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lunes, 22 de abril de 2024

Coral fósil, Trochocyathus terquemi,

 

Trochocyathus terquemi.
Trochocyathus terquemi.

Eoceno inferior (Ilerdiense). Lérida (España). 10. mm.

Ingresó en mi colección por intercambio, con otros varios ejemplares, en 1996.



Darwin, el guanche y la evolución.

 

Cuando en el siglo XIX, Darwin sacaba lo que hemos acabado en llamar la teoría de la evolución, la iglesia católica quedó paralizada y se rindió preventivamente a la teoría darwiniana, que parecía que acababa con Dios y la trascendencia.

Eso debió divertir mucho a Engels y a Marx.

Pero de ello hace mucho y ya es toro pasado.

Desde entonces han sucedido muchas cosas en ese ámbito y el puzzle no es tan cómodo y sencillo como pretendían.

Primero, porque Darwin ha sido interpretado de mil maneras y probablemente ninguna traduce lo que él realmente pensaba.

Hoy en su teoría hay más política que ciencia.

A Darwin, como buen protestante, probablemente le hubiera dado un pasmo si le hubieran convencido de que su teoría ignoraba la creación del hombre por Dios. Es más, si que de ella se inducía, que Dios no existe.

Pero eran tiempos muy revueltos y cualquier castizo sabe que a río revuelto ganancia de pescadores.

Al paralís de la iglesia católica, que veía desmontados sus dogmas, siguió una reacción extemporánea que la dejó fuera de juego por falta de argumentos y razones.

Y así hasta hoy, en que, desde mi humilde parecer, la teoría de la evolución falla más que una escopeta de feria.

Eso no quiere decir que no la considere, sino que cada vez son más las voces documentadas, que están en contra de la interpretación que originalmente se le dio.

A eso sí me sumo.

Creo que la teoría de la evolución es, grosso modo, atinada, pero falta que aparezca quién haga luz sobre sus muchos puntos oscuros.

¿Podemos estimar en una o dos generaciones, hasta que ese científico aparezca?

Ya veremos.

Al paso que va la ciencia, creo que más una que dos.

¿En el entretanto, charlatanes teloneros? Muchos.

Por eso, en mi penúltima visita al museo geológico del seminario de Barcelona, me llamó la atención la ristra de cráneos, que se muestran en una vitrina de la entrada.

Este museo siempre ha sido crítico, como la ciencia exige, a cualquier planteamiento que el vulgo da por sentado.

Esa exhibición craneal, me recordó la, en su día, rendición preventiva frente a Darwin.

No porque diga algo, que como entonces no dice nada, sino que, sin discutir, sino simplemente, con una imagen, dice sin decir nada.

Y eso quedaría como anécdota de una derrota incondicional, si no fuera porque uno de los cráneos, creo que el único real, pues los demás son réplicas, pertenece a un guanche, a un nativo original canario.

No me entretuve en leer las etiquetas, sino que me atuve  simplemente a lo que me dictó el animador de la sala.

Debo ser demasiado sensible y empático, pero lo cierto es que aquello me dejó mal cuerpo.

Me dejó la misma sensación que cuando hace años vi al negro de Bañolas, en el museo de Bañolas.

He dejado dicho mis deudos que cuando muera, me quemen las huellas y me dejen tirado al lado de un contenedor.

Pero no se me ocurriría decirles que llevaran mi fémur para exhibirlo en una feria.

Ni mi fémur tiene nada de extraordinario, ni el museo es en absoluto una feria.

Pero sin duda entenderás, lector, lo que he querido decir con una expresión tan torpe.

Me parece de mal gusto e impropio de la institución que lo alberga, que ese cráneo guanche se utilice como reclamo, para conseguir una audiencia.

Hace años me planté ese proyecto para la sala cardenal Carles, aún sin estar de acuerdo con su esencia. Porque me parecía obligado presentar ese planteamiento de la evolución, debidamente discutido, en plafones objetivos.

