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| Al fondo, El Cairo y a la derecha, el reloj de la torre, parado en el tiempo. |
La capa de contaminación en El Cairo es muy notable,
porque la ciudad tiene mucha población y aunque la actividad industrial y el
tráfico sean menores que en una capital europea, la falta de viento y de
lluvia, hace que la meseta de Guiza sea un caldero de smog.
En la fotografía vemos la ciudad de El Cairo con una
capa de contaminación que no me escandaliza, pues la he visto más densa en
Barcelona, aunque ciertamente no tan grande en superficie.
A la derecha vemos la torre del reloj, reloj que nunca funcionó, de la mezquita de Alabastro.
Este reloj, se lo canjearon a los egipcios, los fenicios de los franceses, por un obelisco.
Quizás sea ya demasiado tarde, pero estaría bien que los gabachos arreglaran el reloj, pues el obelisco estaba arreglado.
Gabachonia está inflada como un gallo, pero dentro no hay más que aire.
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