A medida que el espíritu se va domando, los
estímulos para emocionarse pueden ir decayendo en intensidad, lo que es una
gran ventaja.
Ya no necesitas un viaje a China para sentir emociones
intensas.
Basta un desayuno con una bebida de chocolate a temperatura
ambiente y una coca de llardons (chicharrones), en su punto de cocción.
Y para los más atrevidos un café con leche.
También añoro hacer mía la portada interior de los cuentos
de camino.
Así de accesible es la felicidad, cuando has vivido
demasiado intensamente y puedes contarlo.
Vive intensamente, que la naturaleza es implacable con
el tiempo.
Y cuida el cuerpo por dentro y por fuera para apurar
tu vida.
Que lo bueno y lo malo se acumulan, para asomar la cabeza al final, cuando puedes disfrutar de un desayuno de chocolate con coca de llardons.
No hay comentarios:
Publicar un comentario