Pero nunca me planté el colocar un elemento real de un cuerpo humano.

El proyecto no lo llevé a cabo por su elevado coste, aunque encontré réplicas de todos los cráneos más famosos.

Debidamente discutida y documentada, no es que sea una buena idea, sino que es una idea imprescindible, en un museo de paleontología que se precie.

Pero lo del guanche me parece excesivo y de mal gusto.

Al salir, dejé, en la hucha dos euros.

Veinte y cuatro años y dos euros.

Me pareció una alegoría divertida.


domingo, 21 de abril de 2024

El maravilloso misterio de la vida.

 


A Pilar.


La vida surge en lo imprevisto.

E igual desaparece.

Antes, debemos estar ilusionados para la sorpresa.

Y luego, debemos saber gestionar el recuerdo de la desilusión.

Y en el entretanto, disfrutar de ella.

Es el juego de la Creación.

Este juego sólo se puede alterar pidiendo el milagro. Quizás, en la soledad de la noche. Cuando en el silencio y la oscuridad, a espaldas del mundo que duerme, la oración es más eficaz.

Probablemente nunca leas esto, pero cada noche, pido el milagro.

Aunque sinceramente, creo que poco vale mi humilde empeño.


Luna y estelas. Foto: Angélica. Regidor.


sábado, 20 de abril de 2024

Graptopetalum superviviente.

 

Graptopetalum paraguayense. 

Al ver esta foto, en lo primero que pensé fue en la supervivencia.

Estas plantas de ambientes secos son capaces de acumular la suficiente agua como para crear una nueva generación, incluso estando ya en las últimas.

En el cortijo marcaba lindes y senderos, simplemente dejando caer pencas de Opuntia, que ellas solas se ocupaban de regenerar plantas grandes.

En la zona llovía muy poco y en contadas épocas, pero la humedad de la noche era suficiente.

A veces me siento Opuntia, aunque ocasionalmente tomo pizza, cosa que ella no hace.

Le bastan los nutrientes del suelo.

Los probaré.


Graptopetalum paraguayense


Geranio rosa, var. pensamiento.


A Rosi B. organista de mi parroquia, con respetuoso afecto y agradecimiento por sus oraciones, en el ya lejano 2014.


Geranio pensamiento.


Las rosas rojas son expresión de amor, generalmente mundano.

Institucionalizo aquí el geranio rosa, como expresión de afecto.

Concretamente este geranio, que creo que es el híbrido geranio pensamiento.

Algo así como el clavel, pero más platónico y menos vulgar.

Y además pensamiento, ese proceso cerebral hoy tan raro.

Pues eso.


 

viernes, 29 de marzo de 2024

Granate melanita, Murcia, 7 mm.

 

Granate melanita. Murcia.

Puñetera conciencia.

No me he podido quedar con el amarillo del narciso y he acabado con el negro de este granate.

Quedo tranquilo.

Es lo propio del día.


El amarillo del narciso, se refiere a esta entrada y su postdata.


Corazón de café.

 

Café amoroso.

Corazón de café, expresión de amor vana y superflua, con un alcaloide psicoactivo muy propio de los tiempos que corremos.

Hasta ese punto se ha trivializado un afecto que ya solo se esgrime, cuando se ha de pedir algo.

Probablemente. Quien lo servía, pedía una propina.


jueves, 28 de marzo de 2024

Sepia.

 

Una sepia triste y despersonalizada, me mira desde su lecho de hielo, preguntándome; ¿tu quoque, fili mi? No, un servidor no, sepia anónima, que solo vales tu precio.

Los que te venden, han de anunciar tu nombre y tu origen.

Pero aquí solo ponen tu precio. ¿Es caro o barato?

Pues no lo sé, depende de cómo te llames y de donde vengas.

Pero no te sientas discriminada.

Los mismos que te venden a ti venden, carne humana sin decir su nombre ni su origen.

