Remanso de paz, en la canícula de Costa Brava. |
Remanso de paz, en la canícula de Costa Brava. (detalle, con el color templado por el frío de hoy). |
Este
verano, visitando la Costa Brava, paré a refrescarme en una calita en la que
había un chiringuito.
La
fotografía corresponde al chiringuito pero el chiringuito, que no represento, no
correspondía a la fotografía.
A
ver si me explico.
Por
la imagen, puedes pensar que lo que está al lado, es una casa modernista de
aspecto regio.
Pero
no, es un piso de madera para evitar la arena y una estructura elemental de
chiringuito de playa
Eso
sí, el rincón era cómodo, porque los árboles daban una sombra deliciosa y agradable
porque el personal era encantador.
Lo
de la foto, debe de ser la reliquia de una mansión, algo antigua, de una
familia catalana pudiente venida a menos o, más probablemente, que trasladó su vivienda a Barcelona.
La casa, hace muchos años ya es nostalgia para alguien.
Pero
vamos a lo que importa.
Las
manchas en el pedestal del macetero de piedra, no son tales manchas, sino
liquenes probablemente del género Parmelia.
Eso
es lo que más me llamó la atención de la cala.
Porque
ese liquen sobre la piedra forma una textura muy agradable a la vista.
Y el
conjunto despierta la curiosidad.
O
por lo menos me la despertó a mí.
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