Esta
es la tercera viñeta que imprimí en pegatina o autoadhesivo y que presenté en una pequeña campaña ecologista
que emprendí en solitario, como la mayoría de mis proyectos de entonces, en
1981.
También
obtuve el tema de una revista francesa (probablemente las tres serían de la
misma, e igualmente que las anteriores no venía firmada).
Así
como las anteriores tuvieron su éxito esta, para mi sorpresa no la entendió
nadie.
Desde
luego sutilidad del mensaje no es la misma en las tres, pero para mí este era
el que más me impresionó y me sigue impresionando; un perro solitario, ajeno a
la opulencia que le rodea, contempla arrobado una puesta de sol. Me sentí en el
pellejo del perro. Y me sigo sintiendo.
Eso
no me hace sentir rencor o desprecio por los burgueses de la terraza. Solo
pena. Por eso no soy ecologista, solo naturalista.
Si quieres conocer las otras dos pegatinas a las que me refiero, puedes pulsar aquí.
...y aquí.
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