Barco Joanne (1948). en el varadero del Puerto de Badalona. |
Estaba trabajando en esta entrada y se me ha hecho un poco tarde. Continuaré mañana, D. m. Buenas noches.
Joanne. (1948). |
Postdata,
a domingo, 2 de agosto de 2020.
Ya
estoy aquí de nuevo.
Rompo el descanso dominical para seguir con esta entrada tal como me comprometí ayer y ofrecerla como una bonita flor roja de felicitación por su onomástica, a Angélica Regidor y a las otras 66.000 mujeres que en España llevan el nombre de Ángeles, y a no sé cuántas más que lo llevarán en el mundo.
Rompo el descanso dominical para seguir con esta entrada tal como me comprometí ayer y ofrecerla como una bonita flor roja de felicitación por su onomástica, a Angélica Regidor y a las otras 66.000 mujeres que en España llevan el nombre de Ángeles, y a no sé cuántas más que lo llevarán en el mundo.
Esta
flor con forma de barco es un diseño de 1948, del arquitecto naval argentino German
Frers, un genio en su especialidad, como se induce del mero recreo de la
vista que supone el mirar semejantes formas.
El
barco se nombra Joanne y llegó de Argentina en 2018 para
participar en el prestigioso circuito de regatas mediterráneo.
Tuve
el gusto de hablar a pie de barco con su joven armador Franco,
que me contó estos detalles y que se encontraba en el varadero para llevar a
cabo unas pequeñas reparaciones estéticas realizadas a su satisfacción por Astilleros
de Cataluya, de la familia Morales, antiguos gestores del varadero de
Badalona (hoy lo gestiona directamente la Capitanía de Puerto). La conversación
no dio para más por culpa de Lorenzo, que caía a plomo.
A lo que iba. ¡Felicidades Angélica y tocayas!
Debo decirte, amable lector, que a Angélica se debe el que encuentres pocos gazapos en el texto, pues es quien repasa parte de lo que escribo y digo parte porque mi afición a juntar letras raya en lo patológico, de manera que ni ella da abasto para repasar los blogs y libros que produzco, porque ella sí es normal.
A lo que iba. ¡Felicidades Angélica y tocayas!
Debo decirte, amable lector, que a Angélica se debe el que encuentres pocos gazapos en el texto, pues es quien repasa parte de lo que escribo y digo parte porque mi afición a juntar letras raya en lo patológico, de manera que ni ella da abasto para repasar los blogs y libros que produzco, porque ella sí es normal.
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