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martes, 28 de enero de 2020

Cormoranes; Phalacrocorax carbo y Phalacrocorax aristotelis.

Varios ejemplares de cormorán grande (Phalacrocorax carbo), sobre el espeque de la luz verde de la bocana del Puerto Olímpico de Barcelona.

Varios cormoranes moñudos (Phalacrocórax aristotelis subespecie desmarestii), nadando (Foto: Torrent).

Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis subespecie desmarestii) Foto: Torrent).


Querido visitante, con el tiempo voy a ir trayendo algunas de las especies que aparecían en una página web sobre el mar que anulé hace un tiempo.
Fue un error que espero subsanar sin prisas.


lunes, 27 de enero de 2020

Gasterópodos terrestres; babosa "Limax cinereoniger" (Roncesvalles), helícido (Maresme) y "Pomatias" (Maresme).

Babosa Limax cinereoniger.

Si queremos conocer parientes muy próximos a las babosas solo tenemos que acercarnos a los caracoles, a los que podrían ser iguales si tuvieran la "casa" a sus espaldas.

Veo pocas babosas, quizás porque vivo en un lugar no lo suficientemente húmedo. Pero lo cierto es que sí veo caracoles.

Los caracoles juegan con ventaja pues al disponer de una concha externa, cuando la humedad desciende pueden protegerse en ella, mientras que las babosas necesitan un elevado grado de humedad constante.

En un paseo por Sierra Elvira (Granada), me llamó la atención en un secarral, un gran número de caracoles que tenían tapada la entrada de la concha con una lámina calcárea blanca. Esos animales podían resistir meses (creo recordar que en la guía de clasificación decía también años) a pleno sol, a la espera de una lluvia oportuna.

Son un caso excepcional de climas extremos. Normalmente les basta con una tenue telilla o taparse con una pieza, el opérculo, para ese fin. Abajo vemos dos ejemplos.

Helícido. Maresme (Barcelona).

Pomatias (Maresme (Barcelona).

Delfines (Stenella coeruleoalba).


Delfines (Stenella coeruleoalba). Mediterráneo. (Foto: Eli).

El final de “Barcelona i la mar”.


Parece “Barcelona i la Mar”, pero no es más que una bien intencionada réplica, con el forzado visto bueno de José María Asensi, el creador del programa docente original. Foto: El Far).

Cuando desencantado de la vida como miembro de una sociedad vacía, decidí irme de pastor, no se me pusieron las cosas fáciles. La sociedad intentó seducirme ofreciéndome el oro y el moro para que me quedase al pie de los proyectos que me ocupaban en ese momento. Pero no atendí a esos llamamientos, como ya he comentado en otro lugar del blog. Solucioné todo como mejor pude, resolví la miserable traición de unos colaboradores próximos que decidieron deberme más de lo que me debían, y me marché.

Pero claro, no me podía llevar el CRIS 1 al desierto. Y naturalmente no lo hice, aunque bien pudiera haberlo hecho e instalarme en él en lugar de comprar un pequeño cortijo para reconstruirlo. Con la parte de mi alma que había dejado en ese barco, hubiera sido lo mejor. Pero a “toro pasado” todo se ve claro y eso se me ocurre hoy y no se me ocurrió entonces.

Al irme dejé todo muy explicado y detallado e instruí hasta donde se dejaron y entendieron, a nuevos monitores, de manera que un programa parecido en la forma pero sin fondo ni creatividad siguió ejecutándose. Pero como un diente desvitalizado que a los seis meses de intervenirlo entra en colapso hasta volverse quebradizo, el nuevo programa se mantuvo un tiempo hasta que dejó de realizarse. “Barcelona i la Mar” siguió escenificándose un tiempo. Pero era algo sólo parecido en la forma, sin la fuerza y vitalidad del Programa original, a pesar de la buena intención de quienes se esforzaron en mantener aquello vivo. Podría parecer “Barcelona i la Mar”, pero era tan solo la versión china de una buena marca. Hoy creo que ha desaparecido todo vestigio y ningún intento de recrearlo ha resultado fructífero.

Para crear arte se ha de llevar sangre de artista. Y arte es una pintura, una escultura, una obra literaria… o un programa docente.


domingo, 26 de enero de 2020

La ballena varada de Montgat (Maresme (Barcelona).


