Ojeador, o vistante, o lector… hace días que quería
presentarte a esta gatita.
Pero ha sido una semana muy larga y hasta que no ha
llegado el sábado no he tenido ocasión.
Gatita, lector.
Lector, gatita.
Ya la conocías, pero muy de refilón.
Ojeador, o vistante, o lector… hace días que quería
presentarte a esta gatita.
Pero ha sido una semana muy larga y hasta que no ha
llegado el sábado no he tenido ocasión.
Gatita, lector.
Lector, gatita.
Ya la conocías, pero muy de refilón.
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Unicornio y niños. Foto: Libre en internet. |
No me gustan los habitantes de Costa Rica. Creo que su
gentilicio, es costarricenses.
Son guapos, inteligentes, educados, sonrientes,
listos, altos, perspicaces, aventajados y maravillosos, como unicornios sobre
el arco iris.
Pero no me gustan, porque debo tener muy mal gusto,
lo que es un problema mío, no suyo.
No me gustan porque en el trato, me da la impresión
de que todo su mundo gira en torno al dólar.
No me gustan, porque me da la impresión de que
excluyen de cualquier relación humana, todo lo que no tenga relación directa
con el dólar.
No me gustan, porque me da la impresión de que, como
niño quinceañero que no se despega de su teléfono móvil, son incapaces de
despegarse del dólar.
Sí, lo pueden dejar colgado de la percha en su
americana cuando salen a la calle, pero anímicamente siguen colgados de la
misma percha que la americana.
Y si eso es así, tal como me parece, prefiero un
dólar que es más cómodo de llevar y más seguro; porque un dólar es un dólar y
todos sabemos lo que es un dólar.
Pero así, visto de repente, nadie sabe lo que es un
costarricense.
Ni lo que es un somalí, ni lo que es un inuit, ni lo
que es un habitante de Albarracín.
Sin embargo, todos sabemos, con un mínimo riesgo de
equivocarnos, lo que es un dólar.
Entre otras cosas, por eso nos gusta el dólar.
Porque sabemos exactamente, cuánto vale y para qué
sirve.
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Incendio en la Sierra Litoral. |
No es que no me importe que España esté ardiendo por
la incompetencia de los españoles y la de sus dirigentes.
Me destroza el corazón.
Pero como la monja que viéndose impotente frente a
la maldad del mundo no ve más consuelo que rezar, a un modesto servidor, frente
a su incapacidad de luchar contra el fuego, no le queda más que pensar en que
la naturaleza, a la larga, destruirá al hombre y a toda su miseria.
Y a toda su grandeza.
Porque el mismo destino es el de los rascacielos de
América, que el de las catedrales de Europa.
He perdido en mi vida zonas queridas, por incendios
especulativos.
Cuando vivía en Almería, me contaban los de allí que,
en muchos casos, eran los propios miembros de las cuadrillas de extinción de
incendios, los que provocaban los fuegos para ganar más salarios.
Cuando iba a la Sierra de Gredos, esperaba con
ilusión a que llegara un recodo del camino en el que el bosque y el agua, enmarcaban
una humilde casita blanca sobre una roca.
Hasta que dejó de haber bosque y casita. No sé si
sigue el agua, pues también están destruyendo presas.
Es una imagen que ya solo queda en mi recuerdo.
Antes he dicho incompetencia.
Eso no es grave, porque es relativamente fácil hacer
un competente de un incompetente.
Pero debía haber dicho maldad y eso sí que es grave,
porque no es fácil hacer un hombre bueno de uno malo.
Y cuantos se juntan incompetencia codicia, locura y
maldad, no no hay nada que hacer, salvo sacar de la circulación al codicioso,
al incompetente, al loco y al malo, sea moro o sea cristiano.
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Caléndulas amarillas. |
Traigo hoy a la caléndula para dar un toque de color
al blog.
Es una planta que abarca varias especies, todas
ellas bonitas y aunque no es de origen mediterráneo, tiene una gran dispersión
en toda la cuenca mediterránea.
Ya he hablado del color amarillo en el blog. Quizás
no un color óptimo porque, entre otras cosas, atrae insectos incómodos como
moscas y mosquitos.
