Papeleo y naturaleza.

 Dedico esta entrada a:
ANAVRE.

Hoy he renovado un documento que podría servir para toda la vida, pero que caduca cada cinco años.

Es un trámite que se hace digitalmente y que no llega al minuto hacerlo.

La administración te pide documentación que ya tiene, como el DNI, para cumplimentar este trámite.

Es ilegal que la administración te pida documentación tuya que ya tiene, pero lo hacen todas las administraciones para ahorrarse el trabajo de buscarla y evidenciar tu sumisión.

Trabajo que no tienen, pues todo está digitalizado.

Pero no importa.

Se trata de mostrar su poderío.

La prepotencia del estado frente al ciudadano aflora continuamente.

La ciudadanía está pagando a un ejército de vagos incompetentes, para que le opriman y le dificulten el día a día.

No hay solución a corto plazo, pues los políticos en el poder y los que están en la cola, tienen todos el corte de incompetencia e ignorancia que conocemos y del que se hacen chascarrillos.

Pero lo que importa es que ese trámite innecesario y elemental en la ejecución, ¡te cuesta la friolera de 100 euros! y un tiempo de espera indeterminado que puede ir de días a semanas o meses.

Una vergüenza.

Me dirás; ¿qué tiene que ver eso con la naturaleza?

La denuncia política nada, pero el documento sí.

Es un documento que sirve para acceder a la naturaleza embarcado.

Si quieres navegar, lo primero que hace la sociedad es ponerte un sello; este individuo es rico.

Y ya te he comentado en el blog, que un barco para dar la vuelta al mundo con seguridad y comodidad básica, cuesta menos que un coche de gama media.

Pero la administración utiliza ese prejuicio social para gravar de forma desmesurada y cruel todas las actividades que tienen que ver con la náutica.

La administración sabe que no es un deporte de ricos.

Los políticos que la gestionan también saben que no lo es, pero aprovechan para encarecerla de forma que solo los más pudientes puedan acceder a ella o los que tengan más vocación de mar.

Es decir, sí es un tema relacionado con la naturaleza, porque si tu lector tienes un sueldo mileurista, en cualquier país de Europa podrías practicar náutica, pero en España incluso te será difícil navegar con una moto acuática.

La mala fe de los políticos y la incompetencia y cobardía de los funcionarios te lo harán imposible.

Si piensas un poco llegarás a la conclusión de que esto no es normal.

Pero has de pensar que cuando se popularizó el coche, la sociedad ganó en libertad pudiéndose desplazar donde quisiera sin permiso de nadie.

Con el barco es lo mismo, pero a lo bestia.

Por lo que te cuesta un coche de gama media, como te he dicho, te puedes comprar un barco ¡con el que puedes dar la vuelta al mundo!

Sí tú, ciudadano de a pie y preso de las miserias de la vida.

Con cuatro duros y mucha voluntad puedes moverte por todo el planeta.

¿Hay mayor libertad que eso?

Y la libertad es un bien perseguido en esta sociedad.

Navegando aprendes a pensar con libertad y adquieres conocimientos.

¡Conocer y pensar! ¡Vade retro Satanás!

Qué peligro para el estatus del poder.

Vale, acabo.

Los que navegamos no somos más ricos, pero sí más libres.

Y eso es peligroso para el poder.

Por eso ponen tantas pegas.

Otro día te contaré vivencias escandalosas que corroboran lo que te cuento.

Pero por hoy ya es suficiente.