Cebras. Foto: Libre en Internet. |
Gregarismo
y sociabilidad.
Son
dos palabras que en la forma puede parecer que se asemejan mucho, pero que en
el fondo son radicalmente distintas.
El
hombre como ser racional es sociable, y como ser irracional es gregario.
El
porcentaje que tenga de cada una de esas sensibilidades estará en función del
grado de humanidad que posea; un hombre muy animal será más gregario que
sociable y un hombre poco animal será más sociable que gregario.
Aunque
como la cabra tira al monte todos tenemos parte de sociables y de gregarios.
Estamos
hartos de ver en los reportajes de naturaleza de la televisión, rebaños de
animales que van juntos para protegerse estadísticamente de los depredadores y
para hacerse compañía física unos a otros.
Dónde
va Vicente, sea cebra o gacela… van todas las cebras o gacelas.
Esto
es práctico, pero no edificante.
Incluso
entre los irracionales hay categorías, desde las grandes manadas de ñues, a los
pequeños grupos sociales de primates o cánidos.
Todos
son irracionales, pero no hay que ser muy despierto para ver que en los
primeros la sociabilidad es prácticamente nula en los otros prima sobre el
gregarismo.
Te
lo comento, Antonio, no para qué me escuches a pies juntillas, sino para
plantearte un punto de partida sobre el que meditar. O no.
¿Cómo
saber hasta qué punto se es gregario o sociable?
Si
recibes un largo WhatsApp de un amigo, contándote sobre un éxito suyo o
dándote una buena noticia para ti y le contestas con un emoticono aplaudiendo;
o si recibes un WhatsApp de un familiar contándote una pena y le contestas
con un emoticono del que cae una lágrima, no te quepa la más mínima duda de qué
tienes poco de sociable.
Para
no decirte, que mucho de tontorrón o gregario.
Nunca
he utilizado whatsapps, pero desde que los descubrí los utilizo cómo
termómetro para medir el grado de humanidad de mi interlocutor.
No
hablo ya de cartas porque sé que en eso estoy solo en el mundo.
Primates. Foto: Libre en Internet. |
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