Rorcual común (Balaenoptera physalus).

En 2018 apareció esta ballena varada en aguas del Maresme (Barcelona).

Se trataba de un rorcual común (Balaenoptera physalus) de 15 metros de longitud y 12 Tm. de peso, muy semejante a la que saqué del puerto de Barcelona años antes.

Me encontraba allí para documentar la varada y alguien me presentó  a alguna de las autoridades del Ayuntamiento de Montgat que también se encontraban presentes y que discutían que hacer con el cadáver.

Me preguntaron sobre la marcha.

Y sobre la marcha les contesté que como hacía mar de fondo, les recomendaba no intentar sacarla por tierra, no porque la playa estuviera mal, como dijo luego la prensa, sino porque con los revolcones que el mar estaba dando a la ballena, alguien podía salir mal parado.

A simple vista la ballena parecía un guiñapo revolcado por una pequeña mar de fondo, pero eso es muy engañoso, pues un golpe de la aleta o de la cola movidas por la inercia del movimiento de la ballena, podía dañar de forma irreparable a una persona.

La fuerza que imprime el mar es asombrosa e incalculable para quien no tiene experiencia e incluso para muchos que la tienen.

Al final y al contrario de lo que informaron algunos medios, la ballena fue remolcada creo que a un puerto cercano, pues hacerlo mar adentro habría sido una peligrosa irresponsabilidad.










sábado, 25 de enero de 2020

Caza fotográfica. "yo no mato, cazo imágenes".

Víctor Hernández, de caza fotográfica en el Delta del Ebro.



Víctor Hernández, de caza fotográfica en el Delta del Ebro.



En las dos imágenes de arriba. el miembro de la tripulación de buque escuela CRIS 1 y colaborador del Departamento de Biología del C.R.I.S., Víctor Hernández cazando imágenes en el Delta del Ebro, allá por los ochenta.

Desde el inicio de mi actividad de naturalista he respetado - y he procurado que mis colaboradores hicieran lo mismo -  la vida.

Nada tiene que ver mi actitud con la del novedoso movimiento animalista, de pensamiento absurdo, fanático e incoherente, que respeta radicalmente la vida, pero con  numerosas, demasiadas, excepciones.

Ese movimiento califica el valor de la vida en función de su rareza y su utilidad; un lince merece más protección que un ser humano, pues el primero es una especie en peligro de extinción y el segundo es muy abundante.

Un viejo o un feto, son vida, pero vida inútil, a entender de esos fanáticos, por lo que pueden ser eliminados.

Esta línea que iniciada el Departamento de Biología del C.R.I.S., la siguió el Departamento de Fotografía del mismo Centro, que  lanzó una ingeniosa campaña con el lema: “Yo no mato, cazo imágenes” que obtuvo un gran éxito mediático y que luego he visto copiada a nivel internacional.

Entonces estaba al frente de ese Departamento José Casanovas.



Esta acertada e ingeniosa imagen de la campaña, fue diseñada por Pere Bonet, prestigioso diseñador gráfico y miembro activo del Departamento de Foto-Cine del C.R.I.S. 

El Departamento de Biología del C.R.I.S. y su Manifiesto sobre la limitación de la pesca submarina.

En 1975, se me nombró director del Departamento de Biología del Centro de Recuperación e Investigaciones Submarinas (C.R.I.S.). El Departamento no existía en ese momento aunque según me comentó recientemente Alfredo (secretario del Centro) ya había existido uno, aunque no recordaba detalles ni el nombre de su director. Es decir que se me nombró director de algo que creaba, imagino que como incentivo por restaurar lo que fue.  De hecho un grupo de buceadores sin el complemento de la biología marina era como un grupo de fotógrafos sin cámara.
  
En aquel momento me planteé tanto divulgar la vida submarina como atraer a jóvenes al mundo del buceo, pues esa era la actividad de quien me patrocinaba.

Una de las primeras cosas en la que me embarqué fue en la imagen, editando folletos y pegatinas primero y la revista "Cuadernos de Biología marina" y otras publicaciones, después. Luego me embarcaría más en serio en un barco.



Primera cara del díptico diseñado por José María Asensi, director del Departamento de Biología, para promocionar sus actividades. 

Colocación anual de un Belén en aguas de Barcelona. Este año se hizo a bordo del CRIS 1, del Departamento de Biología del C.R.I.S.
Buceadores del C.R.I.S., preparados para bajar el Belén.
En el centro, con el mono calabaza, Asensi. (Foto: CRIS1),
Sumergiendo el Belén desde el Buque-Escuela CRIS 1.

Una de las muchas actividades sociales ajenas a la biología, fue, por ejemplo, la colocación de un Belén (actividad tradicional del C.R.I.S.) en aguas de Barcelona, frente a la escollera de levante (hoy el paisaje urbano en esta zona está irreconocible).  En esta ocasión el Belén se coloca desde el buque escuela CRIS 1, signo de identidad del Departamento de biología y del C.R.I.S. durante muchos años.

Manifiesto sobre la limitación de la pesca submarina, que publiqué en 1985 y que sería el detonante nacional e internacional de una intensa polémica en el mundo del buceo en defensa de los peces. Esto dio lugar a un creciente número de problemas con las autoridades federativas, que con el tiempo fueron aplacándose pues se trataba de gente inteligente y práctica. Las ilustraciones las realizó  el magnífico grafista y mejor persona, Pedro Sallés.

jueves, 23 de enero de 2020

Travesía Blanes Estartit. Aventura en la Costa Brava (Gerona-España).

Arriba, Asensi sobre la peña, entre las rocas la barca y el bagaje. (foto: Felipe Pérez Leiva).

La división territorial de España parece que ha sido más el producto de una calculada previsión inteligente que el azaroso resultado de la Historia.

Cataluña, por ejemplo, es un lugar privilegiado donde uno se puede perder en las magníficas cumbres del Pirineo o sentir el vértigo de los acantilados en la Costa Brava, y todo no de una belleza mediocre, sino extrema.

Con semejantes paisajes siempre he buscado vivir mi aventura particular en esos escenarios.

Así. en agosto de 1983 enredé a Felipe para vivir una aventura costeando los acantilados de la Costa Brava durante dos días a bordo de una pequeña embarcación neumática.

Fue una aventura irrepetible pues hace 37 años esa Costa no tenía nada que ver con la de hoy, más humanizada y concurrida para bien de la economía inmediata pero mal para la Naturaleza.

Y también para mal de la economía a largo plazo.

El desarrollismo postfranquista ya acabó, pero pasó el testigo al desarrollismo democrático y éste al desarrollismo nacionalista y separatista, matices semánticos de un mismo discurso político, que en nada o poco se refleja en la Naturaleza y en sus inquilinos nativos, privados de voto.

Fueron dos días idílicos, con un tiempo excelente y con la ocasión de acceder con la barquita a los lugares más infranqueables de la zona de costa comprendidas entre las poblaciones de Blanes y Estartit.

De día navegábamos pegados a los acantilados y penetrando las más pequeña anfractuosidades en las que cupiera la barca, a veces ayudada por nuestras manos que la hacían avanzar entre las paredes de roca.

Así nos bañamos en aguas que se encontraban en el fondo de altos pozos que de acceder a ellos por tierra daría vértigo asomarse y ver a un par de ciudadanos bañándose en el fondo.

O accedíamos a cuevas magníficas a las que no delataba la angostura de su entrada.

José María Asensi, localizando los rincones en la carta náutica.
Arriba, grieta que da paso a la calita de cantos rodados que vemos dentro de la cueva de abajo, en la que está Asensi sobre la barquita. (foto: Leiva).

La noche que nos ocupó sacamos la barca a una cala de arena y la inclinamos apoyándola en un remo para que hiciera de tejado precario frente al relente.

La cena la preparó Felipe calentando unas piedras que luego enterró en la arena junto a la comida para que esta se hiciera al calor del improvisado horno. Felipe era habilidoso en esos recursos, como un boy scout avezado, pero en su caso autodidacta.

Así sólo dos días. ¡Una vida me hubiera pasado en esa aventura!

Y es que la aventura flota en todo lugar, sólo hay que tener corazón para reconocerla y sentido común para llevarla a cabo.

martes, 21 de enero de 2020

Hotel en el puerto de Badalona.

El Hotel en construcción (2019).

