Los monopolios y los oligopolios son siempre malos. Pero puestos a ello, prefiero un monopolio catalán que Ostrogodo.
¿Qué unas pocas familias vivirán como reyes mientras los demás somos sus esclavos? Cierto. Pero nadie está libre de las miserias de la vida, sea rico o pobre. Todos tenemos dolor de barriga y el final del camino es para todos igual, con más o menos pompa. ¡Me hacen reír las pirámides!
A veces, en los momentos bajos me da por enfadarme frente a esas situaciones, Pero me pregunto: ¿no será envidia? ¿soy yo mejor?
Y frente a eso me evado pensando. Pensar es bueno, bonito y barato.
Y ahora, en plena pandemia. Abrumado por el frío de esta tempestad ártica, resentido en la salud por la soledad, pienso en el verano. ¡Quedan cuatro días, con la Feria de unas elecciones por en medio!
¡Ánimo que esto se acaba! Unos pasitos más y...¡ a sudar!
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