Las
plumas en las aves les son imprescindibles para vivir, pues les ayudan a
mantener temperatura del cuerpo entre otras cosas, y en el caso de las aves
marinas además les aíslan del agua y favorecen su flotabilidad. El petróleo y cualquier
elemento que las ensucie o impida retener aire, las hace inoperantes para su
función y eso lleva, a corto plazo, a la muerte del ave. En estas fotos vemos
un arao común (Uria aalge) con buena parte de sus plumas
manchadas de petróleo que flotaría en el agua o estaría acumulado en la playa.
Las fotos son del ornitólogo y compañero José Torrent.
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