Mira, querido Antonio, que en el puerto de Badalona va a haber un hotel parece que, si no hay causa mayor que lo impida, es algo cierto. De hecho ya se puede ver su realidad para desgracia de los que compraron en su día los caros pisos “con vistas al puerto”, que hoy ya no la tienen.

Hacer cosas para promocionar el turismo en un país como España es bueno si se hace bien, pues vivimos del turismo. Si no vendemos la nación al turista, es una buena política crear esas infraestructuras. Además me dicen que ese hotel es la fuente de ingresos para realizar el canal del puerto. El canal también es bueno si no resulta un cul de sac acabe conteniendo los residuos del puerto impulsados por los vientos dominantes del Sur que los empuja desde la bocana.

El Hotel acabado (2021?) (Foto: Internet).

Canal del puerto (foto: Internet).

¡Hombre!, no alcanzo a ver que la cesión de un suelo de dominio público se embargue para financiar una estructura pensada para encarecer una urbanización privada, pero sin duda eso ya lo habrán resuelto conforme a ley.

No estaría mal que el hotel tuviera piscina y las autoridades del puerto llegaran a un acuerdo con la propiedad para que, abonando una cuota razonable, los amarristas pudieran tener acceso a ella. Con esto el puerto de Badalona tendría un reclamo como lo tienen los puertos próximos de Arenys de Mar o Vilanova i la Geltrú.

Si además se promocionan negocios náuticos y locales de restauración, con facilidades para los negocios con raíz  en Badalona, puede quedar un cuadro muy simpático.



Vista desde el centro comercial Mercadona del puerto de Badalona, del hotel en construcción (2020). Desde los ventanales podía verse todo el puerto. Ahora aún se ven a la izquierda algunos mástiles y palmeras. Algo semejante les pasará a los vecinos, aunque sí es verdad que el hotel dará una vitalidad al puerto, que a largo plazo debería beneficiar a todos los que no tengan vocación de eremitas.

Postdata a 12 de febrero: El hotel en febrero de 2.020. Seguiremos su feliz construcción.


lunes, 20 de enero de 2020

Tormenta “Gloria" en el Puerto de Badalona. Olas sobre el espigón de levante.

Barco Astral de Open Arms y al fondo olas rompiendo sobre el espigón.

Querido lector. Lleva dos días soplando un viento terrible que está levantando un temporal de levante. Hoy, tras una noche muy intensa, me he querido pasar por el puerto de Badalona a fotografiarte unas olas que aquí te traigo. No han sido las mejores olas, pero menos da una piedra. Hacía un frío intenso gracias al viento y he aguantado hasta que me he quedado pajarito.

Para que te hagas una idea, el espigón mide unos nueve metros de alto y los bloques amarillos que ves en la fotografía pesan dos toneladas, ¡y los han tenido que buscar pues el agua los desplazó del lugar en que se encontraban originalmente sobre el muelle! 

Barco Astral de Open Arms y al fondo olas rompiendo sobre el espigón.


Naturalmente la visita al puerto ha sido siguiendo a rajatabla todos los consejos e indicaciones de la autoridad portuaria para no incurrir en ningún riesgo irresponsable. A la derecha, el velero Astral de la O.N.G. Open Arms.


Postdata

He encontrado estas dos fotos (debajo), que realizaron Angélica y Antonio semanas después del temporal. En ellas se aprecia el efecto de las olas que vemos arriba sobrepasando el espigón de levante, aparentemente sin fuerza. ¡Prácticamente ha desaparecido el pasamanos de acero inoxidable que debería ejercer una resistencia mínima al agua!








domingo, 19 de enero de 2020

El barco para un naturalista. Ver desde otro punto de vista.


Barco porta contenedores fondeado frente al puerto de Barcelona. Desde tierra también se ven los barcos fondeados, pero desde otra perspectiva.

Cuando se creó en España la Asociación de Navegantes de Recreo ANAVRE me di de alta en ella porque tenía barco y nacía una Asociación con mi forma de ver el mar, lo que me permitió disponer de uno de los primeros carnés, el número 55. Era un yachtsman con barco, pero no era rico, bien al contrario. No era rico ni tenía intención de aparentar riqueza. Me dí de baja cuando las fuerzas no daban para más.

Hacienda y algunos conocidos pensaban “si ese fulano tiene barco es que estará “forrado”. Pues estaban equivocados, los conocidos por ignorantes, y Hacienda por mala fe cegada por su afán recaudador.

