Una piscina para el puerto de Badalona.

Puerto de Badalona. Al fondo hotel en obras. Foto: Angélica Regidor.

 No soy ni lo pretendo, cronista del Puerto de Badalona. Para ser cronista de algo hay que tener varias características, entre ellas y principal, ser un enterado. Yo vivo en Babia.

Pero puedo coordinar ideas.

¿Qué le falta al Puerto deportivo de Badalona para ser un puerto maravilloso?; tener piscina.

Pero eso es muy caro si lo paga uno.

Pero… ¿y si lo paga un tercero?

Aprovechando el futuro hotel, podrían convenir la dirección del puerto y la del hotel, compartir la piscina que sin duda tendrá el hotel, con los amarristas del Puerto.

¿Así, por las buenas? No, a cambio de una cuota anual o un canon de acceso de los interesados en utilizar la piscina.

Es muy probable que con esa idea de colaboración, el futuro restaurante del hotel incrementara además su clientela, si supiera adaptarse a la idiosincrasia del amarristra.

Naturalmente no pienso en los visitantes de aluvión de los barcos patera del puerto, que distorsionan la idea de lo que es un navegante. No es lo mismo vivir en un barco, que ser inquilino de un barco.

Algo parecido a esto deben hacer en Vilanova y la Geltrú con el Club Náutico de ese puerto o en Arenys de Mar con uno de sus Clubs Náuticos; con ello esos Puertos tienen piscina y restaurante y los Clubs tienen clientes y cuotas que imagino cubrirán al menos parte de sus costes de mantenimiento de piscina. Los dos se benefician. Eso se llama en biología simbiosis y es muy frecuente en la Naturaleza, porque es rentable.

Pero claro, al plantear esto en tiempos de pandemia con lo mal que están las economías domésticas, se me puede tildar de visionario. Y eso es peligroso para la reputación de uno, en un mundo tan fenicio.

Piscina del Club Náurico de Arenys de mar.

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