Creo que no
hay discusión en reconocer, que el hombre es el único animal racional en la
naturaleza.
Esto significa
que además de los instintos, el hombre tiene la razón, que le da un margen de
libertad.
El que el
hombre es libre es un camelo muy difundido, que contrasta con la realidad de
que el hombre está sujeto a mil restricciones físicas y psicológicas en su libertad.
Dejémoslo en que es libre a
medias.
Pero lo que sí
queda claro es que el hombre además de los instintos animales, regidos por la
ley natural, posee una razón que le permite, si quiere, ir más allá de la ley
natural.
Goya titula a
uno de sus aguafuertes; el sueño de la razón produce monstruos.
Lo que a mi
modo de ver, significa que el descontrol de la razón humana nos puede llevar a
extremos monstruosos: El control de la razón es indispensable para la
supervivencia humana.
Por eso el
hombre, en todas sus facetas sociales, desde la prehistoria hasta la
actualidad, ha tenido normas, tabús o religiones, cada uno en función de su
nivel de civilización, con el objeto de controlar a la razón y con ello a los
instintos.
El
planteamiento modernista de que lo que la razón nos permite imaginar es licito
y bueno, es completamente antinatural y lleva a la destrucción personal o
colectiva.
La ley natural
nos dice; no matarás más de lo que necesites para tu supervivencia.
Pero el hombre
dice; yo tengo unas grandes necesidades de riqueza y de poder y eso me
justifica que pueda matar para satisfacerlas.
Y declara
guerras.
La ley natural
nos dice; tendrás actividad sexual para la reproducción de la especie.
Pero el hombre
dice; yo tengo una gran necesidad de placer.
Y se da a la
sexualidad descontrolada y si es necesario aberrante.
Frente al instinto de la reproducción, hombre racional justifica con su racionalidad, el quitarse problemas de encima y aborta cuando le interesa.
La razón
descontrolada destruye y pone en peligro la supervivencia de la especie.
Es por eso que el hombre necesita unas normas muy definidas para contener sus instintos.
Cuanto mejor tenga organizada su racionalidad, más fiable será el individuo.
Es consenso
común en todas las civilizaciones, que la racionalidad bien aplicada controla
las pasiones, haciendo el hombre menos peligroso.
Porque todo lo
que tiene de peligroso la racionalidad tiene de beneficioso el control de los
instintos.
La
civilización occidental que tantos beneficios nos ha traído, ha sido fruto de
hombres cabales que han dirigido a un buen término a los instintos, mediante la
razón.
No hay
personalidad de provecho en el mundo de la cultura o de la ciencia, que haya
sido un hippie desmelenado.
Salvo
Einstein, que era desmelenado, pero no era hippie.