El barco para mí es más importante que el coche: El coste de un pequeño velero con aspiraciones mediterráneas está por debajo del de un coche de gama alta, al igual que su mantenimiento.

En número de barcos España está entre los últimos países del mundo desarrollado en barcos por 1.000 habitantes, a pesar de ser una península y disfrutar de un tiempo magnífico con veranos de ensueño. No sé el puesto de España en coches de gama alta.

Tener barco no es un problema de dinero, sino de actitud. El barco es una herramienta que actuará en función de los valores morales de quien la utilice.

Para mí como naturalista, el barco es el camino a un mundo distinto, al ámbito donde se inició la vida, un camino al conocimiento de las formas elementales y espectaculares de vida, porque asocié la náutica al buceo.

Para mí como persona, navegar es el constante reto de la superación física y mental, pues nunca sabes que te espera en las siguientes horas de un mar en constante cambio, y cuanto durará lo que te espera, sea bueno o malo, sabiendo que si es bueno ¡excelente!, pero si es malo no tendrás la opción de decir, “me apeo y espero a resguardo a que pase el chaparrón”. Tener barco y navegar en él es tener confianza en uno mismo.

“Pero yo me mareo”, dicen muchos”. ¡Toma, y yo!, pero es el precio, que pago con gusto, por ver un pez volador haciendo un vuelo increíble frente a aguas claras y someras de Formentera o por ver un amanecer en el mar tras una larga y fría noche.

Es una pena que mis conocidos sean tan toscos difundiendo leyendas urbanas y que Hacienda sea tan ávida, porque entre los errores de unos y la codicia de la otra, se priva a la sociedad de barcos, que son forja ciudadanos bien templados.

Sí es cierto que hay a quienes les sobra el dinero y lo demuestran comprándose un “yate”. Pero eso es tontería de la naturaleza humana más simple, que no debería ser referencia para crear rasero. Así piensa el mundo civilizado, pero es que “España es diferente”.


miércoles, 15 de enero de 2020

Exposición de fauna marina: El Món del Mar, y sus secuelas.


Creo que la primera exposición de fauna marina que realicé fue El Món del Mar.

Se trataba de una exposición itinerante que presenté en una oficina de La Caixa de Barcelona del barrio barcelonés de Gràcia y en el Salón Náutico de Barcelona (1983).

La gente del Departamento de Biología del CRIS nos devanamos los sesos para conseguir unas vitrinas sólidas, cómodas, fáciles de transportar y seguras pues debían ser visitadas por colegios, siempre de la mano de un monitor.

Conseguimos el objetivo gracias, sobre todo, a la inestimable colaboración de Mª José y Pedro.

La exposición estuvo abierta en La Caixa durante durante el curso escolar, a cargo de Carmen Galante, que actuó de monitora y gestora.

Fue un gran éxito y resultó el inicio de mi interés por divulgar de forma tan plástica el mundo de la naturaleza.

Luego siguieron:

El Museo Oceanográfico del CRIS (Barcelona), (quedó en proyecto). Con la indispensable colaboración de Ramón Luis.

La exposición se consolidaría en un local propio, con Barcelona i la Mar.

La Tiburonera para el ZOO de Barcelona), (quedó en proyecto). Con la indispensable colaboración de Ramón Luis.

 El Acuario de Lloret de Mar (quedó en proyecto). Con la indispensable colaboración de Ramón Luis.

Si quieres conocer más sobre el Acuario de Lloret de Mar, pulsa aquí.

El Museo de Historia Natural y del Mar de Níjar (Almería).

Minerales y rocas de Almería (Castillo de los Escullos) Almería.

El Museo de Historia Natural de Atarfe (Granada).

Si quieres conocer más sobre el Museo de Atarfe (Granada), pulsa aquí.

La Sala Cardenal Carles (Barcelona). Las mismas vitrinas de El Món del Mar las utilizamos para realizar una exposición de una semana en un stand de la Feria del Libro que se realizaba anualmente en el Paseo de Gracia de Barcelona.

 Si quieres saber más sobre la Sala Cardenal Carles y cómo concertar su visita, pulsa aquí.

