Farmacolita (blanca) y azurita (azul). (Almería). |
Ya presenté al arsénico en el blog y hoy lo traigo disfrazado.
Si vas a la entrada: Arsénico, por compasión, te muestro un arsénico, que ni por asomo se te ocurriría lamerlo o inhalar su polvo.
Pero la farmacolita es otro cantar.
Con ese aspecto a nata... y siendo un poco
descerebrado, sólo un poco, podrías tener la tentación de lamerla.
… o inhalar su polvo por pasarte horas, como hice,
martillo en mano, buscando un ejemplar simpático.
… o manipular el mineral.
Haciendo cualquiera de esas cosas, te morirías.
La razón está en que su composición, es arsénico.
Leo en una página web que se titula Minerales, que el nombre de este mineral provine del griego
"pharmakon" veneno en su composición y del latín "lithos"
piedra.
El veneno es precisamente el arsénico, aunque probablemente
quien le puso el nombre sólo conocía la relación causa-efecto, e ignoraba el
motivo.
En este caso, el yacimiento en el que pasé el tiempo, era rico en azurita, que
vemos azul en la muestra, en malaquita (verde) y en eritrina (fucsia, por aproximar el color). Estos últimos que no
aparecen en la muestra que represento arriba.
¿ Y quién no arriesga su vida ante semejante panoplia de colores?
Aquí puedes ver la entrada: Arsénico, por compasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario