Cocina nubia (Sur de Egipto). |
Hace relativamente poco tiempo, se me estropeó el
disco duro del ordenador y perdí bastante del material que tenía dentro.
Un poco lo pude salvar, pero una buena parte se fue
al garete.
Aproveché la lección, pues vivía preocupado por si
alguna vez perdía los datos que tenía en el ordenador.
Pues bien, los perdí y no pasó nada.
Por si me cupiera alguna duda, veo que a día de hoy
tengo el suficiente material en el ordenador, como para trabajar las entradas de mis
blogs y vídeos en mis canales de Youtube, el resto de vida que
estadísticamente me queda.
Estoy trabajando en estas fechas materiales de mi
último viaje a Egipto y veo que los materiales de mi anterior viaje a Egipto ¡ni
tan siquiera los he tocado! y eso que hay documentos muy sugestivos, como son
imágenes submarinas, pues fue aquel un viaje a bucear en el Mar Rojo.
En vista a esto me pregunto si no nos preocuparemos
demasiado por la información que tenemos guardada y si no será, que damos
demasiada importancia a la información en general.
En el blog procuro sacar el provecho de documentos
sencillos, que llaman poco la atención pero que llevan un valor escondido.
En ocasiones, cuando acabamos un plato, no lo
rebañamos porque es de mala educación o por qué no nos apetece comer más.
Pero ese plato sin rebañar y a veces con una salsa
abundante, es de gran valor para quien tiene hambre.
Lo mismo ocurre con la información.
A veces una lectura rápida y superficial nos
satisface y dejamos sin rebañar el plato de la imagen o de la noticia.
En este blog rebaño las imágenes y todavía dejo
mucha salsa en el plato.
Es bueno meditar las cosas y buscar más, hacerse
preguntas, aunque no tengamos las respuestas.
Es propio del ser humano hacerse preguntas
Las respuestas son secuelas que a veces llegan a
largo plazo o no llegan.
Pero lo que nos hace Homo
sapiens es preguntarnos.
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