¿En qué se nota que esta bonita fachada es de una
localidad española?
En la firma cutre de los cables.
Para hacer esta estupidez, no es suficiente una
cabeza de chorlito, sino que se necesitan muchas cabezas de chorlito para
ponerse de acuerdo y que salga eso:
El Ayuntamiento.
La compañía eléctrica.
La compañía de teléfonos.
Y a saber cuántas más.
Todas, cabezas huecas, sin sensibilidad, a las que
les importa un pimiento la estética que ofrecen a los ciudadanos que les pagan
sus suculentos sueldos.
O a lo mejor, es que no dan para más.
Sueldos de ingenieros, con prestaciones de
políticos.
Me viene a la mente la pregunta; ¿cuál es el gramo de cerebro más caro del mundo?
¿El de astronauta? No.
¿El de matemático?
No.
¿El de jugador de ajedrez ruso? No
¿El de físico nuclear? No
El gramo de cerebro más caro del mundo, es el de
concejal español.
Porque se necesitan muchos concejales, para hacer un
gramo.
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