Al hacerlo apareció un recibo impagado, de una casa ¡que había vendido hacía 30 años! y que por lo visto, el comprador no pagó.
Me hicieron pagar el recibo para darme de alta.
Yo no lo sabía, pero ellos sí: los recibos prescriben a los 4 meses.
Para más miseria de esos impresentables capitalistas abyectos, hijos de la política y los bancos, el recibo no llegaba a 30 €.
Esta balsa de cieno y podredumbre qué es la España de hoy, que amamanta a tanto miserable, es de justicia que tenga sus días contados.
Los que nos explotan al por mayor en los recibos de la luz, con la connivencia del gobierno, se rebajan también a quitarnos la calderilla, hurgando los fondos de nuestros bolsillos, como el banquero viejo, loco y ruin de Mary Poppins.
Es la
España de las excrecencias como Endesa.
Si quieres conocer más excrecencias, ves a los siguientes enlaces:
Secuelas del tornado de Vilanova; ¿descubrimos seguros fraude? ALLIANZ.
Los bancos que no son para descansar.
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