Mercante entrando en el dique seco, para hacer fondos. |
En los barcos es más importante
la parte que no se ve, la sumergida, que la parte que se ve.
Hasta tal punto es así, que a la
parte sumergida se le llama obra viva, mientras que a la parte
aérea se llama obra muerta.
La obra viva de cualquier barco
ha de mantenerse limpia para evitar que las incrustaciones frenen su velocidad
y aumenten su consumo y también para evitar que esas incrustaciones animales y
vegetales estropeen el material del casco.
La limpieza y pintado de los fondos,
debe hacerse una vez al año como mínimo, en las pequeñas embarcaciones.
La limpieza se realiza con agua a presión.
Limpiando fondos. Foto: Rodrigo. |
Limpiando fondos. Foto: Rodrigo. |
En los barcos pequeños se saca el barco del mar.
Pero para limpiar y pintar los grandes trasatlánticos y
cargueros, se saca el mar del barco.
Esto lo hacen en lo que se llaman diques secos.
Dique seco del Puerto de Barcelona, |
La pintura.
Los fondos se suelen pintar con una primera mano o capa, que debe aislar el casco del agua, hasta donde pueda, para protegerlo tapando poros y evitar la humedad excesiva.
La segunda mano es más
importante.
La pintura que se aplica se llama
antifouling y tiene como cometido el evitar que animales y
vegetales se fijen en el casco.
Esto es un asunto delicado pues la forma más eficaz de evitarlo es poniendo en la composición de los antifoulings, compuestos tóxicos en esa pintura.
Así ha sido tradicionalmente. Pero
hoy esa toxicidad está muy regulada y las empresas de pinturas antifouling
estudian constantemente sus texturas y componentes, para
hacerlas más eficaces y seguras.
Las capas de pintura pueden variar, en función del material del casco y del bolsillo del armador.
Muestrario básico, de antifoulings y otras pinturas. |
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