Ni su precio de venta, porque la venden en subastas públicas y secretas.

Públicas porque son al mejor postor y secretas porque se hacen a escondidas.

No amiga sepia;

Ego sum solus testis.


lunes, 25 de marzo de 2024

Retama y semana santa.

 

Retama blanca, Retama monosperma, flor. Foto: Antonio Asensi.

Retama monosperma, fruto.


Retama monosperma, aspecto general de la planta florida.

Hoy me he desfondado.

Hace semanas que vengo fotografiando una retama que crece cerca de casa y que ha florecido.

Le pedí a Antonio que me hiciera unas fotos de las flores, con lo que he acabado de fotografiar todo el ciclo.

Tengo la planta insípida, el fruto y la flor.

Con todo eso había pensado realizar una entrada documentada con esas imágenes.

Pero claro, como estamos en semana santa y probablemente habrá visitantes creyentes, no creyentes y medio pensionistas, se me ha ocurrido relacionar la retama con la Biblia.

La retama es una planta triste pero útil, de manera que la Biblia la cita más por sus propiedades que por su belleza, que es poca

o mucha, pero que pasa inadvertida a un observador ocasional.

Habla de sus propiedades de arder fácilmente, con lo que en el desierto debía ser la mejor leña, si no la única y de su utilidad como escoba.

Aunque no relaciona estas propiedades con el nombre de retama. Aunque sí cita retama a secas en un par de ocasiones.

Bueno parecía que la entrada ya estaba hilvanada.

Pero no. La retama que te traigo no sé si es la retama judía.

Quizá por eso no la citen por su belleza cuando está florida.

La retama que cita la Biblia es probablemente otra retama común en el medio oriente.

Por eso, cuando daba la entrada por acabada, he visto que no estaba ni mediada.

Debía averiguar, cuál es la retama que prolifera hoy en Galilea y ver si es la misma que proliferaba hace dos mil años en ese mismo lugar.

Y ahí es donde me he desfondado.

No tengo ánimos para realizar ese ejercicio, pero quizás tú sí que los tengas.

He utilizado la versión de la Biblia que aparece en la página del Vaticano.

Está en español argentino y no sé si eso puede afectar al término "retama".

He encontrado información práctica en Jeremías, 17.6-8 y 48.6 (matorral), en Isaías, 14.23 (escoba), en Reyes, 1, 19, 4-5, en Job 30.4 y en Salmos, 120. (s.e.u.o.)

Perdona si yerro, pero es que no soy del oficio.

Si te atreves, puedes acabar lo que yo me he rendido.

Si lo consigues, me gustaría saber más.

En absoluto quiero condicionarte lo más mínimo.

Te dejo con mi entrada fracasada.


domingo, 24 de marzo de 2024

Seguridad social y un naturalista pachucho.

 


Escribía esto el día de mi santo, san José, pero no lo he podido subir hasta hoy. No importa porque no tiene actualidad. Es algo congénito.

Pero hoy es un día importante para mí.

Un día casi místico; he conseguido hablar con la persona que recoge los recados a la médica que me tiene asignada la seguridad social.

La oigo un par de veces al año. Me llama y me pregunta; ¿qué tal va todo José María?

Muy bien, le contesto siempre, para no estresarla, por los pocos minutos que tiene de visita.

Pues nada, me contesta agradecida; hasta dentro de seis meses.

Adiós, me dice.

Adiós, le contesto.

Como no se enteró de mi penúltimo ingreso en urgencias, hoy la he llamado para que se entere del último.

¡Y he conseguido dejarle el recado!

Quizás, porque es el día de mi santo, mi patrono me ha echado una mano.

O quizás, porque la seguridad social tiene anotadas las onomásticas de sus pacientes y esos días los trata bien.

Me recuerda, cuando en la república, los maestros pasaban por las clases de los críos, diciéndoles que pidieran caramelos a Dios y a Stalin.

Los que pedían caramelos a Dios, no recibían nada.

