En su día tuve la deferencia de obsequiar con ejemplares de este libro a Dolors Sabater y a Xavier García Albiol, ambos alcaldes de Badalona en su momento (el orden no responde a mi subconsciente machista pues estoy tan estropeado que a estas alturas no sé si tengo sexo y si ni tan siquiera tengo subconsciente), sino a una cuestión temporal.
Ninguno de los dos me lo ha agradecido, ni tan solo me han
dado acuse de recibo.
A ambos no les conozco más que de vista.
A él, del Partido Popular, se le suele ver sonriendo. Inspira
confianza.
Ella sonríe menos.
Me trae al recuerdo lo que me decía mi padre; “hijo, no te fíes de las personas que siempre ríen”. ¡Menudo lío!
Ella sonríe menos.
Me trae al recuerdo lo que me decía mi padre; “hijo, no te fíes de las personas que siempre ríen”. ¡Menudo lío!
Ambos son grandes, lo que hace más meritorio su buen porte,
pero eso tiene un mérito relativo; la elegancia se
tiene, o no.
Cuando
conocí a ella en la terraza de la horchatería Soler, no sabía que era
la alcaldesa de mi pueblo, por un partido separatista que no sabría recordar.
Iba acompañada de un joven con disminución. El joven estaba más cuidado que un
San Luis, con un pelo y una piel muy suaves fruto de ese cuidado. Luego me
dijeron que era su hermano. Entonces pensé una persona que cuida de esa
forma a un disminuido no puede ser una mala persona.
A lo que iba, ni tan siquiera me han dado acuse de recibo de
los libros. Primero interpreté
que el libro no tenía el más mínimo interés ni para la extrema izquierda ni
para la derecha moderada.
Luego pensé que lo que no tenía interés para los obsequiados
era Badalona.
Luego pensé que lo que no tenía interés era el libro.
Por fin me consolé pensando que no era un problema de
interés, sino de educación.
Y mi autoestima volvió a su lugar.
Postdada (a primeros de Agosto de 2019).
Querido lector. La forma más airosa de salirme de la
situación que te voy a comentar, sería borrar la entrada. Pero no resultaría honrado
y no quiero que haya equívocos entre nosotros. Te cuento.
Ayer, paseando por Badalona me crucé con Albiol, que
cito más arriba en esta misma entrada.
Aprovechando la ocasión me dirigí sin más a él y le dije; Sr.
Albiol, está usted en deuda conmigo.
Hubiera sido propio que me contestara; déjeme pasear en
paz. Pero no, me contestó: ¿porqué?
Enseguida me di cuenta de lo inoportuno que era abordar a un
ciudadano sin haberse presentado previamente, y pensé; quizás no se ha dado
cuenta de mi grosería e inmediatamente pasé a presentarme: Hace unas
semanas le envié el libro Costas españolas: Badalona y Port Fórum y todavía
no me ha dado ni acuse de recibo.
Sí, recuerdo el libro, me respondió, pero
eso es imposible, siempre contesto a todas esas cuestiones. ¿Llevaba su tarjeta o forma de contacto?, me preguntó sonriente.
¿Mi tarjeta? Yo no utilizo tarjeta,
pensé. Y no puse forma de contacto pues en realidad no esperaba respuesta. En
cualquier caso, pensé que en Internet se soluciona todo.
De hecho si buscas Asensi en Google aparece
Matilde Asensi, una escritora de verdad y el Asensi magnifico jugador de
fútbol. Si buscas Costas españolas Asensi entonces no
tienes pérdida…, pero aparece la editorial…y una persona seria no puede perder
tanto tiempo intentando agradecer un librito.
En definitiva que aquel encuentro fortuito me puso en evidencia
frente a mí mismo, y ahora frente a miles de visitantes.
Y con la Sra. Sabater habrá pasado lo mismo. ¡Menudo
desastre estoy hecho! Pido disculpas a ambos.
En definitiva, me apesadumbra mi juicio apresurado y sin
fundamento vertido en esta entrada, que no borro a modo de castigo y para mi
vergüenza y oprobio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario