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martes, 1 de octubre de 2019

Secuelas del tornado de Vilanova; descubrimos seguros fraude ALLIANZ.



Ya he comentado en otras entradas de este blog, el tornado que golpeó a Vilanova i la Geltrú y su puerto el pasado verano.






Pero no he hablado de una secuela de ese tornado, secuela que ha resultado muy provechosa; la de desenmascarar lo que me parece una importante empresa de seguros fraude.

¿Cómo  fue eso?

Sucedió que el paso del tornado sobre el barco en el que me encontraba (amarrado en el puerto), provocó una avería; la instalación del cable de suministro eléctrico, permitió que la lluvia que trajo el tornado, (cuarenta y dos litros por metro cuadrado durante quizás diez o quince minutos minutos en la fase más crítica), inundara la bañera y produjera un cortocircuito que afectó al cargador de baterías.

Por lo demás todo bien, como corresponde a la modesta pero magnífica embarcación Janneau que nos ocupa.

Al día siguiente, del incidente, una vez calmado todo, llamé a la compañía de seguros con la que estaba contratado (Allianz) para comunicarle la avería.

Y ¡cual no sería mi sorpresa cuando me dijeron que Allianz no había renovado automáticamente la póliza a su vencimiento, tal como se estipulaba, contractualmente!

Me sonó imposible. Me dijeron que me lo habían comunicado por correo certificado, pero ese correo no existía.
¡Anduve un mes sin seguro!

alguien de la compañía intentó consolarme diciéndome que era esa una práctica habitual de Allianz.

En aquel momento no me lo creí.

Pero hoy, al comentar este suceso, me he encontrado con otra persona a la que le sucedió lo mismo con el seguro del coche ¡que tenía también con Allianz! Al quejarse, el  agente del seguro le dijo, ¡que era una práctica habitual de Allianz!

Él, como yo, no fue a los tribunales pues no quiere enfrentarse a un pleito inacabable ni pagar abogado, procurador,… y sufrir las numerosas molestias que todo ello supone por el importe de una póliza.

Pero para Allianz todo esto son gastos deducibles y los tiene por la mano pues al parecer son parte de su negocio.

Me veo en la obligación moral de alertar a los consumidores, y en especial a los colegas navegantes, sobre  mi experiencia con esas prácticas inmorales de Allianz.

¿Podríamos llamarla “empresa pirata”?

No lo sé, pero sí es cierto que debería cuidar la fidelidad de sus empleados o modificar sus turbias  prácticas comerciales.

Sí, mejor eso, pues los empleados se limitan a ser sinceros con las víctimas.

Esto son malas artes, pero no sería justo si no recordase que esa multinacional, aunque sólo fuera para lavarse la cara, realiza cuantiosas inversiones en patrocinio que benefician a sectores de la población.

Por eso les sugiero mejorar la gestión, lo que siempre redundará en su favor pues en este episodio han perdido un buen cliente y se han quedado con un perito infiel, verdadero cáncer para a empresa.

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