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miércoles, 28 de diciembre de 2022

Luciérnaga hembra.

 

Luciérnaga hembra. Lampyris noctiluca.

Hace muchos años que no veo una luciérnaga macho.

Recuerdo con nostalgia las noches en mi juventud, en que veía las lucecitas de los machos volar entre las hojas de los arbustos.

Hace años que ese mundo ya no es mío.

Sin duda porque hace muchos años que dejé de hacer del ámbito de mis paseos la tierra, para pasear por el mar.

Desde que vivo, ya pasados muchos años de mi juventud y de esas noches de verano, en la montaña, me he encontrado en varias ocasiones luciérnagas hembras.

Ya en el primer avistamiento, me llamó mucho la atención este animal y me desconcertó su aspecto tan primitivo.

Me costó poco determinar de qué se trataba, pues su aspecto característico hace que lo encuentres con facilidad, hasta en la guía más simple de insectos.

Por eso no voy a entrar aquí en detalles de lo que puedes encontrar con facilidad en Internet.

Le he dado vueltas al porqué de ese aspecto y he llegado a la conclusión de que la disposición en placas que se yuxtaponen, les permite protegerse mientras están depredando un caracol, que es uno de los elementos importantes de su dieta.

En una ocasión vi y tuve la oportunidad de filmar a una luciérnaga comiéndose a un caracol y vi que, con esa disposición de placas, puede acceder hasta el fondo de la concha de su presa, lo que le hace estar indefensa porque tiene la cabeza ocupada dentro de la concha y el cuerpo fuera de ella.

Con esa estructura corporal, tiene la agilidad de profundizar hasta el fondo de la concha del caracol al tiempo que mantiene el cuerpo protegido de amenazas que no ve porque, está ocupada en la comida.

Te traigo hoy unas imágenes de la luciérnaga, en un vídeo en el que se aprecia con detalle esta disposición del cuerpo y dejo para otro día y quizás para otra ocasión, el vídeo de la luciérnaga depredando al caracol.

Luciérnaga. Foto: Angélica Regidor.

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