Cuando se visita terreno no conocido, se agradece una orientación en
determinados momentos, uno de ellos es el de la comida.
Hasta donde sabemos no
tiene estrellas Michelín, pero se come bien a precio de menú normal. Es un
lugar limpio, acogedor y con muy buen
ambiente. Además comerás rodeado de dendritas, probablemente de Solnhofen
(Alemania). Que ¿qué es eso, pásate por allí y lo verás.
Por cierto. si tienes niños no dudes en llevarlos a esta experiencia de Geología gastronómica.
Arriba,
pollo con patatas fritas.La presentación es divertida y cuidada, pero lo mejor
es que el bonito aspecto no oculta el sabor tradicional del pollo con patatas
fritas y una salsa deliciosa; comes lo que dice el menú.
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