En
una entrada anterior (pulsa el enlace para verla), os comenté que otro día
hablaría de qué hacían los cantos y bloques rodados en ese fondo submarino de
las fotos.
Pues, Víctor y Pablo,
hoy es ese otro día. No sé si llegaréis a leer esto, pero mi compromiso
es el que es al margen de su éxito.
Me
refiero a cantos rodados cuando las piedras tienen alrededor de un palmo
de diámetro, es decir las que vuestro padre puede abarcar con la mano. Los
bloques rodados son mayores, desde los que necesitan las dos manos para cogerlos, hasta los que te pueden herniar intentando cogerlos.
Esta definición no es nada científica, pero se entiende, ¿no?
El
que sean rodados es porque se han golpeado entre ellos al moverse, es decir,
que vienen de otro lado o el mar los ha agitado donde están. De cualquier forma
vemos que son grandes, lo que quiere decir que se han rozado poco, porque
vienen de cerca o porque han estado poco tiempo en el lugar revolcados por el
agua.
En
cualquier caso y como conclusión de emergencia, podemos decir que ese fondo de
playa es geológicamente joven.
La
naturaleza de las rocas que forman esos rodados, por lo que veo y me sugieren
las fotografías, es de esquistos, filitas, pizarras, cuarzos,… la misma que la
de la costa adyacente de la que proceden. En este caso los fósiles no nos
pueden ayudar a su datación, pues no los hay.
No
puedo seguir pues hay zafarrancho en casa y debo ir a apagar el incendio (por
eso la ciencia se cultivó en los conventos, porque no había pirómanos). ¡Menos
da una piedra!,… un canto rodado, quiero decir...
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