El cartel de la exposición “El Món del Mar” (arriba), lo realizó el magnífico dibujante Carles Burgués, al que tan sólo le pedí que se inspirase en el dibujo La gran ola de Kanagawa, de Katsushika Hokusai.

Burgués atendió otros favores que le pedí, siempre realizando una magnífica labor de forma desinteresada.


En esta misma entrada podrás ir accediendo a los distintos proyectos, a medida de que los prepare.

La gran ola de Kanagawa, de Katsushika Hokusai.
 




Estoy trabajando en esta entrada.

MEDPOL (Mediterranean Pollution FASE II. (Parte 2).

Para no aburrirte, querido lector, he desglosado este asunto del MED POL en dos entradas, espero que eso te ayude. La primera puedes encontrarla en el siguiente enlace:

Para leer la primera parte, pulsa aquí.


El buque escuela CRIS 1, abarloado al buque oceanográfico español García del Cid

En primer plano Víctor, del Departamento de Biología del C.R.I.S., a bordo del buque escuela CRIS 1, que está abarloado al buque oceanográfico español García del Cid en el muelle de Bosch i Alsina (Puerto de Barcelona).

El CRIS 1 realizó los trabajos de campo del MEDPOL

Si has leído la parte primera de esta entrada en el enlace que te indico más arriba, verás que el MEDPOL se planteó como un programa global para medir la contaminación en el Mediterráneo.

El programa se construyó de abajo a arriba, de forma que cada Entidad local valoraba su entorno marino inmediato para luego integrar todos los resultados en un documento final.

En un determinado momento el que el ayuntamiento de Barcelona se planteó participar en este Programa y necesitaba un responsable.

Y recurrió a mi.
Entonces, se dieron una serie de circunstancias, que me llevaron a una etapa distinta en mi vida profesional de economista.

Efectivamente, a pesar de ser mi oficio el de economista, mi actividad como naturalista no dejaba de darme un cierto nombre y prestigio en el mundo de la ecología del momento, en el que aparecían muchos activistas de calle y pocos profesionales serios del medio ambiente, asunto éste que en esos momentos no estaba en el plano de actualidad como lo está hoy.

La escasez y mediocridad (con honrosas excepciones) de los implicados, me permitían destacar entre tanta población de aluvión, además mis estudios de biología, me daban una base sólida.

Por otro lado, llevaba años gestionando una goleta de más de 20 toneladas de la que era armador (me estoy refiriendo al buque escuela CRIS1, dedicado a trabajos de biología marina y de educación medioambiental).

Por último y más importante, se trataba de gestionar un programa medioambiental que no interesaba a nadie de la administración municipal y que por lo tanto no tenía ninguna novia.

En definitiva, estaba en el lugar adecuado, en el momento adecuado.

 En esta situación se me presentó la ocasión de intervenir en el programa MEDPOL, por lo que me ofrecí a llevar la responsabilidad del programa sin incordiar a nadie y sin que costará nada de dinero a la administración, puesto que ofrecí de balde mi goleta para los trabajos de campo en el mar.

No recuerdo los detalles exactos de cómo enredé a tanta gente i cómo me dejé enredar, pero lo cierto es que resultó un éxito.

Por un lado intervino el laboratorio municipal del ayuntamiento de Barcelona, al que no recuerdo exactamente qué analíticas se le encomendaron, relacionadas con los tejidos de peces.

Enseguida se apuntó el departamento de edafología la facultad de farmacia de la universidad de Barcelona, atraído por la posibilidad de conseguir  muestras de sedimentos de la costa de Barcelona (ya que tenían el barco gratis, así como el instrumental, que también lo portaba un servidor) y por descontado también gratis la mano de obra, que nutrían voluntarios y amigos de los profesores y catedráticos de esas instituciones).

Inmediatamente después se sumó el instituto químico de Sarriá, movido igualmente por la posibilidad de conseguir un buen número de muestras para el estudio de hidrocarburos y metales pesados en el agua de la costa de Barcelona, estudio que tenían pendiente desde hacía tiempo pero que no llevaban adelante por falta de recursos económicos.

Como elemento de confianza tenía a mi esposa Carmen Galante (e.p.d.), experimentada profesional en técnicas de laboratorio.

