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viernes, 19 de enero de 2024

Etología política del animal humano. Fray Nelson Medina, orden de predicadores.

 

Fray Nelson Medina, orden de predicadores.

Lector, te he de pedir perdón por esta entrada, por su conclusión negativa.

Y debo pedirle perdón también al fraile, pues creo que las conclusiones que saco de sus palabras son distintas, incluso opuestas a las que él saca.

Desde el primer momento me llamó la atención este fraile que encontré en Internet por pura casualidad, por pura providencia diría si fuera un hombre de fe.

Sorprendido por la coherencia y lo didáctico de sus discursos, luego vi que era un destacado académico en matemáticas, física pura y como procede en un religioso, teólogo.

Es colombiano de origen, lo que incrementó encanto a su personalidad, pues en la comunidad hispanoamericana cuento con un gran número de amigos invisibles; son los innumerables e imprescindibles autores de tutoriales sobre informática, a los que recurro constantemente.

¿A qué viene este rollo? me dirás.

A que me he encontrado una charla de fray Nelson hablando del comportamiento social humano, que se adapta perfectamente al comportamiento social de grupos de animales superiores.

No sé si Fray Nelson tenía intención o sabía, que estaba hablando de etología humana. Pero por su interés, cito la esencia de su comunicado en una entrada que es titulado etología política del animal humano...

Si quieres buscar tres pies al gato te recuerdo que hace unas entradas, te comentaba que el mapa genético humano es muy semejante al de la lombriz y al del estornino.

Entonces, no me vengas con mandangas e intenta entender lo que quiero decir, aunque lo diga regular.

El tema que nos ocupa es la gente fácil de gobernar.

Dice fray Nelson que hoy hay muchas formas de gobierno, pero que todas ellas necesitan gente para ser gobernada.

Esto es una perogrullada tan evidente, que no eres consciente de ella hasta que te la ponen en la cara.

Y en torno a esto habla de estrategias diseñadas para hacer a la gente, fácil de ser gobernada.

Son fáciles de gobernar, dice fray Nelson: 

Los adictos.

Los resentidos.

Los victimizados.

Los asustados.

Los sobornados.

Los confundidos

Los distraídos.

Los ignorantes.

Los desentendidos.

No puedo evitar comentar que fray Nelson, sin hábito, me recuerda a Cantinflas, ¡qué nadie se me ofenda!, ¿eh?, personaje con el que tengo una gran empatía y que hablaba sin pelos en la lengua y con un gran sentido común.

Para no extenderme diré que estos perfiles de gobernabilidad son compatibles con los grupos de animales superiores, en los que debemos sustituir las ideologías políticas por las pertenencias a clanes, manadas o grupos estables animales, en los que la pertenencia a uno de ellos hace incompatible pertenecer a otro.

Pensemos en las hormigas o en los lobos, entre otros muchos.

Me gustaría poder decir que la racionalidad humana crea unas líneas rojas que no se deben sobrepasar en la convivencia.

Siempre he esgrimido la razón humana.

Pero desgraciadamente, atendiendo al fraile, debo dejar de esgrimir esa racionalidad, pensando en las bombas atómicas, en los genocidios de armenio, judío, vendeano, camboyano, pigmeo, indonesio y un tan largo etcétera que me hacen dudar de la ventaja de la racionalidad humana.

El hombre racional es un peligro para él mismo y para la naturaleza.

¿O no?

Quizás dedique una segunda parte a esto.

No te mareo más lector y te animo a que medites sobre las ventajas de la racionalidad, pues las desventajas ya te las acabo de enunciar.

Te dejo la imagen del discurso de Fray Nelson Medina, para que lo busques en internet, por si falla el enlace.

 Si eres un espíritu inquieto te interesará.


Colonia humana. Foto: Libre en Internet.




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