Los que se los pedían Stalin, los recibían.

La conclusión era clara, Dios no existe, Stalin sí.

Esto me crea un problema. ¿A quién debo agradecer que me hayan atendido en la seguridad social?

¿A san José o a Pedro Sánchez?

Postdata, mi patrón no debe ser muy influyente en la administración catalana.

Hasta hoy, no he tenido respuesta de la médica.

O a lo mejor, es que Sánchez es gafe para terceros.

Los niños de la república lo tenían más fácil.


sábado, 23 de marzo de 2024

Dr. Sebastián Calzada, escolapio.

 

Dr. Sebastián Calzada, escolapio.

En estas últimas semanas, he tenido ocasión de hablar con personas a las que, entre otras cosas, nos unía la relación con un nonagenario bueno y sabio; el Dr. en geología y teólogo, padre Sebastián Calzada, hasta hace nada y menos, director del museo geológico del seminario de Barcelona.

Hacía tiempo que no veía al anciano de noventa y dos años, pero en estos días he tenido ocasión de hablar con él un par de veces.

Antes había hablado con las personas que cito y todas me habían dicho que estaba mal.

Si no conociera la naturaleza humana, me hubiera sorprendido al verlo.

Con sus 92 años, acudió puntualmente a la cita, a la que vino y se fue en metro.

No usa bastón, se orienta perfectamente, me reconoció enseguida, echamos unas risas y estuvimos hablando de nuestras cosas, que él recordaba perfectamente, si bien con algunas lagunas que achicaba perfectamente en cuanto se lo recordaba.

Lo encontré como una persona perfectamente válida para la convivencia normal con personas de nivel intelectual alto o normal, incluso conmigo.

Naturalmente, no para realizar una actividad laboral, pero si para aconsejar y opinar sobre cuestiones técnicas y humanas.

Mis interlocutores me habían dicho que ya no es lo que era...

A la vista de mis encuentros, mis interlocutores estaban en baja forma o dislocados.

¡Claro que ya no es lo que era!

¡Si era una eminencia!

Y ahora, con, su merma, sigue dando mil vueltas a los que le achacan tanto achaque.

No me sorprendió.

Cuando en mi etapa profesional en el ayuntamiento de Barcelona, Pascual Maragall, el buen alcalde de la ciudad, me encomendó la tarea de gestionar asuntos de disminuidos físicos y psíquicos, me encontré con una fauna de cretinos a los que les daban mucho apuro, los paralíticos cerebrales, a los que tachaban, naturalmente en voz baja porque no era políticamente correcto, de subnormales profundos.

Me costó mucho hacerles entender, porque eran muchos a los que había que convencer, que en absoluto ocurría eso. Que el paralítico cerebral no controla sus movimientos, pero intelectualmente es como cualquier otra persona sin esa afección.

Y ahora me toca convencer a personas presuntamente normales, que la ancianidad merma fuerzas e inhabilita algunas funciones intelectuales y físicas pero, salvo que haya algún otro problema, el viejo no es un disminuido psíquico, es simplemente, un viejo.

Un viejo, que pasa de hacer jornadas de diez horas para tener méritos delante de su jefe, porque ya no es idiota y que pasa de hacer determinados trabajos intelectuales o físicos, porque ya no tiene las energías necesarias.

De ahí a que sea un inútil, hay un mundo.

Y hablo con autoridad en este tema concreto, porque soy protagonista de una situación análoga.

Ya he comentado y aunque no lo hubiera hecho, quien no lo tenga presente ha de hacérselo mirar, que disfruto de una disminución que acarreo desde niño, a la que se han sumado, a lo largo de mi vida, otras.

La medicación que tomo es agresiva y me afecta haciéndome lento de reflejos, al hablar y al obrar.

Por eso prefiero escribir.

Y me he dado cuenta que muchas de las personas presuntamente normales que me rodean, me toman por disminuido psíquico o algo semejante.

