En plenas calmas de septiembre y con la pandemia en auge, cambio la cabecera del blog y coloco esta imagen, en la que una hoja solitaria se resiste a dejar su plátano de sombra, aunque ya no haga sombra.
Es la imagen de la desolación, pero a la vez de la resistencia y de la renovación.
La Naturaleza sigue su inexorable ciclo, que ni las colisiones de meteoritos han podido interrumpir.
Sí variar, pero no interrumpir.
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