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lunes, 30 de noviembre de 2020

El sueño de la razón, produce monstruos.

 


No conocemos que quería decir Goya con ese título, por lo que podemos elucubrar sobre ello.

Mirando el aguafuerte, desde mi punto de vista, los monstruos son las representaciones tangibles de sueños al límite de la razón.

 Por eso los más desbocados en producir monstruos son los fanáticos mediocres, redundancia pues todo fanatismo está basado en la mediocridad cuando no en la nimiedad intelectual.

 Traigo hoy aquí unos ejemplos inocentes, triviales, dónde podemos ver esos monstruos.

 El escenario es un pueblo de la Cataluña profunda que crece, [diría yo sin más argumento que el olfato probablemente afectado por la covid], al amparo de las subvenciones al nacionalismo desviadas a bolsillos privados de familias o personas prominentes.

 Aquí ya no se construyen casas, sino casoplones ostentosos, a la vista de un profano claramente fuera de las normas urbanísticas.

 Son casonas de nuevos ricos, como las de los antiguos indianos, pero con diseño de hoy.

 Aquí podemos encontrarnos ¡que no recoger las cacas de tu perro, te puede suponer una multa de 20.000 €!, como se lee en el expendedor de bolsas y papelera de  arriba  Un monstruo del sueño de la razón.

 Al parecer, los responsables del destrozo de la zona verde de abajo deben ser los perros, que tienen vedado su discreto acceso a un terreno que pertenece desde generaciones a los jabalíesSi sabes que los jabalíes provocan esos destrozos, ¡no persigas preventivamente a los perros! Otro monstruo del sueño.

 Está visto que en este territorio no se quiere a los perros, pero de eso a llevar al gulag a los que quieren la compañía de un can, hay un sueño de la razón.


 Si las papeleras se llenan, ¡Se quitan! ¿Dónde va la recaudación del impuesto de recogida de basuras? ¡Al talego! ¡Monstruo del sueño de la razón!

 Son peligrosos el fanatismo y la ignorancia  en el poder. Como un mono con una pistola cargada.

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