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sábado, 22 de julio de 2023

Carritos tirados por burritos. Contaminación atmosférica 2.

 

Contaminación atmosférica sobre El Cairo.


Siendo asesor del alcalde Clos en el ayuntamiento de Barcelona, me encargó un informe sobre los efectos de la contaminación atmosférica sobre los ciudadanos barceloneses.

El resultado del trabajo fue tal, que me pidió que no lo distribuyera a la prensa y que destruyera todas las copias.

Así hice.

Luego me devolvió la copia del informe que le había entregado, que todavía conservo.

Me remonto a los suficientes años, como para que pueda decir esto sin faltar a nadie.

Ni a Clos ni al secreto profesional.

Imagino que el ayuntamiento guardará la información.

En cualquier caso, el documento que me devolvió Clos está a la exclusiva disposición del ayuntamiento, pues es el legítimo propietario de la información.

Digo esto porque se suele minusvalorar el efecto de la contaminación atmosférica o de las radiaciones ionizantes sobre el ser humano, pero es muy importante la acción de ellas sobre nuestro organismo.

Y sabiendo lo que salió en Barcelona, me horroriza pensar lo que sufrirán, sin saberlo, los ciudadanos egipcios que viven en semejante ambiente.

Sin embargo, paseando por la ciudad, no se nota esa contaminación.

No es como la niebla londinense que veíamos en las películas.

Me dirás; pero es que en Londres influye también la presencia del Támesis.

Sí y en El Cairo, la del Nilo.

Creo que juega una baza importante el consumo de hidrocarburos.

El Cairo es una ciudad con cerca de 20 millones de habitantes, (22 me dijeron allí).

Contando mal y pronto, eso supone unos ¡cuarenta mil habitantes por kilómetro cuadrado!

Son cifras de locura.

Para hacernos una idea, Madrid tiene algo más de tres millones de habitantes y Barcelona algo más de millón y medio.

La densidad de población ronda los dieciseis mil habitantes por kilómetro cuadrado en ambas.

Con las cifras de El Cairo, no debería verse la ciudad.

¿Por qué se ve?

Mi teoría, simple y probablemente errónea, es la siguiente:

Una buena parte o una parte importante del transporte de mercancías urbanas, se hace con carros tirados por burritos o con camellos, mientras que en otras ciudades es con furgonetas, que no siempre tienen el motor en condiciones óptimas.

La ausencia de miles de vehículos con marchas cortas, velocidades muy lentas y motores mal mantenidos, hacen que la situación no sea límite.

Sí, ya sé, es una locura, pero por un momento piensa en todas las furgonetas ruidosas y apestosas de tu ciudad, sustituidas, por carritos de tracción animal.

¿Y el ruido?

Insisto, lo sé, es un trabajón mantener un animal superior en buenas condiciones, pero en lugar de humo tóxico, produce abono rentable.

Y si hay instalaciones adecuadas para mantenerlos, es como los garajes, pero con cuadrúpedos.

De acuerdo es una locura no he dicho nada,

¿Pero siempre puede haber un término medio no?


Transporte de mercarías en camello. La foto está un poco borrosa, porque el camello no ha pasado la ITV.





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