Revisado el 2022.08.03.
Hasta
dónde sé, mi iniciativa de de crear un grupo de Boy
Scouts del mar con barco propio fue pionera en España y no ha
tenido réplica hasta la fecha.
Para ello utilicé el buque-escuela CRIS-1, gestionado por la Asociación Vida Marina, Entidad que había creado, entre otras cosas, para canalizar actividades de este tipo.
Nada habría podido prosperar, si no hubiera coincidido en el tiempo o quizás fue su aparición el detonante, el que conociera a integrantes de una agrupación de
los Boy Scouts de España, creo recordar que en concreto a la Agrupación Gandhi.
Con el grupo scout y el barco se me ocurrió patrocinar algo que sabía existía en Europa, los Boy Scouts del mar.
La experiencia duró dos años, demasiado corta para lo que tenía previsto. Pero
en estos dos años se realizaron actividades muy bonitas, aunque no llegara a
cuajar el espíritu del CRIS-I en los jóvenes
participantes. El mundo del mar es demasiado duro para espíritus
pusilánimes o forjados en la molicie urbana.
Y si entonces no cuajó, hoy con el rumbo que ha tomado la sociedad y la
complejidad de la Administración, es probablemente un objetivo imposible
recrear la iniciativa.
El motivo por el que no cuajó como hubiera debido, dado el alcance y la marcha que tomó, se debió a circunstancias de causa mayor relacionadas con el momento histórico por el que pasaba España, relacionado con el terrorismo, que no me apetece explicar aquí.
Lo cierto es que perdí por los pelos el último momento histórico
en que hubiera sido posible este proyecto en España.
A pesar de que he hablado de que fue un momento de extrema oportunidad el que me permitió crear este grupo scout, lo cierto es que en 2021 volví a intentarlo, con otro grupo scout.
Y de nuevo otra circunstancia de causa mayor, la pandemia de la covid, impidió que fructificase.
Abundo en el fracaso, pero como buen superviviente, siempre, como el Fénix, reanudo el vuelo.
El nuevo proyecto es de otra envergadura, adaptado a los tiempos administrativos y legislativos, pero también apasionante.
Esta vez es con un barco a motor y con actividades que volverían loco a cualquier chaval con un mínimo afán aventurero.
Guardo en el corazón y en la mente el nuevo proyecto, aún sabiendo que quizás nunca se haga realidad.
Arriba,
otoño de 1985, primera salida operativa de los Boy Scouts del
Mar. (Foto: José Luis Fariñas).
Barco escuela CRIS1, embarcación de prácticas de los Boy Scouts del Mar de Barcelona. |
Barco escuela CRIS1, embarcación de prácticas de los Boy Scouts del Mar de Barcelona. |
Barco escuela CRIS1, embarcación de prácticas de los Boy Scouts del Mar de Barcelona. |
En las fotografías, el barco-Escuela CRIS 1, en 1986, frente a aguas de Mallorca, tripulado por Boy Scouts del mar.
La tripulación de boy scouts del mar reunidos tras la cena, en la cubierta del barco escuela CRIS 1. |
Arriba, Tripulantes boy scouts en la proa del CRIS 1, rumbo a Mallorca, durante el ocaso.
El responsable del grupo de Boy Scouts del mar al timón del CRIS 1. El gobierno del barco estaba a cargo de Asensi, con la titulación náutica adecuada para tal labor.
A lo largo del viaje, todos los scouts, chicos y chicas, se turnaron en sus guardias en el gobierno del barco, siempre bajo la supervisión del capitán Asensi, que dormía en cubierta y al que tenían la instrucción todos los tripulantes de despertar frente a cualquier alteración de la rutina en sus guardias de dos horas.
Nota de prensa, sobre la creación del grupo scout. |
Boy Scouts del mar de la tripulación del Buque-Escuela CRIS I en Cabrera (Islas Baleares). |
Boy Scouts del mar de la tripulación del Buque-Escuela CRIS I en Cabrera (Islas Baleares). |
Boy Scouts del mar, de la tripulación del barco escuela CRIS 1, jugando con una tortuga marina. |
Boy Scouts del mar, de la tripulación del barco escuela CRIS 1, jugando con una tortuga marina. |
Boy Scouts del mar observando una tortuga marina que han subido al buque-Escuela CRIS I, durante una travesía a Mallorca. Naturalmente la tortuga fue devuelta al mar tras unos minutos.
Las imágenes que preceden pueden dar lugar a una interpretación frívola del episodio de la tortuga, pero no tuvo nada de frívolo.
