Ya he comentado en otras entradas de este blog, el tornado
que golpeó a Vilanova i la Geltrú y su puerto el pasado verano.
Pero no he hablado de una secuela de ese tornado, secuela que ha resultado muy provechosa; la de desenmascarar lo que me parece una importante empresa
de seguros fraude.
¿Cómo fue eso?
Sucedió que el paso del tornado sobre el barco en el que me
encontraba (amarrado en el puerto), provocó una avería; la instalación del cable de suministro
eléctrico, permitió que la lluvia que trajo el tornado, (cuarenta y dos litros por metro cuadrado
durante quizás diez o quince minutos minutos en la fase más crítica), inundara la bañera y produjera un
cortocircuito que afectó al cargador de baterías.
Por lo demás todo bien, como corresponde a la modesta pero magnífica
embarcación Janneau que nos ocupa.
Al día siguiente, del incidente, una vez calmado todo, llamé
a la compañía de seguros con la que estaba contratado (Allianz) para
comunicarle la avería.
Y ¡cual no sería mi sorpresa cuando me dijeron que Allianz
no había renovado automáticamente la
póliza a su vencimiento, tal como se estipulaba, contractualmente!
Me sonó imposible. Me dijeron que me lo habían comunicado por correo certificado, pero ese correo no existía.
¡Anduve un mes sin seguro!
alguien de la compañía intentó
consolarme diciéndome que era esa una práctica habitual de Allianz.
En aquel momento no me lo creí.
Pero hoy, al comentar este suceso, me he encontrado con otra persona a la que le sucedió lo mismo con el seguro del coche ¡que tenía también con Allianz!
Al quejarse, el agente del seguro le
dijo, ¡que era una práctica habitual de Allianz!
Él, como yo, no fue a los tribunales pues no quiere
enfrentarse a un pleito inacabable ni pagar abogado, procurador,… y sufrir las
numerosas molestias que todo ello supone por el importe de una póliza.
Pero para Allianz todo esto son gastos deducibles y
los tiene por la mano pues al parecer son parte de su negocio.
Me veo en la obligación moral de alertar a los consumidores, y en especial a los colegas navegantes, sobre
mi experiencia con esas prácticas inmorales de Allianz.
¿Podríamos llamarla empresa pirata?
No lo sé, pero sí es cierto que debería cuidar la fidelidad
de sus empleados o modificar sus turbias prácticas comerciales.
Sí, mejor eso, pues los empleados se limitan a ser sinceros
con las víctimas.
Esto
son malas artes, pero no sería justo si no recordase que esa multinacional,
aunque sólo fuera para lavarse la cara, realiza cuantiosas inversiones en
patrocinio que benefician a sectores de la población.
Por eso les sugiero
mejorar la gestión, lo que siempre redundará en su favor pues en este episodio
han perdido un buen cliente y se han quedado con
un perito infiel, verdadero cáncer para a empresa.
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