Víctor Hernández, de caza fotográfica en el Delta del Ebro. |
Víctor Hernández, de caza fotográfica en el Delta del Ebro. |
En las dos imágenes de arriba. el miembro de la tripulación de buque escuela CRIS 1 y colaborador del Departamento de Biología del C.R.I.S., Víctor Hernández cazando imágenes en el Delta del Ebro, allá por los ochenta.
Desde
el inicio de mi actividad de naturalista he respetado - y he procurado que mis colaboradores hicieran lo mismo - la vida.
Nada tiene que ver mi actitud con la del novedoso movimiento animalista, de pensamiento absurdo, fanático e incoherente, que respeta radicalmente la vida, pero con numerosas, demasiadas, excepciones.
Ese movimiento califica
el valor de la vida en función de su rareza y su utilidad; un lince merece más protección que
un ser humano, pues el primero es una especie en peligro de extinción y el
segundo es muy abundante.
Un viejo o un feto, son vida, pero vida inútil, a entender de esos fanáticos, por lo que pueden ser eliminados.
Esta línea
que iniciada el Departamento de Biología del C.R.I.S., la siguió el Departamento
de Fotografía del mismo Centro, que lanzó una ingeniosa campaña con el lema: “Yo
no mato, cazo imágenes” que obtuvo un gran éxito mediático y que luego he visto copiada a nivel internacional.
Entonces
estaba al frente de ese Departamento José Casanovas.
Esta acertada e ingeniosa imagen de la campaña, fue diseñada por Pere Bonet, prestigioso diseñador gráfico y miembro activo del Departamento de Foto-Cine del C.R.I.S.
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