Ayer estuve fastidiado y hoy he bajado a mi celda a intentar recuperarme. Mal. porque no estaba bien del todo y estar a medias es como no estar o, lo que es peor, es estar, pero mal... Y para eso es mejor no estar.
Y así lo hice, me coloqué decúbito supino sobre la cama, con el tambucho abierto justo sobre mi cara.
Soplaba un garbí apreciable que atenuaba mucho la sensación de calor.
En fin, a pesar de mis males del momento, como el del tango del desesperado, llegué a entonar mentalmente la canción… esto es vida, esto es vivir.
Empezó con cúmulos y cirros inocentes que se fueron complicando. La baja presión llegó despacio pero fue muy intensa y rápida.
Creo que es el principio de las calmas de septiembre.
Hoy cuando escribo esto ya se ha asentado el tiempo. Tengo que empezar a pensar en el cambio de cabecera del blog y preparar la de otoño... ¡qué pereza!
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