo sin hojas, con una flor encima.

Pero no soy botánico y dado lo intrincado de estas florecillas amarillas, quizás me equivoco en la determinación.

Te reto a que indagues un poco en Internet. Ya te he dado algunas pistas.

Flor amarilla: Sonchus oleraceus (Cerraja).

Más "malas yerbas".