Pero a pesar de todo me gusta el color amarillo y la estética geométrica de las caléndulas, de las que también ya había hablado en el blog.
Hoy he sido corto, bueno quiero decir muy escueto,
porque corto lo soy a menudo.
El color amarillo y la historia.
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Probablemente, zanahoria silvestre, Daucus carota. |
La primera vez que vi esta inflorescencia, iba con
alguien que conocía un poco de plantas y me dijo; eso es cicuta. Enseguida
pensé en Sócrates y me hice una película.
Cuando la vi de nuevo, la tomé como zanahoria
silvestre, muy parecida a la zanahoria comercial, pero en raquítico.
Estuve confundido un tiempo, hasta que me documenté
y conocí que la zanahoria silvestre es muy parecida a una de las dos especies
de cicuta que se encuentran en la Península Ibérica.
Tanto la zanahoria silvestre como la cicuta son
tóxicas en distinta medida y condición, pero como habrás visto, no entro en el
blog en asuntos polémicos que rondan la toxicidad de medusas, setas, plantas
o cualquier otra cosa que no haga pupa por verla, pero que puede hacerla por
comerla o tocarla.
Por cierto, he encontrado en YouTube unos
vídeos firmados por un profesional de los cultivos que firma como Jairo, que
encuentro muy interesantes, didácticos y documentados.
Podrías buscar uno en el que habla de la zanahoria
silvestre, por ejemplo.
Ten siempre presente, que, en la naturaleza como en
casa del vecino, se mira, pero no se toca.
A los caducados.
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Torre Colón y monumento a Colón. Barcelona. |
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Detalle de la vista de la fachada marítima de Barcelona, desde mi nido de trabajo. |
No es un secreto en la naturaleza, que el tiempo nos deja a todos calvos. De hecho, hay un principio en economía, que dice; a largo plazo, todos calvos.
Excepto las langostas y algunos gusanos, que algunos aseguran, son inmortales (ni las piedras son inmortales).
Pero hay una diferencia radical entre los animales
racionales y los irracionales.
Empecemos por los más sencillos, los irracionales.
Cuando caducan, la naturaleza los ignora, se mueren
y son pasto de nueva vida.
Sin embargo, nosotros, cuando
caducamos, la sociedad nos ignora, pero algunos juegan al mus, al dominó, o a la petanca y siguen
cobrando la pensión y viajando con el IMSERSO, hasta que, por fin, son
pasto de nueva vida.
En definitiva, todos hacemos lo mismo, pero los
racionales con más rodeos.
Buscando otros motivos gráficos, he encontrado en lo
que queda de mi archivo fotográfico, unas imágenes de la Torre Colón en
Barcelona, donde, en la planta 21 ó 22 tenía, en una de mis épocas profesionales florecientes, mi despacho.
No entro en detalles del edificio, pues era una
aberración urbanística, probablemente ilegal.
Mi despacho tenía ventanales al mar y a la montaña y
mi personal dependiente, estaba separado de mi generoso espacio vital privado,
por una pecera, como en las emisoras de radio.
No sé si era un jefe querido, pero cometía todo
género de pecados veniales, para que el personal que dependía de mí, tuviera la
vida laboral lo más plena posible.
No era gratis.
Como contrapartida, ellos alargaban sus horarios
cuando se lo pedía y no refunfuñaban nunca frente a cargas de trabajo
imprevistas. Todavía los recuerdo a todos con afecto y agradecimiento.
Una vez me costó un expediente administrativo defender a una buena funcionaria, de una acusación abusiva, técnicamente
cierta, (con matices), pero moralmente abusiva.
Los políticos me miraron mal, pero mis compañeros se
pusieron de mi parte, con lo que el expediente me causó gozo en lugar de pena.
Ahora estoy escribiendo esto como un canto a la
caducidad.
Los irracionales como mi perro, que tiene más años que
el Canal de Isabel II, está pasando en sus últimos años durmiendo, comiendo
y descomiendo; vegeta.
Sin embargo, un servidor, que está más machacado que
un palo de bolos, puede contar batallitas loando su situación o, por lo menos,
tomándosela a broma.
