Páginas

martes, 26 de agosto de 2025

Costarricenses.

 

Unicornio y niños. Foto: Libre en internet.

No me gustan los habitantes de Costa Rica. Creo que su gentilicio, es costarricenses.

Son guapos, inteligentes, educados, sonrientes, listos, altos, perspicaces, aventajados y maravillosos, como unicornios sobre el arco iris.

Pero no me gustan, porque debo tener muy mal gusto, lo que es un problema mío, no suyo.

No me gustan porque en el trato, me da la impresión de que todo su mundo gira en torno al dólar.

No me gustan, porque me da la impresión de que excluyen de cualquier relación humana, todo lo que no tenga relación directa con el dólar.

No me gustan, porque me da la impresión de que, como niño quinceañero que no se despega de su teléfono móvil, son incapaces de despegarse del dólar.

Sí, lo pueden dejar colgado de la percha en su americana cuando salen a la calle, pero anímicamente siguen colgados de la misma percha que la americana.

Y si eso es así, tal como me parece, prefiero un dólar que es más cómodo de llevar y más seguro; porque un dólar es un dólar y todos sabemos lo que es un dólar.

Pero así, visto de repente, nadie sabe lo que es un costarricense.

Ni lo que es un somalí, ni lo que es un inuit, ni lo que es un habitante de Albarracín.

Sin embargo, todos sabemos, con un mínimo riesgo de equivocarnos, lo que es un dólar.

Entre otras cosas, por eso nos gusta el dólar.

Porque sabemos exactamente, cuánto vale y para qué sirve.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.