Hoy no he amanecido optimista, pero he amanecido.
Eso es bueno.
O no.
Necesito más flores. Y me las voy a regalar.
Una silvestre, Lobularia
marítima.
Y otra, un híbrido de jardinería, Ornithogalum dubium.
Regalar flores ya no se lleva. Es una pena.
El amargado modernismo importado de los EE.UU., lo
ha puesto como cursi.
Ha quitado el romanticismo a los románticos.
Y la infancia a los niños.
Y el amor a los enamorados.
Hoy te regalo más flores y no soy cursi, una palabra
que la libra del desastre apenas una acepción.
Mi regalo es más un detalle romántico o infantil.
Con lo que, con ese solo detalle, rompo unos cuantos
mitos de la cultura wok norteamericana.
Si quieres saber más sobre Lobularia marítima, pulsa aquí.
Ornithogalum dubium. |
Ornithogalum dubium (detalle). |
Ambas fotografías de O. d. las saqué el mismo día, aunque con con distinta luz. Es decir, a pesar del color, son el mismo ejemplar. No he alterado la imagen con Photoshop o similar.
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