No
conocemos que quería decir Goya con ese título, por lo que podemos elucubrar sobre ello.
Mirando
el aguafuerte, desde mi punto de vista, los monstruos son las representaciones
tangibles de sueños al límite de la razón.
Por
eso los más desbocados en producir monstruos son los fanáticos mediocres,
redundancia pues todo fanatismo está basado en la mediocridad cuando no en la nimiedad
intelectual.
Traigo
hoy aquí unos ejemplos inocentes, triviales, dónde podemos ver esos monstruos.
El escenario
es un pueblo de la Cataluña profunda que crece, [diría yo sin más argumento que
el olfato probablemente afectado por la covid], al amparo de las subvenciones
al nacionalismo desviadas a bolsillos privados de familias o personas prominentes.
Aquí
ya no se construyen casas, sino casoplones ostentosos, a la vista de un profano
claramente fuera de las normas urbanísticas.
Son
casonas de nuevos ricos, como las de los antiguos indianos, pero con diseño de
hoy.
Aquí
podemos encontrarnos ¡que no recoger las cacas de tu perro, te puede suponer
una multa de 20.000 €!, como se lee en el expendedor de bolsas y papelera de arriba Un monstruo del sueño de la razón.
Al
parecer, los responsables del destrozo de la zona verde de abajo deben ser los perros, que
tienen vedado su discreto acceso a un terreno que pertenece desde
generaciones a los jabalíes. Si sabes que los jabalíes provocan esos destrozos, ¡no persigas preventivamente a los perros! Otro monstruo del sueño.
Está
visto que en este territorio no se quiere a los perros, pero de eso a llevar al
gulag a los que quieren la compañía de un can, hay un sueño de la razón.
Si
las papeleras se llenan, ¡Se quitan! ¿Dónde va la recaudación del impuesto de
recogida de basuras? ¡Al talego! ¡Monstruo del sueño de la razón!
Son
peligrosos el fanatismo y la ignorancia
en el poder. Como un mono con una pistola cargada.
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