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viernes, 7 de octubre de 2022

Etología humana: La familia natural. 1.

 

Familia de patos. Foto: Libre en Internet.

La verdad es que hoy me apetecía más hablar de minerales o de insectos, que del bípedo implume.

Pero una serie de circunstancias hacen que me vea obligado a hablar del hombre desde su perspectiva natural.

Veo que los políticos, por definición ignorantes y egoístas, se meten cada vez más en el pantano del comportamiento social del hombre, desde una perspectiva caótica, propia de sus mentes infantiloides y burguesas.

Siempre he dicho y no hay más que revisar mis escritos para verlo, que no soy un hombre de fe.

Para ser más preciso, debería decir que siempre había creído que no era un hombre de fe.

No lo era, porque no sabía exactamente lo que debía entender por fe.

Dediqué un tiempo a ver que era eso de la fe.

Tuvo que ser un astrofísico, el jesuita José Manuel Carreira, al que conocí en una conferencia que le grabé para una televisión local, quién me hiciera ver racionalmente, que es la fe.

A la luz de su explicación llegué a la conclusión de que sí era un hombre de fe, pero de la fe que me reflexionó Carreira, no de lo que  mucha gente, incluso religiosa, entiende por fe, que he leído tantas veces en artículos y conferencias y que me ha tenido confundido durante tanto tiempo.

En definitiva, no soy un hombre de fe, hasta que definamos lo que es fe.

Pero eso será otro día, si lo es.

He hecho este preámbulo porque quiero hablar de la familia humana, relacionándola con la estructura familiar de otras especies de mamíferos superiores y aves.

Y como es un tema muy sobado por la corrección política, por el feminismo desbocado y por el fanatismo religioso, he querido desmarcarme de esos ámbitos.

La familia, en el entorno natural, es una unidad básica formada por una pareja progenitora, macho y hembra de la misma especie y su prole, propia o, excepcionalmente, adoptada.

En manadas de elefantes, se integran claramente en el grupo familiar,  otros familiares muy próximos.

El objeto primero de la familia es preservar la especie.

Esa es la realidad de la Naturaleza.

Plantearse otra cosa es demagogia, populismo o, simplemente, ignorancia.

La unión de la pareja puede ser eventual o indefinida.

Esta unión está en general en relación con el tiempo que la prole depende de ella.

Hay numerosas excepciones, especialmente entre las aves, en las que no es raro encontrar relaciones estables durante toda su vida o incluso, aunque más raro, especies que no vuelven a aparearse una vez que han perdido a su pareja.

En el caso del hombre, la estabilidad de la pareja es mayor pues su prole es la que depende de los padres durante más tiempo entre las especies de mamíferos superiores.

Si además tenemos en cuenta, que el hombre es el único animal racional, esa racionalidad afecta al cóctel de la familia de mil formas.

Pero ignorar su estructura básica y alejarse de ella, es suicida.

Es esta la opinión de un naturalista.

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