Si a ello sumamos mi edad, (probablemente tenga más tiempo por delante que el de muchos que me rodean, pues una de las cosas maravillosas de esta vida es la incertidumbre de la muerte), más de uno llegará a la conclusión de que quizás saliera más barato a la sociedad el quitarme de en medio.

Esa es la moda de la filosofía de la vida hoy, que presagia mal futuro  a los jóvenes.

Porque para una empresa guay, una persona de treinta años es ya una persona mayor y busca edades más cortas, con mucha experiencia, lo que es un absurdo.

Como es absurda toda esta sociedad decadente, que espero tener pronto la satisfacción de dejar.

Tranquilos que ese pronto pueden ser veinte años.

O más.

O unas horas.

En definitiva, que mi preceptor maestro y amigo no está tan mal, sino que lleva el ritmo natural de la vida.

Una vida de sabiduría y trabajo.

Probablemente, algún lector desorientado pensará; que mal tratan los curas a los colegas sabios de su entorno.

Pues no, despistado lector, pues tu escaso conocimiento de la iglesia es lo que te ha llevado a esa mala conclusión.

Entre las personas que cito al principio, ninguna era del gremio.

No he oído a ningún miembro de la iglesia, concretamente del seminario, decir una sola palabra negativa sobre la persona en cuestión. Ni una opinión velada o indirecta, a su capacidad o estado de salud.

Solo he oído comentarios de colaboradores seglares que aportan generosamente su trabajo y sus opiniones pusilánimes, al museo.

El padre escolapio Sebastián Calzada, hombre sabio y prudente, hasta hace poco, director del museo geológico del seminario de Barcelona, sigue siendo un hombre sabio bueno y prudente, pero siguiendo la magnífica ley natural, además, viejo.

Lleva su vejez con la dignidad con que la suelen llevar, los hombres viejos, consagrados al servicio de Dios.

Y muchos otros hombres, que viven y mueren con la dignidad de nuestra especie.

Si quieres saber más de paleontología y de muchas otras cosas,  puedes encontrar información, visitando la página web del museo.

sábado, 2 de marzo de 2024

Flor de queso.

 

Flor de queso. Foto: María Asensi.

El otro día, María me recomendó este queso.

Un manjar exquisito para acompañarlo de buen pan.

Es flor por la forma, no por la variedad.

Debo averiguar qué tipo de queso es.

Pero lo cierto es que el corte debe hacer mucho.

Es caro. Este trocito, cinco euros en un super de Barcelona.

Sólo para probarlo en ocasiones que lo merezcan.



Caracol marino. Murex.

 

Murex pecten.




Aspirante a fractal.

 

Piña de Pinus halepensis. Sierra litoral.

viernes, 1 de marzo de 2024

Palmera, Washingtonia filifera.

Palmera, Washingtonia filifera. (Maresme. Barcelona).
Palmera, Washingtonia filifera. (Maresme. Barcelona). (detalle).




 

jueves, 29 de febrero de 2024

Cobre nativo.

 

Cobre nativo.

Arriba, cobre nativo. 61 mm. Arizona. (EE.UU.).

Abajo, cobre nativo, lago Michigan (EE.UU.).

Estas formaciones tan vistosas de cobre nativo que encontramos en los comercios, han sido limpiadas por electrólisis. 


Cobre nativo.

Fósil. Dentalium striatolatissimun sexangulum.

 

Dentalium striatolatissimun sexangulum.
Dentalium striatolatissimun sexangulum.


Cenozoico. 53 mm.

Molusco del grupo de los escafópodos o colmillos.

El género ha llegado a la actualidad y son muy comunes.



miércoles, 28 de febrero de 2024

Cien mil vistas.

 

Cien mil vistas.


Imagino que, por una cuestión psicológica, me había puesto cien mil, como un número de vistas decente para el blog.

He llegado a las cien mil vistas y no siento nada.

