Botella con mensaje para los alumnos de la escuela taller de Terque. |
Si
buscas en el buscador del blog, “Alpujarras", te encontrarás con
alguna entrada en la que ya hablo sobre esa escuela taller, que dirigí en
Terque Almería.
Probablemente,
perdido en alguna entrada, haya algún otro comentario.
Quizás
parezca demasiado lo que me alargo sobre un tema, que será del interés de pocos.
Pero no me importa.
Me
dirijo fundamentalmente a mis alumnos de la escuela y no creo que ellos me
pongan pegas.
Queridos
alumnos de la Escuela Taller Ruta de las Alpujarras.
Me
fui sin despedirme, no por falta de ganas, sino porque no me dieron oportunidad
de volver.
Me despidieron con cargos falsos de amenazas al presidente socialista del
consorcio.
La
acusación era tan chusca y falta de pruebas, que el juez dictó a mi favor en
una sentencia, que los abogados implicados reconocieron inédita, pues además de
darme la razón, hacía apología de mi actividad en la escuela taller, lo que no es común
en una sentencia de este tipo.
Lo único
que presentó el consorcio para defender su falacia, fue la declaración de un testigo, que era un
empleado, ¡que tenía pendiente la renovación del contrato!
La
declaración fue tan incongruente y absurda, que no pesó nada en el juicio.
En
un detalle de nobleza, el testigo, vino después a pedirme perdón y explicarme
que necesitaba el contrato. Lo entendí y le perdoné.
Han
pasado muchos años y no creo que con esta declaración le pueda hacer ya daño.
Aprovecho este blog, para despedirme formalmente de mis alumnos de la escuela taller, a los que llevo siempre en el corazón.
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