Probablemente un escarabajo de las hojas (crisomélido).(Badalona). |
Ayer,
un paseo por el puerto de Badalona me deparó una agradable sorpresa; me tropecé
con un insecto que no había visto nunca y que me pareció de la familia de los Coccinélidos
(Mariquitas). Hay más de seis mil especies de mariquitas, las más
comunes son las rojas con puntitos negros que todos hemos visto alguna vez,
pero entre tantas especies las hay de mil colores.
Fotografié
al insecto, pero estaba posado en un pasamanos de acero inoxidable, con lo que
la necesidad de usar el flash dada la escasa luz y lo incomodo de la
postura, hizo que los reflejos malograran la imagen. Gracias al invento de las
cámaras digitales pude hacer varias fotografías y algo he aprovechado.
Quizás un escarabajo de las hojas (familia Crisomélidos. Los circulitos que le rodean son excrementos). (Badalona). |
Cuando
llegué a casa me puse a ver las imágenes de la cámara con detenimiento y algo
me chocó, llegando a la conclusión de que quizás no era un coccinélido sino un escarabajo
de las hojas (familia de los Crisomélidos, también una familia de coleópteros, (escarabajos), que cuenta ¡treinta
y cinco mil especies!, y que suelen confundirse con los Coccinélidos. A la
vista de tanta concurrencia desisto, por ahora, de determinar ni tan siquiera
el género del protagonista, quedándome con que es un escarabajo de las hojas.
Por
cierto leerás que en los primeros estadios de su vida es polífago, lo
que no quiere decir que coma de todo (omnívoro), sino que come en abundancia,
en este caso hojas, lo que hace que algunas especies se consideren plaga. No
creo que sea el caso. Aquí sólo es una bella pincelada, que dejé tranquila pues
las heces que le rodeaban indicaban que se había pasado por lo menos la mañana
allí (estos escarabajos son amigos del sol, como los nórdicos).
Me
dirás, ¿Qué hace ese bicho en el puerto de Badalona.
En
estos últimos años he visto verdaderas rarezas en ese puerto. Al principio provenían
de los terrenos yermos del otro lado de la vía, que hoy están sobre urbanizados.
Pero
hoy quedan los terrenos de protección de la vía del tren que están llenos de vegetación silvestre. En
otros países civilizados se mantienen esos eriales limpios de basura para
evitar ratas y otros bichos nocivos, pero no se toca la vegetación para
mantener la biodiversidad de animales como las arañas, a las que debemos
nuestra existencia por la ingente cantidad de insectos que devoran.
No
me atrevo a abogar por esa política porque es un entorno muy humanizado y habría
que estudiarlo. Pero echaré de menos esos encuentros circunstanciales, si llega
el caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario