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viernes, 19 de diciembre de 2025

150 aniversario del museo geológico del seminario de Barcelona, un museo ilustre.

 


Ayer asistí a un acto en el Museo Geológico del Seminario de Barcelona, en el que se celebraba su 150 aniversario.

La celebración fue interesante y aquí te resumo mis impresiones.

Aunque el asunto te parezca aburrido y empiece la entrada con una foto en blanco y negro, no hagas como mi hijo pequeño, que cuando le ofrezco ver una película que no es en color, la rechaza por sistema porque es antigua.

Lo hizo hasta que le ayudé a cambiar de idea viendo una película de indios de John Wayne. Aunque no tenga el nivel, tómate esta entrada como una película de indios.

Fue un día fructífero. Tuve ocasión de aburrir con mi conversación al actual rector del seminario, creo que es el tercero que conozco y aburro, lo cual es comprensible, porque a pesar de regentar el lugar donde está emplazado el museo, no son gente de ciencias, sino más bien de letras.

Como en mi vida profesional he sido contable de personas realmente relevantes de la sociedad barcelonesa, capto enseguida el aburrimiento de mi interlocutor, de modo que en cuanto resulta educado me esfumo, por lo que mi conocimiento del rector se limitó a muy poco más de hola y adiós. Así, más bien, debería decir, que lo vi.

Fue suficiente, pues tenía el perro en casa y si lo dejo mucho tiempo solo, se me orina en el parquet.

También tuve ocasión de saludar a jóvenes, viejos conocidos de cuando estaba más implicado con el museo y con la asociación de amigos del museo.

Como no, al sabio Farrés de quien aprendí todo lo que sé de ignitas o huellas fósiles y al amigo Adserá, un pozo de conocimiento sobre fósiles en general, de los que ya he hablado en el blog.

También pude saludar de nuevo al subdirector del museo, Francisco Carrasco, un competente gestor y estudioso de la paleontología, que tuvo la gentileza de invitarme a mí y a mi familia a la celebración. Gracias.

La conferencia a cargo de Enrique Aragonés, historiador del museo, me resultó apasionante, pues me ayudó a completar el puzzle que tenía sobre la historia del museo. Todavía me queda infinito por conocer de esa institución, pero por lo menos he completado parte de mi pequeño rompecabezas de la entidad, que me albergó durante 25 años y tantos conocimientos me dio, de los que desgraciadamente, menos de los que querría se han quedado en mi cabeza.

Espero que el Museo la publique, por interés propio y ajeno.

El acto se clausuró con cava y refresco que no consumí no por descortesía, sino porque además de ser abstemio, no me gusta alterar mi disciplina, bebiendo cuando tengo sed o comiendo cuando tengo hambre, aunque creo que no había nada de comer.

Acabo para no aburrirte, diciendo que no vi al doctor Calzada, director del museo, porque mi querido amigo y mentor, está guardando reposo en la residencia escolapia por problemas de salud.

Te dejo algunos enlaces del blog relacionados con el museo.
















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