Lector cuida tu cuerpo, para que cuando llegue su
momento, no seas el elefante enfurruñado que no encuentra su cementerio, ni la
barracuda malhumorada y agresiva, que deja mal a sus compañeras, colgándoles el
san Benito de peligrosas.
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Izda., edificio de la autoridad portuaria de Barcelona. Detrás monumento a Colón y al fondo, torre Colón. |
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Escorpión, Buthus sp. |
Imagino que, en cada zona de su hábitat, la densidad de población de escorpiones, será distinta.
Los he conocido en Ávila y en Almería; y en ambos lugares
era muy alta.
Es un animal venenoso no mortal, pero que en Almería
los pastores les tienen horror, incluso creo que más que a las escolopendras.
En la zona predesértica de Almería, viven debajo de las rocas en camas húmedas. Parece que cada piedra mediana, tenía sus inquilinos.
En Ávila, los he visto de noche, andar a sus anchas
por el suelo verde; se me ocurrió plantar una tienda de campaña y desde el
momento en que acabé, hasta el que fui a cerrar las cremalleras, entraron media
docena de escorpiones a la tienda, que salieron por donde habían entrado.
No sé si en ambos lugares eran de la misma especie o
eran especies diferentes.
Aunque tengo casi la certeza de la especie del de la
foto (en Ávila), no me atrevo a darla, pues entre la calidad de la imagen y el fondo sobre
el que se encuentra, no estoy seguro. Tengo algunas fotos mejores y en cuanto
las encuentre, lo aclararé.
A Enrique Kucera.
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Oro nativo en cuarzo. |
En su día, Enrique Kucera me dejó, con reticencia,
hacer esta fotografía, en la misma tienda.
La pieza era espectacular y le hubiera hecho más fotos, pero no me atreví a pedírselo pues me pareció que se resistió a darme la primera autorización.
De haberlo hecho, hoy disfrutaríamos más de este bello ejemplar.
Otrosí.
Reconozco que soy un verdadero caos en cuanto a la
variedad de entradas del blog.
Ha sido un problema que me planteé desde el
principio, cuando vi que al visitante le interesaban más las entradas de viajes
que las de naturaleza. Y no te digo nada si la naturaleza eran rocas.
Son pocos los interesados por la naturaleza así a
secas. Interesan las plantas venenosas, los peces monstruosos o el ecologismo
beligerante.
Pero interesan menos las plantas, los peces o
simplemente la naturaleza.
Lo llevo diciendo desde el principio; no soy
ecologista ni alquimista, solo soy un naturalista; para grandes reportajes ya
está la BBC y para cotilleos, you tube.
En su momento debí decidir entre mi vocación o el
interés de terceros. Elegí mi vocación.
Y en mi vocación va todo, incluidas las batallitas que ponen en contexto los detalles de la naturaleza y las experiencias inéditas
personales.
De otra forma, el blog no tendría sentido, pues entre la inteligencia artificial y Wikipedia, podrían hacer un blog de aspecto mucho mejor. Como cada vez es más frecuente en los blog y videos.
Ya lo advertí, el blog es como un Popular Mechanics,
pero en clave de naturaleza y en español.
Creo que esta reiterada observación sobre la
filosofía del blog es importante y por eso he aprovechado la entrada del oro
nativo para colocarla.
Sigo empeñado en nadar contra corriente.
Nadar a favor de corriente es más fácil, pero el éxito no satisface tanto y los tropezones siempre tienen una justificación razonable.
Seguiré con mi blog rupestre, pero con alma.
A mi padre, agradeciéndole que se resignase, a mi amor por la mar.
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Barco de investigación Jafuda Cresques. |
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Sobre la cubierta, draga y cabos de faena. |
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Arrastrando la red de plancton. |
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Laboratorio y botellas hidrográficas. |
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Botellas hidrográficas. |
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Personal científico y tripulación. |
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Tripulación, red de plancton y disco de Secchi. |
Un día, tuve la ocasión de embarcarme en el barco
español de investigación, el Jafuda Cresques, en una salida que realizó
para tomar una serie de muestras delante de Castellón.
Hace tiempo de esa singladura y por eso puedo hablar,
esperando no perjudicar a ningún protagonista de la historia.
Teníamos que tomar muestras de agua y hacer unas
catas del fondo con una pequeña draga de cuchara.
No recuerdo exactamente qué fondo habría, pero no
pasaría los 100 metros.
Embarcamos a primera hora de la mañana y nos
desplazamos al lugar de la toma de muestras, que no recuerdo a qué distancia estaba
de la costa, pero no era mucha.
En el barco venían, además de la tripulación, dos o
tres biólogos y un servidor, que estaba como invitado.
Voy al grano para no eternizarme.
Llegamos al lugar.
Todavía no
había salido el sol o quizás sí, pero como estaba muy nublado, quizás
simplemente no se apreciaba el amanecer. El mar estaba como un plato y no
soplaba ni la más ligera brisa.
bajamos las botellas hidrográficas a las
profundidades establecidas.
Y luego echamos la draga para subir un mordisco de
fondo.
Como hacía buena mar, pudimos realizar toda la
operación con los motores en marcha, compensando una posible deriva del barco a
causa de alguna posible corriente.
Luego echamos la red de plancton al agua,
arrastramos la red durante unos minutos y salimos disparados para el puerto.
Durante el regreso, trabajando y ya encubierta
echamos la muestra de la draga en una cubeta blanca y empezamos a tomar nota de
lo que había en el fondo.
Sacamos bastante material, que estuvimos mirando una
mujer y yo, comentando lo que veíamos.
La mujer era una bióloga especializada en algas y
fue tomando nota de las algas que aparecían.
Me sorprendió que no tenía la más mínima idea del
resto del material que estaba en la cubeta, no ya del nombre de los animales,
incluso de los más comunes, si no al grupo al que pertenecían algunos de ellos,
que eran briozoos, por ejemplo.
Lo suyo eran las algas y no le despertaban el más
mínimo interés, cualquier forma de vida marina que no fueran algas.
Mientras regresábamos le pregunté por qué habíamos
hecho todo con el barco sin fondear y con los motores encendidos, lo que podía
contaminar las muestras de agua que habíamos sacado. Me dijo que el capitán
tenía mucho interés en estar en su casa lo antes posible, porque por la
televisión pasaban una serie que estaba siguiendo y que le interesaba mucho.
Por eso había sido un muestreo tan precipitado.
Entendí porque era tan preciado el trabajo del Cris
1, barco abismalmente menos equipado, pero que ofrecía un trabajo
meticuloso y con garantías.
Pero así es la vida y con historias como esta, es
como se ha labrado la triste imagen del funcionario chapucero y banal.
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Nota, a modo de introducción, obtenida de Wikipedia, sobre el barco que trata esta entrada. |
A Gonzalo.
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Cangrejo azul Callinectes sapidus, jaiba azul o jaiba. Foto: Gonzalo A. |
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Cangrejo azul Callinectes sapidus, jaiba azul o jaiba. Foto: Gonzalo A. |
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Cangrejo azul Callinectes sapidus, jaiba azul o jaiba. Foto: Gonzalo A. |
Llevo demasiados años buceando en el Mediterráneo y
no lo he visto nunca.
Por su aspecto y color se trata de una especie
tropical de fondos someros de arena o lodo.
He buscado en mi libro de cabecera de crustáceos
decápodos ibéricos (R. Zariquiey), y no lo he encontrado. Cuando se editó el
libro, no estaba aquí.
Podría mirar la familia a fondo y ver si aparece en
ella algún bicho semejante. Pero hace demasiado calor y no tengo aire
acondicionado ni, ventilador, por lo que esperaré al otoño para hacerlo.
Mientras tanto, La inteligencia artificial lo
clasifica como. Callinectes
sapidus o jaiba azul.
Lo que sí es evidente, es que este ejemplar es mediterráneo, porque
Gonzalo lo ha fotografiado en la Costa Brava catalana.
¿Qué está pasando?
Esta especie es original del Golfo de México y en
Estados Unidos donde se comercializa su carne.
Nos queda pues, la única alternativa, de que haya
venido a través del Atlántico en algún barco y que en el Mediterráneo sea una
especie invasora, o aspirante a invasora, porque con la avidez gastronómica de
los españoles, no veo muy claro su futuro.
¡Un marisco bueno y de gratis!
Seguro que pondrán un impuesto a su pesca, pero, aun
así, será un marisco sabroso y gratis.
Menudo chollo.
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Pollitos de gaviota (Larus), en las Islas Medas. |
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Pollitos de gaviota (Larus), en las Islas Medas. |
Me estaba pareciendo que me iba por los cerros de
Úbeda, a pesar de los motivos florales y las tortuguitas de la última entrada.
Por eso he decidido volver a la primavera, en la
colonia de gaviotas de las Islas Medas. Es la ventaja del blog, que puedo ir,
en un momento, de un lugar a otro y de una estación a otra.
Estas fotografías, coinciden en el tiempo, con el
rodaje del documental inédito, alas y viento.
Tenemos unos polluelos de gaviota (Larus michahellis) y a una persona del equipo rodando con el equipo de 16 mm.
El cámara que está grabando unos polluelos, creo que
no es Ramón Luis, que es quien solía utilizarla, porque la dominaba.
En este caso la toma no tiene complejidad, por lo que se ocuparía de ella otro miembro del equipo.
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Celebrity Edge. Alto relieve cerámico con motivos florales y otros, sobre el mamparo de una galería, de una cubierta alta. |
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como arriba. Observa el efecto óptico ondulado de la moqueta |
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Como arriba. Detalle. |
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¿Persona? Escultura en no sé que cubierta. Naturalmente, los nombres de esta y las demás obras, están improvisados por mí. |
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Escultura, en balcón de popa. En Google podrás encontrar más información hueca sobre ella. |
A raíz de una entrevista absurda.
Me sorprende el vídeo de YouTube firmado por la
vanguardia, sobre los tiburones blancos en el Mediterráneo. Ignoro quien es
el entrevistado y me temo que los títulos que le dan, serán algo así como los
másteres de los políticos de nuestro gobierno.
En 1974, apareció un libro titulado Los Tiburones,
de José María Asensi y Miguel Abella, que hablaba sobre el tema del tiburón
blanco y otros tiburones mediterráneos. En este blog trato de ello.
Luego, en 1976, apareció el libro El asesino del
mar, de José María Asensi, que citaba más de treinta especies de tiburones
que se encuentran en el Mediterráneo, entre ellos el tiburón blanco.
Este libro, debía haber estado en las librerías en
el mes de julio de ese año, pero don Manuel Fraga Iribarne prohibió su
distribución, por temor a que afectará al turismo.
Luego, el libro se reeditó, ya sin presiones, con el
título, Historia Natural de los Tiburones y enseguida, apareció un
plagio en una edición de bolsillo, realizada por un charlatán, entonces
colaborador de TV3.
Eso es lo que respecta a la literatura más
contemporánea de divulgación científica.
Por lo que respecta a la literatura científica, hay
mil libros que cualquier especialista en tiburones que se precie, debería
conocer y muchos de ellos hablan del tiburón blanco y el Mediterráneo.
Recientemente han aparecido nuevos libros, editados
por editoriales muy solventes y autores reconocidos en el tema.
El presunto especialista en tiburones que trae la
vanguardia, parece que no se ha leído ninguno de los libros de divulgación
ni de ningún tipo, dedicados a tiburones mediterráneos.
La entrevista no tiene desperdicio en cuanto a
inexactitudes y tonterías.
Solo hay que leer los comentarios.
Ahora bien, vi al final de la entrevista, que el
entrevistado achaca todos los males de los tiburones al cambio climático, lo
que deja en evidencia de donde han sacado a ese individuo.
Las preguntas del entrevistador tampoco tienen
desperdicio.
Pobres tiburones, pobre, cultura, pobre la
vanguardia y pobre tándem de protagonistas, a los que ha elegido, el que fuera
prestigioso periódico, la vanguardia.
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Celebrity Edge, con la Magic Carpet, arriba del todo. |
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Celebrity Edge. Imagen de su publicidad. |
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Imagen y texto de Wikipedia. |
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Celebrity Edge, con la Magic Carpet, a ras de agua. |
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Celebrity Edge, con la Magic Carpet, en la cubierta superior. Al fondo Mykonos. |
No voy a dar rodeos, fue el Celebrity Edge,
un barco de bandera maltesa, construcción francesa y propiedad estadounidense.
