Proyecto Escórpora: El cultivo del mar.

Logotipo del "Proyecto Escórpora".

Pocos saben que el Proyecto Escópora fue el desarrollo del primer arrecife artificial en España, como alternativa a la pesca de arrastre, que tanto daño hace al mar.

Tan pocos lo saben que hasta la misma Liga Naval Española, que lo patrocinó, parece que lo ignora.

A este primer arrecife le siguieron otros, pero la cosa no llegó hasta dónde debía pues, la corrupción atenazó los fondos europeos que se entregaron a España para el desarrollo de esta alternativa ecológica y sostenible a la pesca comercial.

El Proyecto Escórpora lo narro con algo de detalle "El cultivo del mar", dónde doy también da unas pinceladas sobre los nubarrones que le sucedieron.

Puesta esta pica en Flandes,  dedicaré otros momentos para extenderme sobre esta experiencia pionera tan interesante y malograda.

Recuerdo cuatro hombres buenos relacionados con este asunto:  Miguel Busquet, Ladislao Herreros, Alfons Ferrer e Ignacio Martel.

Proyecto Escórpora; arrecife de neumáticos.

Módulo de arrecife artificial Sa Riera.

Arriba muestro el apunte improvisado de un módulo diseñado y patentado por el arquitecto Ramón Luis, para la construcción de arrecifes artificiales. Este diseño lo utilizamos en varios arrecifes.

El módulo estaba formado por bloques de aspecto convencional pero de hormigón aligerado, el cemento de unión era resistente al agua marina y la base estaba reforzada por una trama de varillas de acero.

La Generalidad de Cataluña copió con profusión este diseño para construir nuevos arrecifes, pero sin tener en cuenta las características que no se veían, que los hacían más caros y resistentes.

 Naturalmente, no respetó la patente ni la calidad de los materiales.

Aún así, los módulos plagiados por la Generalidad, siendo de peor calidad, salían mucho más caros que los originales.

Los arrecifes construidos por ella fueron un fracaso en el aspecto de la durabilidad, hasta el punto de que alguno de ellos no llegó a fondearse.

Muchos de esos módulos copiados, se quedaron en el puerto, de dónde los vecinos se fueron llevando los bloques, hasta despejar con el tiempo el espacio que ocupaban.

Portada de El cultivo del mar.

  

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Arrecife de bovedilla cerámica, otro de los arrecifes del Proyecto Escórpora.

Aquí me veo junto a uno de los coches del arrecife de carrocerías. (Foto: Torrent).

Espeques de señalización de la zona de los arrecifes artificiales y disposición y naturaleza de los arrecifes (de la Memoria del Proyecto Escórpora).

Pegatina promocionando el Proyecto Escórpora como un modo de proteger el mar. En ese momento la protección del mar era una actividad minoritaria, encabezada de lejos por Greenpeace.

Al llevar a cabo los arrecifes artificiales del proyecto Escórpora, primera experiencia española al respecto, y el arrecife artificial de La Palma, primera experiencia española en el Atlántico, El Almirante Martel (promotor en España de esta técnica proteccionista, entendió que yo era ya un especialista en arrecifes artificiales.

Así, al mostrar la Generalidad de Cataluña la intención de seguir esa vía, el almirante me recomendó al entonces presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, como técnico experimentado en ese terreno.

Desde la Dirección General de Pesca de la Generalidad, se me encomendó el cometido de construir varios arrecifes más en aguas catalanas. Y en ello me puse.

 Pero el empeño duró poco, porque enseguida vi la línea de trabajo de la Generalidad en la elaboración y adjudicación de los expedientes para construir los arrecifes.

Realicé tres arrecifes artificiales en las Islas Medas (Gerona) y uno en Begur (Costa Brava-Gerona) y colaboré en otros, alejándome paulatinamente de forma discreta, por razones éticas, del asunto.

Unas de las últimas colaboraciones fue el fondeo de un arrecife artificial en las Islas Medas pagado por adelantado por la Generalidad a una empresa francesa full.

Lo fondeé a mi costa aprovechando que estaba con el barco escuela CRIS 1 en las Islas Medas.

Esto evitó el escándalo, pero a lo que se vería luego, estas cositas no eran más que el chocolate del loro, en la gestión administrativa de la Generalidad de Cataluña.

Memoria del Proyecto Escórpora.

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