El patrón era un profesional pagado. Mi esposa también era una excelente profesional, pero aquí prestaba sus servicios de forma altruista. Ambos fueron elementos humanos indispensables y necesarios para el desarrollo de  los trabajos, pues los becarios, colaboradores y voluntarios que aportaron las entidades colaboradoras mencionadas, el día que no les dolía el bazo, les dolía el espinazo y cuando no, se mareaban o indisponían.

Con estos mimbres se elaboró el MEDPOL en Barcelona.

Resultó un rotundo éxito, pues la ciudad condal fue la única del Mediterráneo que hizo su papel en condiciones y que publicó los resultados con dignidad y difusión suficiente.

Todo esto me permitió trabajar durante unos meses compaginando ni actividad de técnico en economía, con la de gestor de un programa medioambiental relacionado con el mar.

Era lo más que podía desear profesionalmente en esa época, con la gran ventaja de que al ser un elemento indispensable en el patrocinio del programa, hacía lo que me apetecía.

A todo esto, el instituto español de oceanografía, que debía haber sido quien llevará la responsabilidad de todo, se quitó de en medio porque su entonces responsable veía con desprecio este programa pues, según me dijo, se desarrollaba en aguas sucias y a él le gustaba hacer oceanografía en océanos abiertos, 
(naturalmente con presupuestos millonarios), a bordo del ya entonces obsoleto buque oceanográfico García del Cid,  (barco que intenté contratar, pero me presentó un presupuesto millonario, lo que permitió entrar en el juego con el CRIS 1).  

La actitud del referido responsable no me extrañó, pues ya le conocía a raíz de la construcción de los primeros arrecifes artificiales españoles, que realice de forma pionera años antes, precisamente gracias a esta misma actitud de desprecio hacia el proyecto escórpora y a la presentación de unos presupuestos desquiciados, que también le frené.

Para más detalles del susodicho, fue durante su gestión cuando se liquidó el magnífico Acuario de la Barceloneta, inaugurado en 1963 y demolido en 1987 a causa, al parecer, de problemas estructurales.

La versión oficial es que los peces se trasladaron al zoo de Barcelona, lo que tengo la certeza vivida aunque indocumentada de que no fue así, lo que no me extraña pues parece que también se falsearon las verdaderas causas de la muerte del famoso gorila albino Copito de Nieve, lo que deja claro la facilidad de versionar del zoo de Barcelona.

Acuario de la Barceloneta. Foto: Internet.

Acuario de la Barceloneta. Foto: Internet.

Arriba, el ya inexistente y añorado Acuario de la Barceloneta (Barcelona), en sus fachadas posterior y principal.




Inmersión en aguas frías.

Aquí estoy, pasando frío, en una charca de aguas de deshielo en la Sierra de Gredos, en invierno (Foto: Carmen Galante).


Efectivamente pasé mucho frío pues el traje de neopreno de siete mm. No era del neopreno magnífico que se produce hoy. Esa inmersión me inspiró un artículo en el que advertía que la reacción al frío no es paulatina, sino que en un instante el cuerpo entra en crisis y enseguida se queda sin fuerzas.

De hecho, caerse al mar en invierno en aguas de Mar del Norte te da una supervivencia creo recordar que de cinco a siete minutos, lo que hace inútil buscar supervivientes en un naufragio: Un pariente muy próximo capitaneaba un mercante en el Canal de la Mancha ya entrado el mes de mayo de 1970 y fue abordado y hundido por otro mercante. De trece tripulantes sobrevivieron siete, entre ellos él, un hombre corpulento y rico en tejido adiposo. El afamado y querido navegante Eric Tabarly desapareció en la misma zona en una caída al mar en plena regata.

En fin, que el frío es malo y no avisa. Salvando las distancias, no debí haber buceado allí sin protección adecuada.

Pero aprendí más. Estuve fotografiando truchas y vi como una se metía en su agujero, con la cabeza mirando para afuera. Cuando me acerqué con la cámara por delante se impulsó contra mí dando un fuerte golpe a la cámara. Me llamó la atención la agresividad de la trucha acorralada, lo que no es sorprendente en el gran predador de los cauces fríos y rápidos de los torrentes de montaña, entre otros. Porque en Gredos no hay salmones. Podría haber seguido con el experimento de las truchas y su agresividad, pero el frío me mataba  y no quería ser pasto de truchas. Moraleja, en el agua, si sientes frío, sal enseguida.