Arriba lo ilustro un aspecto general, reproducido de su propia publicidad.
Hubiera hecho yo mismo la fotografía cenital, pero tengo el helicóptero en el
taller.
Prácticamente estrenaba el crucero, pues llevaba
pocos años de servicio.
Estrenar es malo, porque te encuentras con todos los
defectos innatos de una cosa nueva, pero usar un barco nuevo, tiene las
ventajas de estrenar sin sorpresas. Por eso Jeeves el mayordomo de Wooster, utiliza
durante un tiempo la ropa recién comprada de su señor, para que este no tenga
que sufrir la incomodidad de estrenar. Ambos son personajes del genial escritor
británico Wodehouse.
El Celebrity Edge está considerado como un
barco de lujo. Es prácticamente una ciudad en la que viven alrededor de tres
mil personas. Puede considerarse un disparate, pero yo lo consideré una
experiencia.
Los interiores eran efectivamente lujosos, por eso
me contrastó más, que fueran cerrando los comedores a medida que pasaban dos
días y que la comida fuera cayendo en picado, hasta el punto de que el
penúltimo día de viaje, tuve que pelearme con unas ¡pechugas de pollo! y ni aun
así no puede comérmelas.
No entiendo de comidas y por descontado no soy un gourmet.
De hecho, para mí la comida se divide entre la que me gusta y la que no me
gusta y entre que se puede comer fácil y he de pelear para comerla. Lo primero
queda claro, lo segundo debo explicarlo. Me gusta comer pizza en casa, porque
la corto con unas tijeras de cocina. No me gusta comer pizza en un restaurante,
porque tengo que pelearme con ella armado de tenedor y cuchillo, contra una
pasta incortable. Si la pizza viene cortada, entonces sí que me gusta la
pizza de restaurante.
Por esa sencilla regla, no me gustan los crustáceos,
sean humildes gambas o la regia langosta.
Por eso cuando digo que tuve que pelearme con unas
pechugas, digo mucho para un tipo de barcos en que la comida es uno de los
desahogos del pasaje, en singladuras que para los que no están acostumbrados,
se hacen interminables.
Por cierto, solo tomé pizza un día y me fue
suficiente como para no volver a probarla.
Por mucho lujo u ostentación en elementos no
perecederos, como esculturas alfombras o moquetas, un crucero no es nada si no
ofrece un buen condumio.
El Celebrity Edge es un barco de ostentación
no de lujo.
Además, ir cerrando restaurantes a medida que
transcurre la travesía e ir rebañando las despensas hasta tocar su fondo, no es
lujo, es racanería.
No me llamó la atención el personal ni los servicios,
que encontré a nivel de otros hoteles de su categoría.
Es decir, no puedo comparar con otros cruceros de su
estilo, porque no conozco otros.
Lo que sí puedo hacer es dar mi modesta opinión,
sobre lo que me pareció este, sin entrar en muchos detalles para no aburrir.
Hay una oferta que sería injusta dejarla pasar.
Se trata de una cubierta que se desliza desde el
nivel del mar hasta la cubierta diecisiete. La llaman Magic Carpet. Esta
espectacular innovación tecnológica, creo que es única de este buque. En Google
puedes encontrar información sobre ella y para ayudarte a su comprensión, te
traigo aquí y probablemente en otros lugares del blog, imágenes.
Lo cierto es que además de su utilidad práctica,
para embarcar y desembarcar en los botes auxiliares cuando se van a realizar
visitas, tiene una utilidad lúdica interesante pues se puede visitar durante
las travesías y utilizar como atalaya, para descubrir detalles inéditos de los
lugares donde está atracado el barco.
En fin, que, aunque me meta con sus comidas, lo
cierto es que tener una ciudad para distraerte durante el viaje es algo útil e
interesante.
Acabo con tanta prosa y paso las imágenes, que una
imagen vale más que mil palabras.
Pero no esperes mucho, porque esto no es el
reportaje de un barco, sino una macedonia de cromos.