Crisol de fundición de las minas de oro de Rodalquilar (Almería). |
No hace falta que te explique las consecuencias de
vivir hacinados en bloques de pisos donde unos vecinos defecan encima de otros.
El amontonamiento de la población produce mil
tensiones de todo género.
No es sano ni saludable, tanto física como
psicológicamente.
Sin llegar a la fastuosidad de los pueblos
norteamericanos que vemos por la televisión, se puede alcanzar un término medio, si se quita la intermediación patológicamente golosa del
político, por el dinero.
Se trata de crecer a lo ancho en lugar de a lo alto.
El dinero no es de todos, como decía la infame
ministra socialista.
Pero la tierra sí que es de todos.
O debería serlo.
Los gobiernos y los ayuntamientos, en lugar de dar a
cualquiera, subvenciones indiscriminadas a fondo perdido, deberían dar un
espacio de terreno para construir una casita y plantar un huerto, para que se
instalarán familias con afán de trabajar y producir.
Podrían ser concesiones a un tiempo determinado.
No es esto tan raro, pues desde hace muchos años el estado
da concesiones a cincuenta años a empresas para que construyan puertos deportivos
y alquilen sus amarres.
Eso es lo mismo dar concesiones temporales de
tierras a familias, para que construyan su casa y un huerto para el autoconsumo
y realización personal.
Lo del huerto ya lo hace muchos ayuntamientos, pero
ninguno tiene el valor de dar una concesión de terreno para construir una casa
unifamiliar y comprometerse a cuidar de ella en buen estado.
No tengo más datos, pero en el pueblo minero abandonado
de Rodalquilar, en Almería, cedían antiguas casas de mineros, a cambio de que
se restauraran, se creara un jardín y se plantara en él, como mínimo, un árbol.
Hace algo más de cuarenta años que hubo esta
iniciativa y harás bien poniendo en duda mi memoria
Pero lo que digo no es una fantasía exótica, sino
una realidad práctica.
El único impedimento que existe, es la avidez de los
partidos políticos y de sus dirigentes por sacar dinero hasta de las piedras.
Se trata de que cada casa tenga su huerto o jardín,
su aljibe y viva el ritmo diario de la luz.
Las placas solares para electricidad, son un camelo
muy contaminante y caro que se suple muy fácilmente con la toma a la red
general.
Y lo que sí es práctico y rentable, es calentar el
agua con paneles solares y aislar muy bien las construcciones.
La tecnología moderna ofrece soluciones muy
económicas, efectivas y poco contaminantes.
Tengo buenas razones para haber planteado esto con
cuatro pinceladas, que cualquier mente puede desarrollar, utilizando un mínimo
sentido común.
Con esto saldrían poblaciones muy extensas, pero hoy
el transporte personal está solucionado de mil formas efectivas, procurando
siempre evitar el uso de baterías.
Hay que recordar siempre, que una semana de un
volcán en erupción, produce más cantidad de CO2, que todo el parque móvil desde
la revolución industrial.
Hay que pensar utilizando nuestras cabezas, no las
cabezas de quienes nos explotan.
¿A qué cretino se le ocurre seguir los consejos de
consumo, que salen de la sesera de alguien que utiliza un avión a reacción para
ir con sus amigotes al cine, con dinero de los impuestos?
Casa unifamiliar prefabricada. |
Casa unifamiliar en contenedor. |
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