Fray Nelson Medina, orden de predicadores. |
Lector, te he de pedir perdón por esta entrada, por su conclusión negativa.
Y debo pedirle perdón también al fraile, pues creo que las
conclusiones que saco de sus palabras son distintas, incluso opuestas a las que
él saca.
Desde el primer momento me llamó la atención este
fraile que encontré en Internet por pura casualidad, por pura providencia diría si fuera un hombre de fe.
Sorprendido por la coherencia y lo didáctico de sus
discursos, luego vi que era un destacado académico en matemáticas, física pura y
como procede en un religioso, teólogo.
Es colombiano de origen, lo que incrementó encanto a
su personalidad, pues en la comunidad hispanoamericana cuento con un gran
número de amigos invisibles; son los innumerables e imprescindibles autores de
tutoriales sobre informática, a los que recurro constantemente.
¿A qué viene este rollo? me dirás.
A que me he encontrado una charla de fray Nelson
hablando del comportamiento social humano, que se adapta perfectamente al
comportamiento social de grupos de animales superiores.
No sé si Fray Nelson tenía intención o sabía, que
estaba hablando de etología humana. Pero por su interés, cito la esencia de su
comunicado en una entrada que es titulado etología política del animal humano...
Si quieres buscar tres pies al gato te recuerdo que
hace unas entradas, te comentaba que el mapa genético humano es muy semejante al
de la lombriz y al del estornino.
Entonces, no me vengas con mandangas e intenta
entender lo que quiero decir, aunque lo diga regular.
El tema que nos ocupa es la gente fácil de gobernar.
Dice fray Nelson que hoy hay muchas formas de
gobierno, pero que todas ellas necesitan gente para ser gobernada.
Esto es una perogrullada tan evidente, que no eres
consciente de ella hasta que te la ponen en la cara.
Y en torno a esto habla de estrategias diseñadas
para hacer a la gente, fácil de ser gobernada.
Son fáciles de gobernar, dice fray Nelson:
Los adictos.
Los resentidos.
Los victimizados.
Los asustados.
Los sobornados.
Los confundidos
Los distraídos.
Los ignorantes.
Los desentendidos.
No puedo evitar comentar que fray Nelson, sin hábito,
me recuerda a Cantinflas, ¡qué nadie se me ofenda!, ¿eh?, personaje con el que
tengo una gran empatía y que hablaba sin pelos en la lengua y con un gran
sentido común.
Para no extenderme diré que estos perfiles de gobernabilidad
son compatibles con los grupos de animales superiores, en los que debemos
sustituir las ideologías políticas por las pertenencias a clanes, manadas o
grupos estables animales, en los que la pertenencia a uno de ellos hace incompatible
pertenecer a otro.
Pensemos en las hormigas o en los lobos, entre otros
muchos.
Me gustaría poder decir que la racionalidad humana crea
unas líneas rojas que no se deben sobrepasar en la convivencia.
Siempre he esgrimido la razón humana.
Pero desgraciadamente, atendiendo al fraile, debo
dejar de esgrimir esa racionalidad, pensando en las bombas atómicas, en los
genocidios de armenio, judío, vendeano, camboyano, pigmeo, indonesio y un tan
largo etcétera que me hacen dudar de la ventaja de la racionalidad humana.
El hombre racional es un peligro para él mismo y
para la naturaleza.
¿O no?
Quizás dedique una segunda parte a esto.
No te mareo más lector y te animo a que medites
sobre las ventajas de la racionalidad, pues las desventajas ya te las acabo de
enunciar.
Te dejo la imagen del discurso de Fray Nelson Medina,
para que lo busques en internet, por si falla el enlace.
Si eres un
espíritu inquieto te interesará.
Colonia humana. Foto: Libre en Internet. |
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