Cogimos la tortuga con cuidado y sin brusquedades que la pudieran perturbar, más allá del susto que debió darse al subirla al barco.
Sí observé que entre el caparazón y la cola vivía un cangrejo, que probablemente se alimentaba de los excrementos de la tortuga. Hablé entonces de esa relación con el Dr. Nadal de la Facultad de Biología de la U. de B., que no me supo dar razón.
Luego la dejamos con cuidado en el agua y nadó tranquila alejándose de nosotros. En ningún momento dio señas de intranquilidad. Se marchó como vino, con su cangrejo.
Cualquiera que haya entrado un mínimo en el espíritu de este blog, debería dar por sentada tal conducta. 2021.04.08. Hablaré otro día con más extensión. del asunto del cangejo.
Postdata,
a 17 de marzo de 2020.
Querido
lector, tras tres días de enclaustramiento por el corona virus, ya estoy agobiado, no por mí, que
tengo temple de monje cartujo, sino por mi circunstancia.
Esta
pandemia, que no ha hecho más que empezar, ya me ha dejado claro que los
políticos mienten más que hablan, que las empresas se agarran como a un clavo
ardiendo a lo que sea para dejar de cumplir
con sus obligaciones laborales, y que la ciudadanía es la víctima de
todo eso; los trabajadores ven retrasados sus salarios; las grandes superficies
están desabastecidas, los servicios médicos no funcionan, el poder público reprime
a los débiles y deja hacer a los poderosos… Lo de siempre.
Es como en la
Naturaleza, pero con la diferencia de que los irracionales no actúan con
frialdad y ensañamiento y se miden por sus propias fuerzas, no por la de
poderes fácticos. Por eso la Naturaleza funciona y la sociedad es un desastre.
Perdóname.
Esto ha sido un desfogue, no me hagas caso, querido lector. En realidad quería
hablar de boy scouts.
Quería
tratar este tema porque hablo en este blog de una experiencia pionera en
España, que llevé a cabo con un grupo de boy scouts.
Desconocía
el tema entonces y lo desconozco hoy. Bueno, hoy un poco menos porque hace poco
conocí a los Boy Scouts de Europa, una organización del ramo distinta a los Boy Scouts de España, con los que traté entoces y refiero aquí.
Hay más
grupos de esta línea, tantos hasta el desconcierto, cada uno con sus
peculiaridades, a veces tan peculiares que aún teniendo un mismo modelo la
fotocopiadora no andaba fina hasta el punto de que en realidad son mundos
dispares.
No
deseo perderme en este ámbito para mi desconocido, pero sí quiero escribir estas
líneas para que se entienda mejor el contenido de la entrada.
Hoy veo que el
proyecto no llegó a tener el éxito deseado. porque no di con los protagonistas adecuados y yo no estaba
por formar un grupo scout, sino por ofrecer una herramienta para
que la desarrollara un grupo scout ya formado. Lo llamativo del
proyecto era el barco, la herramienta que les ofrecía, pero la esencia del proyecto era el espíritu
scout en su contenido tradicional. Algo no funcionó.
Por
eso cuando hoy veo las fotografías que hice, de las que te ofrezco algunas en
este blog, mi subconsciente me dice; ¿no ves, José María, algo que
chirría entre las fotografías y el relato de lo que fue?.Y eso que chirría es
que las fotografías las hacía desde el espíritu scout, que conocía,
sin intermediarios, del Libro de las tierras vírgenes que me
regaló mi abuelo cuando yo era chico y que tanto me ha ayudado en momentos difíciles.
Esas fotografías las hacía intentando captar momentos de un mundo que realmente no estaba
protagonizado por scouts, sino por jóvenes que no
tenían todos plenamente el espíritu scout. Son fotografías con imagen pero sin
fondo.
Si coincide, lector, que te reconoces en uno de ellos, perdóname por esta opinión tan severa, quizás demasiado. Ten en cuenta que no soy más que un pobre observador de la realidad sin criterio para juzgar.
Si coincide, lector, que te reconoces en uno de ellos, perdóname por esta opinión tan severa, quizás demasiado. Ten en cuenta que no soy más que un pobre observador de la realidad sin criterio para juzgar.
Treinta
y tres años, bonita cifra, me ha costado entender lo que escribo en
esta entada.
Mucho tiempo, pero ya te he comentado en
este blog que la paciencia es una virtud esencial del naturalista, la
paciencia, todo lo alcanza…
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