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lunes, 2 de enero de 2023

Joseph Ratzinger y José María Collantes.

 

Foto: TVE.


De izquierda a derecha, José Maria Collantes, Antonio y Nilo Collantes, hermano del primero y también un buen sacerdote.

La nota que este naturalista te trae hoy, es un poco singular pero muy a propósito para el momento histórico que vivimos.

Me refiero al reciente fallecimiento de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.

Es una anécdota relativa a Ratzinger, que me contó mi amigo el curra el rural, José María Collantes, que en paz descanse.

Como ya te he contado, aunque muy por encima en este blog, colaboré con Collantes, durante algunos años en su labor pastoral en Tierra de Campos, en la medida en que un seglar puede colaborar.

Collantes tenía un carácter muy duro, que le aparecía cuando se enfrentaba a injusticias que afectaban a su grey.

Lo conocí bien y aunque no es el momento de profundizar en él, sí diré que no me cabe ninguna duda de que era un hombre santo en caridad.

En una ocasión, viendo la televisión con Collantes en la residencia, apareció Ratzinger en ella, con motivo de no recuerdo qué noticia y Collantes comentó; lo conocí en Roma.

Collantes era muy introvertido y parco en palabras.

Le pregunté sobre ello y me dijo, que cuando llegó a Roma para estudiar, se refería a los estudios relacionados con su profesión clerical, andaba perdido, buscando su lugar de destino, el Seminario o Escuela que fuera.

En esto, que vio a un hombre que se estaba mirando con cierto interés un coche aparcado.

Lo iba mirando a la vez que lo rodeaba para observarlo desde distintos ángulos.

El vehículo que fuera le había llamado la atención.

Como andaba perdido, Collantes decidió preguntarle a aquel hombre, dónde se encontraba su lugar de destino.

El ciudadano que estaba curioseando el coche, dejó inmediatamente lo que estaba haciendo y se dirigió hacia él atendiéndole con mucha afabilidad, indicándole cómo podía llegar dónde buscaba.

Me comentó Collantes que agradeció mucho la cordialidad de aquel desconocido, que resultó ser Joseph Ratzinger, que entonces, me parece era un sacerdote más.

No hay que olvidar que Collantes era un joven sacerdote rural español, recién llegado y perdido en una ciudad desconocida.

Me emociona pensar en esa anécdota del encuentro entre dos hombres buenos, que luego tanto han influido en mi vida.

Ratzinger a través de de sus escritos y Collantes con su ejemplo personal de caridad.

A Collantes le dediqué mi documental, Paseo por Valladolid, inspirado en él y en los lugares que recorrimos en esa época.

Descansad ambos en paz.


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