¡Qué decepción! ¡Igual que el fin de año!

¡Tanta fiesta para que no cambie nada!

El único plazo que me da verdadera satisfacción, es el de prescripción de las declaraciones de la renta.

Bueno ya tengo cien mil vistas. ¿Y ahora qué hago?

¿Esperar a las doscientas mil?

¡Pues qué aburrido!

Quienes me quieren consolar, me dicen; ¿pero tú lo haces porque te gusta, no?

Pues sí.

Si no, sería masoquista.

Pero no me gusta trabajar sin objetivos y el próximo razonable sería 200.000 vistas.

Y eso es una pasada si no hay otro aliciente.

Un tema que da mucho de sí, es la política.

Podría hablar de lo animales que son los políticos.

Pero me parece un feo para los animales.

También está cada vez de más de moda lo de la comida con hierbajos y bichos.

Pero es una moda peligrosa.

Porque hay mucha gente que se cree que puede llegar a ser autosuficiente...

Como la que se compra un coche eléctrico o pone placas solares en su casa.

Esta creencia, normalmente va asociada a la conspiranoia y no quiero ayudar a encarecer más la seguridad social.

En fin, que se me presenta un futuro aburrido, a corto y medio plazo.

Porque a largo plazo, todos calvos.

Seguiré hasta que se me ocurra algo.

... Aunque tal como tengo el terrado, dudo que se me ocurra nada.

O esperaré a que surja algo nuevo.

... Aunque tal como está el panorama, quizás vale más que me quede como estoy.

En última instancia, siempre me queda el consuelo, de que menos da una piedra.

De cualquier manera, esta cifra de vistas, es más que suficiente como para enfrentarme a los 100.000 hijos gabachos de san Luis y devolver la libertad nunca perdida del blog.


Pan ruso de Rusia.

 

Hogaza de pan ruso.

Angélica conoce a una chica rusa que se llama Olga, que hace pan por afición culinaria.

Habrá muchas chicas rusas que se llamen Olga, pero menos que hagan pan.

Y si el pan que hace no es típico ruso, serán menos las que hagan este pan.

Pan con harina blanca, harina de centeno, harina integral y masa madre.

Te traigo una foto porque es un pan poco atractivo para nuestros ojos acostumbrados al pan blanco.

Bueno, ahora menos, porque en las panaderías venden mil clases de pan.

Pero a la mayoría, que hemos crecido viendo solo pan blanco, no nos resulta familiar.

Me preguntarás, ¿Es bueno ese pan tan oscuro?

Bueno, de bueno para el cuerpo, sin duda debe serlo, porque lleva muchos condimentos y todos ellos buenos.

Otra pregunta, es si está rico ese pan.

Ahí ya entra la subjetividad en la respuesta.

Para mi veterano paladar acostumbrado al pan blanco, prefiero el pan tradicional Mediterráneo.

Alimenta menos porque es solo a base de trigo, pero deja más margen al resto de sabores con los que se combina el pan.

Sobre todo si son sabores sutiles.

Este pan tan rico en condimentos, ofusca otros sabores con el suyo propio.

Pero tiene un encanto exótico que lo hace muy apetecible.

Me gusta untarlo y se unta bien porque es consistente.

El sabor es agradable, pero hay que aprender a conocerlo y hacerse con él.

A mí me ha llevado poco tiempo.

Lo hace una rusa, pero no sé si es un pan típico ruso.

Quizás lo sea porque es un pan muy contundente y en Rusia hace más frío que aquí.

Pero eso no debe engañarnos, porque en los países nórdicos se comen más helados que en el sur.


Belleza.

 

Salvia.

Malva.

Rodeado de tanta miseria, necesitaba algo de belleza para allanar mi alma.

Y me fui al puerto a ver barcos.

Vi barcos, pero era poco.

Y busqué más, en menos.

Dando con estas flores.

Te dejo sus nombres sencillos para no distraer tu atención.

No hace falta más.