Karnak, avenida de las esfinges, 1931. |
Los mamelucos fueron en su momento algo semejante a
lo que hoy es el grupo Wagner, que pelea en Ucrania; un ejército privado.
Mercenarios.
Naturalmente, salvando las distancias.
Los mamelucos tenían el matiz de que no eran
exactamente mercenarios, sino esclavos, que sin duda se enriquecían además de
con las dádivas que pudieran recibir, con lo que rapiñaban en sus incursiones.
Creo que no nos podemos imaginar la crueldad con la
que debían ejercer su oficio.
Eran fundamentalmente escoria bárbara del norte de
Europa, de la Europa balcánica y asiáticos.
Condimentados con una buena proporción de turcos.
Es decir, la flor y nata de la escoria más violenta
de los continentes europeo y asiático.
Para colmo, islamizados.
Estuvieron tiempo medrando en Egipto y por eso no es
de extrañar que los monumentos de medio Egipto estén decapitados o mutilados.
Porque lo que hace la escoria violenta, es ejercer
la violencia con quien tiene a mano.
Intentaron liquidar las pirámides buscando tesoros y
se cargaron lo que pudieron de la esfinge.
Aquí, en la avenida de las esfinges, que había más y
más pequeñitas, se entretuvieron en no dejar títere con cabeza.
Por eso he colocado una de recambio.
Traigo imágenes actuales en detalle, de la avenida
de las esfinges de Karnac, y una vista a vuelo de pájaro de la avenida, que he
obtenido del libro de 1931 que ya he cité en una entrada anterior.
En ella se ve a un egipcio montado en su burrito,
que pondría como símbolo nacional de este país.
No solo el burrito, sino al hombre y al burrito,
entrañable armonía, presente en todos los rincones de esa nación.
Los traigo en otras entradas del blog.
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